Series de TV
Si Netflix logra sortear la crisis que los ha hecho perder miles de suscriptores, en gran parte será debido a las producciones británicas y coreanas, que son las mejores desde hace mucho en dicha plataforma. Los coreanos son innovadores en sus filmes y series, y saben hacerlo con eficacia como ocurrió con “El Juego del Calamar” que, aunque presenta premisas ya vistas en otras películas o programas, logran ser exitosas.
Los británicos, por su parte, son expertos en novela negra, series policiales, crimen o dramas. “Peaky Blinders”, ambientada en Inglaterra en 1919, es un buen ejemplo de ello. La serie narra la historia de Thomas Shelby, quien comanda a una conocida banda de Birmingham que avanza con ferocidad por el bajo mundo, en 5 temporadas. Me encanta que los realizadores ingleses sigan atrapándonos con historias bien escritas, con adaptaciones bien equilibradas que quedan perfectas como miniseries. Otra es “Collateral” (2018), de David Hare, protagonizada por Carey Mulligan, John Simm y Nicola Walter, donde una detective descubre una conspiración que involucra narcotraficantes, contrabandistas y espías. Otra buena alternativa es “tabú”, con Tom Hardy protagonizando una historia de venganza realmente perturbadora.
Pero mi recomendación de esta semana es “No Hables con Extraños” (“Stranger”), miniserie inglesa de ocho capítulos basada en la novela del talentoso escritor norteamericano Harlan Coben, un thriller psicológico lleno de giros y con un final potentísimo que te pega un puñetazo en el rostro. No se sabe aún si el éxito de la serie propiciará una segunda temporada, a mí me parece que no es necesario, ya que desde el inicio esta producción fue diseñada como miniserie, sin planes de expansión.
La trama narra la odisea de Adam Price, un abogado que lleva una idílica vida al lado de su guapa esposa Corinne y sus dos hijos en un pueblo de Inglaterra. Sin embargo, una joven mujer le revela que Corinne simuló su primer embarazo y la pérdida del bebé para forzarlo a quedarse con ella, además de poner en duda su paternidad con los otros dos.
Esto obviamente pone su mundo de cabeza, sobre todo al confirmar la información que la extraña le comparte, por lo que confronta a su esposa, quien no niega nada, pero le pide le permita explicarle todo cuando esté calmado. Discuten y ella se marcha, dejándolo confundido y ansioso; lo peor viene después, cuando Corinne desaparece tras enviarle un mensaje a su marido pidiendo le diera unos días y que cuidara mientras tanto a los niños.
En su estreno, en enero de 2020, la ‘crítica especializada’ dividió opiniones acerca de esta serie, aunque todos admitieron como uno de sus aciertos es el gran número de altercados que maneja; otros periodistas más flemáticos opinaron lo contrario, señalando que el despliegue del patrón enorme donde todo está relacionado con todo es su punto bajo, algo en lo que no estoy de acuerdo.
Compruebo una vez más que quienes leemos libros sabemos apreciar en mejor forma las adaptaciones de autores tan renombrados como Harlan Coben, de quien también se ha adaptado sus novelas “El Inocente”, “Quédate Cerca” y “Ni una palabra”.
Vivimos tiempos en los que debemos disfrutar de productos bien hechos como lo es esta serie de Netflix, dirigida por Daniel O’Hara y Hannah Quinn, con las actuaciones de Richard Armitage (el atormentado marido), Hannah John-Kamen (la mujer extraña), Dervla Kirwan (la desaparecida esposa), Anthony Head (Edgar Price, padre de Adam), Stephen Rhea (el enigmático Martin Killane) y Siobhan Finneran (la detective Johanna Griffin). Son ocho episodios muy entretenidos de una serie que nos cuenta las imprevistas consecuencias que puede acarrear un secreto.
RICARDO PAT
