Malassezia en perros

By on marzo 24, 2022

Mascotas

Las levaduras son microorganismos comunes e inofensivos en la flora cutánea normal de los perros. La más común es Malassezia pachydermatis. Se encuentra normalmente en la piel de los animales, incluidos los humanos, y es la causa de la pitiriasis versicolor.

El género Malassezia fue inicialmente descrito alrededor de 1874 como un hongo un tanto particular tanto en morfología como en estilo de vida. Actualmente se conocen hasta 11 especies distintas, de la cual la responsable de la denominada dermatitis en perros es la Malassezia pachydermatis.

Cuando la población de este hongo está dentro de los límites, su presencia es incluso beneficiosa, ya que impide que otras especies de hongos perjudiciales proliferen en los tejidos de la piel.

En algunas condiciones, estas levaduras pueden proliferar de manera exagerada, causar una molesta inflamación de la piel o del oído y convertirse en un gran problema. Suele aparecer ante un aumento de la humedad/calor o cuando la mascota tiene las defensas bajas. Aunque su presencia no debería generar gran alarma, en algunos casos puede expandirse rápidamente.

Este hongo es oportunista, lo que significa que aprovecha para proliferar cuando otras patologías más importantes se están manifestando; generalmente es una complicación a procesos alérgicos, seborreicos, presencia de pliegues, etc., aunque también se han descrito otras presentaciones, como la hipersensibilidad contra esta levadura.

La Malassezia puede darse en perros de todas las edades y razas. Cabe destacar que es más común en perros adultos. Ciertas razas tienen también una mayor predisposición a padecerla: West Highland Terrier, Caniche, Pastor Alemán, Cocker, Labrador, Basset Hound, Shihtzu, Pequinés, Shar Pei o Jack Russell Terrier.

El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de prurito que no responde por completo a los corticoides, eritema que evoluciona a hiperpigmentación y licuefacción, para pasar a cronificación, pudiendo estar la piel húmeda o grasa.

Uno de los síntomas principales, quizá el más esclarecedor, es el desagradable olor rancio que empieza a desprender el manto del perro; esto es debido a las costras, que a menudo van acompañadas de prurito, principalmente si participan levaduras.

Las áreas corporales comúnmente afectadas son las axilas, la zona ventral del cuello, la piel alrededor del ano o la vulva, entre los dedos del pie y las almohadillas, o en los pliegues de la piel en la zona de la ingle. En el caso de que las levaduras proliferen en el oído, el perro presenta un exceso de cerumen, además del prurito. Una de sus principales características es que no se manifiesta en una zona concreta, y su tratamiento variará según la gravedad de la dermatitis en perros.

Para llegar a un diagnóstico certero, el veterinario realizará un examen de la piel y los oídos del perro, recogiendo muestras para analizarlas en el microscopio. El diagnóstico se confirma al detectar un aumento de levaduras en los análisis del perro afectado.

El tratamiento de esta dermatitis puede ser tópico u oral, siempre indicado por su veterinario. Si no se trata de forma adecuada, la infección persiste, incluso en los meses más fríos.

Dra. Carmen Báez Ruiz.

drabaez1@hotmail.es

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