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Los pibes de Bartolo – II

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Teatro Yucateco

Gilma Tuyub

Eduardo Mosqueda

 

Los pibes de Bartolo

 II

Vemos en la mesa un montón de pibes ya horneados, unos están en el suelo. TURIX Y BARTOLO están comiendo.

BARTOLO: Mmm ta más bueno.

TURIX: Qué ricos nos quedaron.

Voz EN OFF RECATA: Buenas tardes.

TURIX: Adelante Recatita, adelante, estás en tu casa.

RECATA: Vine por mis pibes.

TURIX: Aquí están. (Le da unos pibes grandes.)

RECATA: Ay pero qué grandes

TURIX: Se expandieron por el calor.

RECATA: También voy llevar dos pibes de carne.

TURIX: Aquí están.

RECATA: Mmm huelen rico.

TURIX: Verá que sí. (Sin que ella se dé cuenta le marca a su celular.)

RECATA: Ay… ay… ay… voy a poner esto aquí. (Deja los pibes en la mesa.) Ay… (Cuando lo saca deja de timbrar, guarda el celular, y vuelve a sonar.) Ay… Ay… ay… (Saca el celular y deja de sonar.) Ay… ya me dió calor.

TURIX: Me encanta cuando te llaman.

RECATA: Ay Dios, cuánto calor. ¿Cuánto va a ser?

TURIX: Es regalado.

BARTOLO: Si es regalado, son 60 de la horneada y 240 de los pibes. Regalado, regalado.

RECATA: Sí, aquí tiene… Ay pusieron su altar… qué bonito…

TURIX: Yo lo puse, yo lo puse, él ni me ayudó en nada.

RECATA: Quedó rechulo. Ay y ¿cómo me voy a llevar tantos pibes?

TURIX: Si quiere señorita, yo le puedo ayudar.

RECATA: Ay gracias. (Se van.)

VOZ EN OFF 1: Buenas… ya están los pibes.

BARTOLO: Si doña Micaela, ya están. Pase.

VOZ EN OFF 1: Aquí lo espero, toy esperando a mi esposo que va a venir por mí.

BARTOLO: Ay cuáles son, aquí está su charola. (Toma tres pibes y se los lleva, regresa contando dinero.)

VOZ EN OFF 2: Buenos dillas.

BARTOLO: Ay doña Manuelita, ahorita le llevo su pib. Ay este Turix los revolvió todos. Aquí está su bandeja. ¿Cuántos eran doñita?

Voz EN OFF 2:3.

BARTOLO: (Toma 3 pibes y los pone en la bandeja, se va.) Gracias doña Manuela, gracias. (Y regresa con dinero.)

Voz EN OFF 3: Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas ya está el piiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

BARTOLO: Si doña… doña… doña Pamela, ahí se los llevo. (Toma unos pibes y los pone en la bandeja, se va y regresa con dinero.)

BARTOLO: Uay, ya me cansé, esto de dar vueltas cansa.

MILA: Buenas, buenos dillas.

BARTOLO: Hola doña Emilia no le digo que pase, porque ya pasó.

MILA: Ay gracias, vine por mis pibes. Ay don Bartolito puso su altar, ay le quedó rebonito.

BARTOLO: Sus pibes estaban marcados.

MILA: Con una cinta roja. (BARTOLO se da cuenta que dió los pibes marcados a otra persona) Puso rebien su altar, con sus flores, y todo, ¡uay! ¡Jesús! ¿Qué hace aquí doña Roberta? Dios millo masi se murió. Santísimo no me pagó su último pedido de Avon.

BARTOLO: No es doña Roberta, no es mi suegra, es… este… la bisabuela de Chonchita lo que pasa es que se le parece mucho.

MILA: Ay qué bueno que no es doña Roberta, porque sí era bastante su pedido de esta vez,

(BARTOLO entra al cuarto y sale con unos calzones rojos, y recorta pedazos, y rápidamente se los pone a los pibes) qué es eso de que uno se muera y no avise. Ay yo juraría que es doña Roberta. Ay, se parece mucho. Cómo son las cosas, mi hijo el más chico ta bien guapo se parece a su papá, pero jach igualito, igualito. Lástima que no lo conoce, porque si lo llevo a mi casa… ha se molesta mi esposo conmigo. Ay don Bartolo, sí que me asusté pensé era doña Roberta. ¿Ya están mis pibes así?

BARTOLO: Si aquí están.

MILA: Ay qué bueno, le debí 100, porque ya le había dado 100 pesos antes, ¿si se acuerda verdá? Muchas gracias, nos vemos, va usted a decir que soy una grosera y no me quedo a platicar un ratito con usted, pero no es grosería ni pesadez, pero es que ya sabe una está todo el día, lo oyó, todo el día en el trajín, con todas las cosas que hay que hacer en la casa. Dios millo porque el quehacer de una casa es una cosa que qué barbaridad, no terminas, desde que dios amanece tienes que estar dale, que dale con el quehacer, y además tengo que ir a ver a mis clientas del Avon. Yo no sé por qué pero el día no me rinde, de veras que no me rinde, y yo no sé por qué. Porque eso sí, yo a lo que voy, si tengo que hacer una entrega de perfumes y cremas, jach sólo a eso voy y jala me estoy quitando. No me gusta perder mi tiempo, lo oyó, a mí no me gusta perder mi tiempo, que es eso de que una se entretenga con cualquier cosa.

VOZ EN OFF DE DOS NIÑOS: Mamiii, mamá ya tenemos hambre.

MILA: ¡Dios santo! Uno no puede poner medio pie fuera de la casa porque enseguidas, enseguidas la empiezan a una a buscar.

Voz EN OFF DE DOS NIÑOS: Mamaaaaá.

MILA: Ya voy mare, les dije que sólo voy por los pibes.

Voz EN OFF DE DOS NIÑOS: Mamaaá

MILA: Ay samare, ustedes, que ya voy. Nos vemos don Bartolito, disculpe que lo deje con la palabra en la boca, discúlpeme que no pueda escucharlo, pero me tengo que ir, saludos a Chonchita.

Entra TURIX

TURIX: Doña Mila, qué tal

MILA: Ay Turix qué bueno que te veo por favor le dices a Lupita que en una semana llega su pedido, porque la verdad…

Voz EN OFF DE DOS NIÑOS: Mamá, tenemos hambre.

MILA: Sho, dios millo no puede una ni hablar dos segunditos. ¿Qué te decía? Sabes que sólo dile a Lupita que luego paso a visitarla, con permiso.

BARTOLO: Lo bueno que tenía prisa y no tardó. Oye tú por qué vienes con esa cara. (RÍe) Te bateó la chamaca.

TURIX: No hasta eso, quedamos de ir a cenar.

DOÑA VENTURA: Buenas tardes.

BARTOLO: Pase mamita pase.

DOÑA VENTURA: Vine por mi pi.

BARTOLO: Secre traime el pib de la doña Venturita.

TURIX: (TURIX ve que no quedan pibes. En secreto.) Bartolo ya no hay

BARTOLO: ¡Cómo que no hay!

DOÑA VENTURA: ¿Cómo dice?

BARTOLO: Que no hay que hacerla esperar.

TURIX: Ya no hay

BARTOLO: Pero si habían muchos.

TURIX: Pero les vendimos 2 a Recatita.

BARTOLO: Ya lo ves, ya lo ves, en líos nos metes.

TURIX: Además nos comimos 2.

BARTOLO: Es que tanto trabajar me da hambre.

TURIX: ¿Y ahora qué hacemos?

DOÑA VENTURA: Don Bartolo por favor déme mi pi, porque ya es tarde.

BARTOLO: Si doña Ventura, en un momento,

DOÑA VENTURA: Por favor no tarde porque mi esposo es muy bilioso, sobre todo cuando tiene hambre. Va usted a creer que antier estaba regresando de su trabajo, pero como hizo sus horas extras, pues venía cansado y con hambre, pues un señor, todo grande y fuerte pasó con su moto cerca de él. Dios mío, pensé que lo iban a atropellar, mi esposo, pero le pasó cerquita. Mi esposo, se molestó, agarró una piedra, y huacata, le dió en su pulmón a ese hombre, ahí se cayó el pobre señor con todo y su moto, y no contento mi esposo, empezó a darle de patadas. Sólo porque mis 5 hijos oyeron el escándalo, salieron de la casa y fueron a traer a su papá. Es que él cuando se molesta es terrible, y mis hijos sacaron el carácter igual a mi esposo, y ahorita están todos en la casa, vinieron a verme.

¿Dónde están los pibes?

TURIX: ¿Qué hacemos?

DOÑA VENTURA: ¿Dónde está mi pi?

BARTOLO: ¿Ahhhh?, ya sé. Es que está en el horno todavía, Turix ve a buscarlo deben de estar listos. (Aparte) Toma este dinero. (A la señora.) ¿Cuántos pibes eran?

DOÑA VENTURA: 3.

BARTOLO: Compra 3 pibes grandes con mucha carne, rápido, tráelos.

TURIX: ¿Pero dónde?

BARTOLO: Aquí a la vuelta. (Se va TURIX) Doña Venturita, no quiero hacerla esperar, vaya a su casa y ahorita se los llevo, entrega a domicilio, vaya, vaya.

DOÑA VENTURA: Está bien. Pero por favor, no tarde. Mi esposo es un requetebilioso.

BARTOLO: No se preocupe, no se preocupe, apenitas estén yo se los llevo. Vaya a su casa y calme a su marido. Yo ahoritita se los llevo.

DOÑA VENTURA: Nos vemos, no tarda ¿verá?

BARTOLO: No, no tarda. (Ella se va.) Ay qué voy a hacer, ojalá queden pibes porque entre cinco hijos y un marido bilioso no me va a quedar ni un huesito completo. Ay qué voy a hacer… este Turix cómo tarda.

TURIX: (TURIX entra corriendo.) ¿Y la doña?

BARTOLO: La mandé a su casa, llévale los pibes, mira llegas a la esquina y en la casita azul, ahí vive.

TURIX: Voy corriendo. (Se va.)

BARTOLO: Ay por favor, que les gusten los pibes, que les gusten los pibes, porque si no me, capaz que me mandan al hospital para hacerle compañía a Chonchita.

TURIX: (Entra TURIX.) Ya está.

BARTOLO: Qué rápido.

TURIX: Es que a media cuadra alcancé a doña Ventura, ya estaban los 5 hijos y el marido viniendo por los pibes. Cada uno de ellos agarró un pib y se lo llevó. BARTOLO: Pérate, pérate. ¿Cómo que cada uno? 5 hijos y el esposo son 6, ¿son 6? Si son 6, y sólo eran 3 pibes.

TURIX: ¿Tres me dijistes que compre?, pensé que dijiste 6, compré 6 pibes llenos de carne. Se me gastó el dinero que me diste.

BARTOLO: Te dije que compres 3, 3.

TURIX: Ahista, 3 y 3 son 6. Por eso me confundí.

BARTOLO: Pues ni modos. Quita esa cara no es para tanto.

TURIX: No si no es por eso.

BARTOLO: Entonces.

TURIX: Es que cuando estaba comprando los pibes entró mi chaparrita con mi chavito, y solamente se llevó 3 tamales de espelón, y yo mira me comí dos pibes enteros, bueno no dos uno y medio, me queda la mitad, se lo voy a llevar a mi chaparrita, y le voy a pedir perdón para que me deje regresar con ella.

BARTOLO: ¿Y tu Recatita?

TURIX: Ni modos se quedará sin mí, se quedará sin este muñeco, sé que será duro para ella pero lo tendrá que superar. Sale Bartolo, nos vemos. (Se va con su medio pib.)

BARTOLO: Sale, nos vemos. Uay dios millo, hoy sí que trabajé y no junté nada de dinero, al menos comí y comí bien, pero con todo esto me ha dado un sueño, voy a mi hamaca. Ay no, mi hamaca sigue remojada, ay Chonchita cuándo regresarás para terminar de lavarla, ni modos me voy a dormir aquí. (Se acuesta en el piso, se duerme.)

 

Telón.

 

Compilación de Fernando Muñoz Castillo

Continuará la próxima semana…

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