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La Hormiga chicatana

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Naturaleza

La hormiga chicatana (Atta mexicana) es una especie de hormiga cortadora de hojas americana, de la subfamilia Myrmicinae del género Atta. Esta especie pertenece a uno de los dos géneros de atinas, tribu de hormigas productoras de hongos.

En México y Centro América, especialmente en áreas rurales del sur, las chicatanas se consideran un insecto comestible, siendo recolectadas para su consumo, formando parte de la gastronomía local. Esta forma de alimentación es reconocida como entomofagia y era muy común en la alimentación de los pueblos mesoamericanos. Incluso esta práctica es mencionada en el códice florentino escrito en el siglo XVl por Fray Bernardino de Sahagún.

Las hormigas se denominan chicatanas (del náhuatl tzicatl que significa “hormiga o bichito culón”), son insectos voladores que se dan en época de lluvia una sola vez al año, por eso son tan valiosas. Son de color café oscuro a rojizo y cuerpo alargado. La hormiga reina mide aproximadamente 30 mm de largo. mientras que las soldados crecen hasta 18 mm y poseen un cuerpo bien fortificado. Además, las obreras (“arrieras”) poseen diminutas espinas.

Las chicatanas son las hembras reproductoras de las hormigas cortadoras de hojas que, previo a la fundación de un nuevo hormiguero, al inicio de la época de lluvias, realizan un vuelo nupcial en el cual la reina es fecundada. Las hormigas también cultivan un hongo basidiomiceto llamado Leucoagaricus gongylophorus (de la familia de los agaricáceos). El ácido oleico es uno de sus factores desencadenantes.

Se encuentra en áreas de Norteamérica, desde Nicaragua al sur, hasta Texas y Arizona al norte. En México son originarias del sur, pero abunda por todo el territorio, a excepción de la península californiana. Esta especie es altamente adaptativa y prospera en áreas urbanas. No obstante, se encuentra amenazada debido al consumo humano y pérdida de hábitat. También se les conoce como nucú, zompopos, cuatalata, sontetas, cachorras, chancharras, tepeoani, nacasma o zompope.

Existen unos 13 géneros de hormigas de la tribu Attini pertenecientes a la familia Myrmicinea en donde los géneros Acromirmex y Atta son los más representativos. Viven en colonias y tienen gran importancia ecológica para los ecosistemas terrestres por los efectos que pueden tener en ellos: modificación del suelo, reducción de la eficiencia reproductiva en las plantas que cortan, aperturas del dosel y su impacto sobre el reclutamiento de especies de las plantas en sus áreas de forrajeo.

Obtienen su alimento suministrando materiales vegetales a hongos simbiontes del género Leucoagaricus que cultivan como recurso alimenticio, en una relación altamente especializada en la cual ninguno de los participantes puede sobrevivir sin la presencia del otro (Simbiosis mutualista obligatoria). Para cultivar el hongo, es primordial tener a disponibilidad grandes cantidades de follaje. Durante este proceso, en infestaciones severas pueden defoliar una planta al día desde el ápice hacia la base de la hoja, dejando solo las nervaduras centrales, razón por la cual son consideradas como plagas en algunos cultivos.

Las hormigas son un grupo de insectos altamente evolucionado que presenta un comportamiento eusocial. Este comportamiento está definido por un sistema complejo de organización dentro del cual individuos de una misma especie coexisten en colonias donde se presentan cuidados parentales, sobreposición de generaciones y una división de labores entre los miembros de la colonia.

Las colonias de las chicatanas pueden exceder el millón de habitantes. Todo esto hace que un hormiguero sea un interesante sistema biológico estratificado en castas, en el cual las funciones reproductoras son llevadas a cabo por un grupo de individuos generalmente alados. La fuerza laboral la constituye la casta de las obreras (estériles) donde existen hormigas cargadoras, soldados encargados de la defensa del nido y jardineras encargadas del cultivo de hongos simbiontes de los cuales se alimentan.

Se estima que el cultivo de hongos como alimento (micófagia) se originó hace unos 45 o 65 millones de años en el ancestro de las hormigas Attini, implicando evolutivamente una transición de hábitos de vida de un cazador-recolector de artrópodos, néctar, y otros líquidos producidos por las plantas, a una forma de vida de tipo agrícola en que la alimentación de la colonia se basa en el cultivo de hongos. El mutualismo en las hormigas Attine y los hongos probablemente surgió de interacciones con hongos que crecían espontáneamente en el interior de los nidos de estas hormigas que generalmente son subterráneos. En una etapa más avanzada de la relación, probablemente las propias hormigas comenzaron a transportar estos hongos a los nidos de reciente fundación.

Diversos estudios sugieren que las interacciones simbióticas son más complejas de lo que se creía. Se ha descubierto que en los cultivos de hongos mantenidos por estas hormigas en sus nidos están presentes una gran cantidad de microorganismos asociados, como hongos filamentosos, levaduras y bacterias que explotan los recursos energéticos de la interacción mutualista. A manera de ejemplo mencionaremos a Scovopsis sp. (anamórfica Hypocreales, Ascomycota) un hongo microparásito del hongo que sirve de alimento de las hormigas y una bacteria filamentosa productora de antibióticos del género Streptomyces que las hormigas llevan en sus cuerpos; los antibióticos producidos por estas bacterias ayudan a las hormigas a controlar el crecimiento del Scovopsis sp. en sus cultivos de hongos. Interacciones como esta nos muestran que aún existe mucho por descubrir y comprender sobre estos insectos sociales.

Sin duda, México cuenta con una riqueza gastronómica infinita, las hormigas chicatanas forman parte de la alimentación desde la época prehispánica, su gran aporte de proteínas era muy valorado, además de su exquisito sabor. Las hormigas chicatanas se recolectan en diversos lugares del centro y sur de México con las primeras lluvias de la temporada, cuando la tierra se humedece y las hormigas salen al vuelo nupcial para aparearse.

Es la época del año de mayor actividad para las chicatanas (ya que también aprovechan para limpiar su hormiguero y crear nuevas colonias), por eso abundan tanto. En Chiapas, se cosechan a finales de mayo, junio y principios de julio. En Tuxtla Gutiérrez se les conoce como nucú y se preparan en un guiso con el mismo nombre; También son ampliamente conocidas en Veracruz, Oaxaca, las zonas montañosas de Guerrero, Guanajuato, Puebla, Morelos y Edomex.

En las áreas mayas, las chicatanas se guisan en chilmole. Es típico de la tradición mixteca elaborar la salsa de hormigas chicatanas, con chile, cebolla, ajo, y por supuesto, hormiga chicatana. Con esta salsa se bañan carnes asadas o bien se untan en tortilla con queso. Los zoques de Jamiltepec, Oaxaca, también hacen una salsa de chicatanas con chile de árbol, en Pinotepa Nacional con chiles costeños, y en la Mixteca poblana, con chiles guajillos y costeños. En Veracruz se incluyen en un pipián llamado tlatonile. Otra forma de consumirlas es como botana, con lo cual únicamente se fríen en aceite o se tuestan en un comal, usualmente con sal, limón y salsa picante y tradicionalmente acompañando el pox.  En la cultura mixteca tienen grandes significados; uno dice que si aparecen hormigas coloradas debajo de un metate o fogón es señal de que la muerte está rondando la familia, sobre todo si se encuentra un hormiguero debajo de la casa.

Dra. Carmen Báez Ruiz

drabaez1@hotmail.es

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