Naturaleza
El pez elefante, o pez nariz de elefante (Gnathonemus petersii), es un pez muy singular de la familia Mormyridae. Vive en aguas cálidas, blandas y ácidas con una temperatura entre 23° y 25° en las aguas de África Occidental y en ríos como Zaire, Benue y Ogun. No utiliza mucho sus ojos para detectar objetos cercanos, sino que usa la electrolocalización. Es un pez cazador que puede llegar a pesar 12 kg, medir 1.5 m. y posee un gran potencial eléctrico. La vida media es de entre 6 y 10 años.
Su morfología es curiosa, puesto que su nariz tiene forma de trompa, mientras los ojos y la boca están al mismo nivel (la mandíbula inferior se extiende en un órgano móvil con forma de apéndice alargado). De color marrón parduzco muy oscuro, hay un par de bandas verticales algo amarillas que se extienden desde la parte posterior de la dorsal hasta la aleta anal.
No es un pez impresionante en cuanto al color, pero es agradable por sí mismo, es discreto, existen escasos ejemplares albinos; el perfil es simétrico, en la parte ventral y en la dorsal. Muestra aletas dorsales y anales pequeñas e idénticas al final del cuerpo y en la parte inferior, respectivamente. No cuenta con espinas duras, ni en la aleta dorsal ni en la caudal. La longitud de su cabeza constituye aproximadamente una cuarta parte del cuerpo. No posee escamas, por lo que resulta muy sensible a determinadas sustancias químicas, como son los medicamentos, la sal, incluso a la calidad del agua.
Posee un mentón en forma de trompa, de ahí deriva su nombre. Esta protuberancia llamada Schnauzenorgan, la utilizan para buscar entre el fondo de los ríos y encontrar a sus presas. Es un pez a primera vista tímido, pero en realidad es un muy territorial por su hábitat. Sus hábitos son nocturnos. Es carnívoro y su alimentación se compone de gusanos diminutos, así como de invertebrados acuáticos. No se encuentran diferencias evidentes entre machos y hembras del pez elefante.
Los peces con nariz de elefante son nocturnos, lo que significa que no pueden confiar en sus ojos cuando cazan presas. En realidad no los necesitan, pues llevan una especie de «linterna eléctrica» en la cola, que utilizan para generar pulsos eléctricos cortos, hasta 80 veces por segundo. Emite descargas eléctricas para defenderse de los demás peces y orientarse en aguas oscuras, es decir, como un sonar o para comunicarse con los de su especie, pero solo con los que estén cerca de él cuando emita dicha descarga. Estas descargas son algo molestas para el resto de los peces que se encuentran a su alrededor.
Tiene dos sistemas especializados que lo ayudan a sentir su entorno: un sistema pasivo adaptado a las diminutas firmas eléctricas de todo lo que vive en su entorno, incluidas las presas, y un sistema activo que emite de forma voluntaria impulsos breves de electricidad. Dispone de alrededor de 15 mil electro-receptores tuberosos, ubicados sobre todo en la parte superior de su cuerpo. Si un pez se encuentra con otro que realiza una emisión en una frecuencia distinta, calcula la diferencia entre ambas, modifica su frecuencia y le da una respuesta defensiva. No solamente evita interferencias, sino que advierte a otros individuos que están cerca.
No hay ningún otro pez que se parezca a la nariz del elefante. La reproducción y cría de peces elefante es algo extremadamente difícil de lograr.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es
