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Cuidado con las Dietas Rigurosas

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El Rincón del Tío Salim

Sobrinitos,

Un error frecuente que casi todos cometemos es adherirnos a dietas restrictivas que no funcionan y que, contrario a lo que se desea, provocan descontrol corporal y alteraciones en el estado de ánimo. Los cambios en la dieta y la incorporación de hábitos saludables deben realizarse de manera paulatina para que el organismo se adapte a una nueva ingesta kilocalórica.

Por ejemplo, si se estaban consumiendo 2500 o 3500 calorías, y de repente la dieta considera 1000 calorías, ese cambio y balance energético provoca que rompan con la dieta, al consumir cantidades inadecuadas.

Lo ideal para implementar una dieta, en cualquier caso, es consultar con un especialista en nutrición, quien podrá establecer los nutrientes necesarios y la cantidad de calorías necesarias de acuerdo con la edad, peso, metabolismo, si es hombre o mujer y cuánta actividad física realiza.

Estas son algunas recomendaciones básicas para tomar en cuenta e iniciar una vida saludable con éxito.

Regular el consumo de agua. Se recomienda tomar 2.5 litros de agua al día, para evitar la deshidratación.

Alimentación balanceada y saludable. Tener un balance en la ingesta de alimentos, regulando las porciones e incluyendo más verduras y frutas (más de las primeras), seleccionar cereales integrales tales como el arroz y la pasta integral, ya que estos contribuyen a disminuir el colesterol y la glucosa. Evitar harinas refinadas, como tortillas de harina y pan de caja; no optar por papa cocida y purés.

Realizar actividad física. El ejercicio cardiovascular, como bicicleta estática o tradicional, así como trotar, ayuda a regular el colesterol y triglicéridos.

Es importante hacer ejercicio no solamente por cuestiones de estética, sino porque de esa manera preservamos nuestra salud.

Tranquilidad mental. Tener un equilibrio para no apegarse a dietas restrictivas, ni ingesta excesiva, con ello se evita poner en riesgo la conducta. El estrés y mala alimentación provocan disminución de la serotonina, lo cual incrementa el gusto por azúcares simples o refinados.

Evitar licuados con la combinación de frutas, cereales y azúcares. Esta bebida puede generar la percepción de que hay un menor consumo, pero calóricamente tiene un gran impacto. Lo mejor es tomar un desayuno tradicional, por ejemplo, dos quesadillas de maíz con panela o queso Oaxaca bajo en grasa y rellenarlo con vegetales.

Respecto a la regulación de colesterol, es recomendable el consumo de carnes blancas, tales como pollo o pescado, así como leche light.

También es recomendable limitar el consumo de sodio, ya que este provoca que suba la presión y la retención de líquidos.

En cuanto a la glucosa, evitar los azúcares como piloncillo, miel, cajeta, mermelada, azúcar simple; hay que consumir estos lo menos posible o sustituirlos con algún edulcorante.

SALIM ALCOCER LIXA

Salimalcocer76@gmail.com

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