Yngwie Malmsteen, El vikingo que irrumpió en nuestras vidas

By on marzo 6, 2020

Un 5 de marzo de 1984, el guitarrista sueco Yngwie Malmsteen lanzó su primer álbum como solista bajo el título de ‘Yngwie J. Malmsteen´s Rising Force’, un sorpresivo trabajo de duro rock neoclásico con un músico virtuoso que desplegó talento a raudales en cada uno de los tracks. Un disco memorable que vale la pena recordar.

En octubre de 1983, Yngwie grabó su primer álbum profesional de calidad con la banda Alcatrazz, liderada por el ex Rainbow Graham Bonnet, el cual llevó por título “No Parole from Rock And Roll”, logrando éxito al ingresar al puesto 128 de la lista de Billboard, donde se mantuvo por seis semanas, siendo “Island in the Sun” el sencillo más recordado en los Estados Unidos, mientras que “Jet to Jet” caló hondo en Japón, donde creó una escuela de seguidores del estilo del Dios sueco.

Yngwie Malmsteen todavía formaba parte de Alcatrazz cuando comenzó a componer los temas que formarían parte de su explosivo álbum debut grabado en los Record Plant Studios de Los Angeles, haciéndose cargo de todas las guitarras y el bajo, mientras que el baterista Barriemore Barlow y el tecladista Jens Johansson lo ayudaron a grabar toda la música de los nueve tracks incluidos, siete instrumentales y dos con la poderosa voz del gran cantante norteamericano Jeff Scott Soto.

Con este álbum, Yngwie dio el anhelado salto a la fama que buscaba desde años atrás como integrante del grupo Steeler, logrando éxito comercial y principalmente de la crítica especializada. Es un excelente disco que debe degustarse de principio a fin para disfrutar esa soberbia fusión de rock y música clásica, con influencias de Deep Purple, Paganini, Bach y Beethoven.

Black Star sacude nuestro cerebro con sus recorridos clásicos a una velocidad sorprendente sobre una base machacante y heavy, preparándonos para la trepidante Far Beyond the Sun, himno galopante que va otorgando a Yngwie espacios para solos alucinantes.

Evil Eye es una maravilla, con diferentes ‘escenarios musicales’ que siguen una misma guía neoclásica fabulosa, con una base rítmica agresiva que hace más deleitable el sonido de las guitarras acústicas y las eléctricas, siendo además una obra muy atmosférica y misteriosa, sobre todo con ese final.

La joya del disco es ‘Icarus Dream Suite Op. 4’, una pieza que dibuja claramente el sonido Malmsteen. Solamente hay dos temas con voz: Now your ships Are Burned y As above, So Below, cantadas de manera excelsa por Jeff Scott Soto, principalmente la segunda porque, al ser un tema in crescendo, Jeff se ve retado a alcanzar los tonos agudos acordes a la armonía del tema, y lo hace de manera fabulosa, sobresaliendo también el intro de Johansson, realmente delicioso.

Little Savage y Farewell cierran un trabajo que no inventó el género neoclásico porque este ya había sido creado por Rainbow, de quien Yngwie era gran fanático, pero que sí lo impulsó a ritmos más heavy, llevando el desafío de la composición hacia un terreno más adentrado en la música docta, pero con una base rítmica más contundente.

El éxito de este trabajo resultó sorpresivo en su momento, aunque en parte se debió al crecimiento que el metal como género estaba viviendo en aquella década que fue la de su consolidación.

Yngwie ya no formaba parte de Alcatrazz cuando fue lanzado Live Sentence, grabado en enero de 1984 en Tokio, incluyendo algunos temas de Rainbow. Según Billboard, el álbum pasó 16 semanas en la lista y alcanzó el número 133. Había que aprovechar el impulso logrado por el ex integrante.

Yngwie J. Malmsteen´s Rising Force es un disco que sorprendió en su época el deslumbrante virtuosismo de este músico que forma parte de los grandes héroes de la guitarra de toda la historia.

RICARDO PAT

riczeppelin@gmail.com

https://www.youtube.com/watch?v=T1Va1F1dQWo

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