Un Buen Trabajo

By on septiembre 9, 2021

Editorial

III Informe

El Presidente de nuestro país cumplió el pasado miércoles, día primero de septiembre, con la disposición constitucional de rendir un informe del ejercicio de sus funciones del año precedente.

La atención de cientos de miles de mexicanos se orientó a la escucha y visualización del evento cívico, impactante en esta ocasión, por su sencillez y claridad.

Se omitieron los cansados enunciados de las miles de acciones públicas ejecutadas por el poder ejecutivo nacional y su titular; puede decirse válidamente que la esencia de informe fue comunicar a la sociedad mexicana lo que ha sido a la fecha el recorrido de la ruta de trabajo del primer mandatario de nuestro país, el Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Quienes a lo largo de nuestras vidas hemos convivido con hermanos tabasqueños sabemos cómo son en su permanente alegría y calidad humana, su solidaridad y amistad que, en todos los momentos y circunstancias, fueron para nosotros afortunados.

La parafernalia histórica de este tipo de informes anteriormente incluía la movilización de todos los integrantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, funcionarios de muy alto nivel y gobernadores, además de invitados especiales.

Ahora, la sencillez y sobriedad fueron una grata innovación que, bajo la amenaza cierta de una pandemia presente, se consideraba recomendable.

Ello no disminuyó ni un ápice la relevancia del evento. La sobriedad se impuso en el reducido salón que aglutinó la representatividad de los poderes nacionales y de invitados representativos imprescindibles.

La transmisión simultánea por radio y T.V. a todo el país dio amplitud plena a la cobertura informativa.

Sobriedad republicana podría ser un calificativo adecuado a esta ceremonia oficial.

Una inteligente planeación derivó en el éxito de la cobertura completa, nacional y mundial del evento.

Por ello, la reflexión sobre los millones de pesos ahorrados es obligada, cuando era una costumbre aceptada, evidentemente una muy costosa mala costumbre.

La sencillez y la solidaridad, de la mano, reciben ahora el reconocimiento y aplauso público que premia a los actuales organizadores.

Los cuantiosos recursos presupuestales no erogados habrán de hallar rutas más útiles para servir a la comunidad.

Enhorabuena y sincero aplauso a nuestro presidente y colaboradores, por los cuales ha llegado al gobierno nacional la brisa fresca de los nuevos tiempos de la democracia en México.

Que sea para bien.

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