Serapio Rendón en la Revolución Mexicana (1867 – 1913), de Arturo Menéndez Paz
EL AUTOR
ARTURO MENENDEZ PAZ es un calificado escritor de estirpe universitaria y egresado de la Escuela Normal Superior de Yucatán, con una larga carrera en la docencia.
Nació en Mérida, Yucatán. Cursó estudios en la Escuela de Comercio y Administración de la Universidad, y de Maestría en Administración Escolar en la Escuela Normal Superior de Oaxaca. Desde muy joven inició sus actividades como periodista en “Diario del Sureste” y como catedrático de Gramática Castellana, a nivel de enseñanza preparatoria; ha destacado como orador y conferenciante, y participado en numerosos foros.
El señor Menéndez Paz tiene en su haber dos libros: uno acerca del grabador Guadalupe Posada, escrito en 1965, y otro referido a la historia de la hoy Facultad de Contaduría y Administración, que ha merecido una reedición y actualización.
Algunos de sus ensayos, recogidos en volumen o publicados en las páginas de la “Revista de la Universidad de Yucatán”, que han merecido juicios críticos de personalidades de la valía de Antonio Rodríguez, P. Fernández Márquez, Gabriel Ferrer de Mendiolea, Esteban Durán Rosado, Alfredo Cardona Peña y Roldán Peniche Barrera, son:
Cervantes y Don Quijote
La literatura maya en el tiempo
Lectura de Alfredo Cardona Peña
Posada en el arte y en la vida de México
El lenguaje de los jóvenes
Una interpretación socioeconómica de Yucatán
Apuntes históricos sobre la Escuela de Comercio y Administración (UADY)
Continuando con su afán investigador, AMP ofrece ahora un esbozo biográfico del Lic. Serapio Rendón Alcocer, figura prócer en el temprano proceso social y político de la Revolución Mexicana, que ocupó de largos años atrás su atención e interés y a cuyo seguimiento ha dedicado tanto tiempos libres en su quehacer cotidiano, como fervoroso apasionamiento.
Menéndez Paz combina con su magisterio docente el periodismo literario y el ensayo, campos ambos en los que ha descollado por su pluma atildada, la propiedad en el empleo del idioma, y el enfoque que da a sus temas. Orador, cuentista, ameno charlista y otras tantas facetas caracterizan y se entregan en la personalidad del autor del presente esquema biográfico.
AGRUPACION NACIONAL DE ABOGADOS AL SERVICIO DEL ESTADO DE YUCATÁN
Huerta no es estadista. De los complejos factores cuya acción combinada produce el equilibrio dinámico de las sociedades y los gobiernos, tiene fe nada más que en uno: la fuerza militar.
En el factor hombre sólo busca una cualidad: la obediencia ciega e incondicional; mientras tiene confianza en ésta, no le importa que sus servidores sean venales, depravados, ineptos, asesinos.
En cuanto a él mismo, ya se le conoce bien: amoral por idiosincrasia, abúlico por los efectos del alcoholismo habitual, disoluto en su conducta personal y desordenado en el manejo de los negocios públicos.
JOSÉ VERA ESTAÑOL
Y he de empezar por decir que la XXVI Legislatura Constitucional y Libre o libérrima, es de rica historia. Dramática. Trágica. Y ominosa. Quien haya vivido en aquellos días –por 1912 y 13– sabe que fueron de tormentas. La pasión política tuvo entonces manifestaciones de feracidad y de heroísmo.
ANTONIO ANCONA ALBERTOS
I N D I C E
- Introducción
- Presentación
- Liminar
- Datos biográficos
- La XXVI Legislatura Federal
- Los intelectuales y el Huertismo
- El asesinato de Serapio Rendón
- Razones y sinrazones del homenajismo
APENDICES.
- Texto del Memorial presentado por los diputados del “Bloque Renovador” de la XXVI Legislatura al Presidente Madero.
- La disolución de la Cámara de Diputados por Huerta.
- Rectificaciones históricas de los legisladores acerca de los acontecimientos de febrero de 1913.
- Notas
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN DEL AUTOR
El presente ensayo –a todas luces incompleto– es resultado de una labor realizada, en lo referente al acopio de información, durante más de una década, aunque mucho antes la sugestiva personalidad del licenciado Serapio Rendón había ganado nuestra atención.
Los propósitos estuvieron limitados, de una parte, por la falta de información documental sobre la vida del héroe en las bibliotecas públicas y privadas en las que consultamos; y de otra, por las contradicciones existentes entre varias de las fuentes consultadas, algunas de las cuales –por filias o por fobias– representan, más que interpretaciones subjetivas, una verdadera falsificación de las etapas maderistas y huertistas de la Revolución Mexicana.
Nos ha sido de utilidad en la empresa el apoyo del poeta Alfredo Cardona Peña, y del escritor Esteban Durán Rosado durante varias estadas en la Ciudad de México, en la que muchos días y horas dedicamos a investigar en la Hemeroteca Nacional. Continuamos y concluimos el trabajo en el benemérita “Hemeroteca Pino Suárez”, de Mérida.
Resulta obvio todo elogio a la colaboración, tan generosa, del ingeniero Julio Rendón Ponce, quien con talento y paciencia ha conservado y reunido valiosos documentos sobre su ilustre padre, y cuya cordialidad hizo posible que los consultáramos.
Lo que ahora presentamos es el boceto y no la obra final, ¡queda mucho en el tintero!; lejos de desarrollar exhaustivamente los temas, nos limitamos a una visión de síntesis, gratamente estimulados por la invitación que nos formulara el Lic. Adonay Cetina Sierra para colaborar con la “Comisión Estatal para la celebración del 175 Aniversario de la Independencia Nacional y 75 de la Revolución Mexicana”. Ello nos alentó para revisar los materiales reunidos y escribir estas líneas sobre un yucateco, revolucionario a nivel superior y moralmente vertebrado, que en su tránsito histórico es fuente de inspiración y guía.
PRESENTACIÓN
La Agrupación Nacional de Abogados al Servicio del Estado de Yucatán, filial de la Federación Nacional de Abogados al Servicio del Estado, dentro de sus objetivos de trabajo social tiene editar obras que contribuyan a una mejor comprensión de la Revolución Mexicana; estimular el amor cívico y el deber patriótico, como también recordar y rendir homenajes fervorosos a los hombres que, con su trabajo trascendente y hasta con su sacrificio, contribuyen a la grandeza moral, espiritual y social de los mexicanos.
Dentro del espíritu y férrea intención que en aquel mencionado objetivo nos alienta, y considerándose que la personalidad del señor licenciado don Serapio Rendón tiene múltiples y brillantes virtudes y ejemplos de la más alta calidad cívica y social dignos de emulación, con grato placer y júbilo nuestra Agrupación edita este estudio biográfico, muy bien logrado, original del señor profesor Arturo Menéndez Paz.
La vida y obra de don Serapio Rendón –ilustre profesional del Derecho y luminaria del martirologio revolucionario nacional– por muchas razones debe ser conocida por las nuevas generaciones de mexicanos; máxime en las actuales circunstancias difíciles de nuestro país, cuando a la crisis económica sucede la social, que los enemigos acérrimos de la Revolución pretenden achacarle a ésta, sin percibir, o con perfidia manifiesta percibiéndola, que las naciones sufren hoy presiones y embates poderosos externos, difíciles de enfrentar y vencer con buen éxito, que ponen en serio predicamento la independencia, la autodeterminación, el desarrollo y la felicidad nacionales.
Con beneplácito, pues, y la certeza de la utilidad que prestará a los mexicanos de hoy y de mañana el meditar y reflexionar acerca de las acciones y las ideas del Lic. Rendón Alcocer, sale a la luz pública esta nueva y bien documentada versión biográfica porque creemos que su pensamiento y actuación serán orientadores para los revolucionarios nacionales de todos los tiempos que se enfrenten, como en 1913 lo hiciera el paladín sacrificado, a una embestida contrarrevolucionaria que siempre será estéril de frutos, pero fértil de mártires y de patriotas.
Un grande de América, el Lic. D. Benito Juárez, lo ha dicho: moralmente es imposible el triunfo de la reacción en México.
Abog. Orlando A. Paredes Lara
PRESIDENTE DE LA AGRUPACION
Mérida, Yuc., México
Marzo de 1986.
LIMINAR
La semblanza biográfica, debida al afán investigador del escritor Arturo Menéndez Paz, viene a llenar un vacío inexplicable o una omisión involuntaria para la mejor comprensión, conocimiento y estudio de uno de los más valientes, fogosos y populares promotores de la Revolución Social Mexicana en el primer decenio de esta centuria finisecular: el señor Licenciado D. Serapio Rendón y Alcocer.
Ciertamente, hay artículos breves, menciones aisladas y noticias dispersas acerca de la actuación del Lic. Rendón, pero todos esos estimables datos o rasgos biográficos no aproximan al lector a lo que fue la vivencia, el pensamiento, el ambiente o la época del luchador social mencionado, cuyo recuerdo vivo y emocionante quedó imborrable y firme en la conciencia de los directivos y masas fundadoras de la Casa del Obrero Mundial de México, como también en la de los guías y forjadores de la temprana organización del movimiento proletario nacional.
El 25 de mayo de 1913, durante un mitin de propaganda sindicalista, efectuado por causa de fuerza mayor en el Hemiciclo a Juárez, Serapio Rendón dijo estas palabras: “Yo soy de la porra y de ello no me ufano. La porra es fatídica para los explotadores, ¡porque la porra es el Pueblo que ansía Libertad. ¡Hemos abrazado el ideal socialista y con él debemos ir al progreso, despojándonos de todo ese fardo de ideas rancias y prejuicios hipócritas que nos encadenan al potro del viejo suplicio!”
“En el mundo las masas –continuó– tienen dos caminos: la Reacción y la Revolución. En el primero desempeñan el triste papel de esclavos, sufriendo la más inicua explotación que ejercen sobre ellos los amos, casta criminal que le niega al hombre la Libertad, la Justicia y el Derecho humano. El segundo representa las ansias y los anhelos de los pueblos en marcha hacia su total reivindicación, mediante la transformación del odioso sistema capitalista.”
Su discurso es largo –nos dice el historiador del movimiento obrero D. Luis Araiza– y muy interesante, pero antes de terminar increpa duramente a los policías uniformados al servicio del usurpador Huerta; entre sus frases se escuchan éstas: “Id a decir a vuestros jefes que vuestros servicios no son aquí necesarios, porque el Pueblo tiene conciencia de sus derechos y respeta los ajenos, y por ende no necesita vigilancia.”
Así se expresaba el prócer diputado del Bloque Renovador de la Cámara; con valor personal de hombre, con valor civil de revolucionario, y con claro sentido de la doctrina de la justicia social. A ese mitin histórico que selló el principio del fin del tribuno yucateco, asistieron como invitados distinguidos los no menos incendiarios oradores Jesús Urueta, Rafael Pérez Taylor y José Santos Chocano.
Desde el escaño parlamentario federal, don Serapio Rendón luchó por la vigencia de una ley que estatuyera como máxima la jornada de ocho horas; de otra que instituyera indemnizaciones por accidentes de trabajo, y el reconocimiento obligatorio para los patrones de la personalidad de los directivos de las Uniones y Sindicatos de los Trabajadores. Cuatro años más tarde, otro diputado federal yucateco –Héctor Victoria Aguilar– lograría la discusión seria y la promulgación constitucional de un artículo que cristalizara el ideal de Rendón y Alcocer.
Lo medular de la actuación pública y social –la histórica– de Rendón se halla concentrado en una investigación del universitario y catedrático Menéndez Paz, que se fundó en documentos elocuentes o indubitables, en testimonios irrefutables, y en recuerdos y datos aportados por los descendientes directos y supérstites del mártir, que viven en la ciudad de México.
El presente estudio, por fin, es un trabajo biográfico donde no hay desperdicio; antes bien, da pautas para obras e indagaciones extensas acerca de nuestra Revolución Social de 1910.
“Yucatán una vez más –afirma el Profr. Antonio Bustillos Carrillo en un artículo sobre Serapio Rendón–, por medio de uno de sus hijos, aportaba su lealtad hasta el sacrificio a la Revolución: como hiciera Quintana Roo en las luchas de la Independencia; Crisóstomo Cano y Cano en la defensa de Chapultepec junto a los Niños Héroes, y en donde quiera que se necesite sangre, sudor y lágrimas, para que la patria viva, esa región mexicana está y estará siempre, como ahora, ¡pidiendo para Serapio Rendón la justicia que su nombre espera y que su gloria se asocie a los adalides y a los mártires de México!”.
Lic. José Adonay Cetina Sierra
Mérida, Yuc., marzo de 1986.
[Continuará la próxima semana]