Con la modestia que le era característica, una gran calidad personal y la humildad que siempre se le reconoció, el pasado lunes 22 de diciembre se desligó de la vida el director teatral, impulsor de vocaciones y creador de “Unidad Artística Universitaria” en la década de los cincuenta, Don Luis Armando Trejo Cardos.
Hombre de bien, contagió con su entusiasmo a las mentes juveniles como él mismo, inclinando sus vocaciones hacia el teatro, los escenarios, la actuación profesional, la creación artística.
Impulsó a valiosos elementos humanos plenos de sensibilidad artística que aún transmiten las lecciones de actuación y la conducta profesional que de él aprendieron.
Luis Armando Trejo era vitalidad, entusiasmo, vivacidad. Obra tras obra, “Unidad Artística Universitaria” mantuvo su presencia en festivales, ante diversos públicos, representando con su actuación al sureste del país en festivales nacionales.
Cuidadoso en el trabajo escénico que desarrolló, recogió aplausos por las puestas en escena de “Los Desarraigados”, “Se Vende un Hombre”, “El Joven Segundo”, “Tangentes”, “Antes del Desayuno”, “Después, Nada”, “Las Cosas Simples” –que fue uno de sus éxitos mayores–, “Fausto y Margarita” y “El Paraje de la Luna Rota”.
Su trabajo de dirección dejó honda huella en toda una época del teatro experimental en Yucatán. Solamente una obra ensayada no pudo presentar, “Las Alas del Pez” de Fernando Sánchez Mayans, por no haber autorizado el autor el estreno.
Nuestro director, Luis Armando, no estará nunca para las lágrimas.
Siempre recibirá de nosotros el aplauso.
Descanse en paz.