Rockeros Auténticos

By on marzo 13, 2015

ARTICULO-ROCK-DE-SERGIO

Todo comenzó con una foto tomada en el concierto de Ringo Starr: uno de los principales voceros del rock en Yucatán se encontró ahí con varios camaradas de hace algunos ayeres y decidió inmortalizar el momento y, posteriormente, subirla a su página de grupo en Facebook. Al postearla, se refirió a sus acompañantes como “rockeros auténticos” e invitó a los participantes de su grupo a identificarlos en los comentarios.

Un participante del grupo de Facebook donde se publicó la foto entonces comentó que “Éstos geriátricos personajes y sus posts… No pueden hacer una mención bien, no existe nadie más talentoso en el rock que ellos y bueno, ya ni siquiera existen mas «rockeros» que ellos en esta ciudad. Al menos Yo, no he tenido el gusto de ver a ni uno de ellos en un escenario. Se me hace que los «auténticos» rockeros son posers” (sic).

Esto desencadenó una andanada de comentarios entre aquellos que piensan que era un muy desafortunado comentario (no con estas palabras, aclaro), y aquellos que defendían la opinión del “joven” comentarista, tampoco con palabras amables.

Déjenme decirles que no había visto tantas opiniones a partir de un comentario que a todas luces es de mal gusto puesto que va dirigido con singular desprecio a gentes que se han ganado un prestigio en el medio rockero. El comentario, a mi juicio, suena más a un “por qué ellos sí, y yo no”. Al parecer, lo que encendió al comentarista fue esa etiqueta de “auténticos” que se usó y, como dicen por ahí, “así comenzó la pelea”.

Esta es otra evidencia de algo que se ha dado recurrentemente en nuestro medio y que se ha escrito hasta el cansancio: no sabemos hacer equipo y, en este caso, tampoco en lo que a música se refiere.

Desde sus orígenes, el Rock ha sido catalogado como instrumento del demonio, elemento transmutador de las buenas costumbres, instrumento de perdición, puerta a las peores bajezas, representación de la rebeldía, etc., etc., etc. ¿Y saben qué? Con peleítas como la que relaté al inicio le estamos dando la razón a todos aquellos que no logran ver nuestra música como un medio de expresión, como una cultura, como una manera de vivir.

Observen cómo no somos capaces de apoyarnos como intérpretes, como cronistas, como asistentes a nuestros eventos y, por el contrario, la manera en que el uso de una inocua palabra como lo es “auténticos” – que, por cierto, se usó como un adjetivo para dar un reconocimiento y jamás me pareció que fuera una declaración de exclusividad – levanta ámpula entre todos nosotros.

Todas las opiniones son bienvenidas, y todas merecen ser escuchadas, pero el elemento fundamental que evita que nos vayamos a los golpes, o hasta la guerra, está ausente en este tipo de discusiones, y viene a ser el elemento más importante que tenemos como individuos: el respeto.

¿Cómo podremos dialogar si no respetamos la opinión de otros y, en vez de encontrar puntos comunes para acordar, hacemos evidente todo aquello que nos hace diferentes?

¿Queremos que se nos vayan abriendo espacios? Comportémonos cuando alguien nos abra un foro y sigamos las reglas para una adecuada convivencia, respetando las reglas del local.

Perro-y-gato-peleando

¿Queremos obtener reconocimiento en lo que hacemos, en nuestras interpretaciones musicales, en nuestras letras y en nuestra manera de ver la vida? Esforcémonos entonces porque nuestras acciones, no nuestras palabras y opiniones, sean las que demuestren la madera de la que estamos hechos; el resto vendrá solo si tenemos la calidad y la dedicación.

¿Queremos vivir de la música en paz? Adquiramos el material que se esfuerzan en lanzar aquellos que lo han intentado, consumamos nuestros productos locales (los hay muy buenos), asistamos a los eventos y abramos la mente a otras expresiones, evitando descalificar y mucho menos insultar.

Si ya sabemos que el medio no es fácil, ¿qué shingáos ganamos haciéndolo más difícil, eh?

Ya hay buenos ejemplos de que sí se puede obtener respeto y ganancias en el Rock, como atestiguan los frecuentes y muy asistidos conciertos-homenaje en un bar de la ciudad (Kiss, Mötley Crüe, etc.), o algunos de los eventos a los que hemos asistido, como el de homenaje a Erick Flota, o el reciente arribo de Ringo Starr y su All Starr Band. Me parece que el movimiento está creciendo y pudiera ser algo bueno, pero necesitamos organizarnos y apoyarnos.

Tropicalizando una expresión gringa, permítanme agregar que todos los seres humanos tenemos dos cosas en común: pirix y opinión.

Pensemos, pues, en lo que queremos decir y en la manera en que lo hacemos. Luego pensemos en nuestra manera de actuar y observemos si estamos contribuyendo a eso que deseamos: vivir del Rock.

Vayámonos respetando y apoyándonos.

Como bien dice un buen rockero amigo mío, con justa razón: se trata de sumar, no de dividir.

Gerardo Saviola

gerardo.saviola@gmail.com

2 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.