Reencuentro de la APEY en Chemax, Yucatán

By on diciembre 13, 2019

En lo que vino a ser un momento histórico, dos integrantes de una generación universitaria que compartió aulas, periodismo, ideología y pensamientos progresistas tuvieron un feliz reencuentro, concertado previamente con el fin de intercambiar experiencias, nostalgia y agradables recuerdos de lo que como jóvenes de una misma generación ambos convivieron en la intensidad que solamente la juventud puede aportar.

Después de un acuerdo telefónico previo en el que intervinieron como mediadores la familia del Dr. Luis H. Martín y los colaboradores del C.P. Luis Alvarado Alonzo -quien escribe esta nota-, este último partió de Mérida hacia la cita concertada en las primeras horas de la mañana de ese 9 de diciembre de 2019.

Para este escritor, el recorrido constituyó un ejercicio mental de remembranzas, actuaciones vividas en momentos políticos de campañas, recorridos como acompañante de visitantes distinguidos a zonas arqueológicas, templos y construcciones coloniales de toda índole que, a lo largo de nuestra existencia, nos permitieron conocer con mayor profundidad nuestra historia, hechos y sitios relevantes, la evolución dolorosa y explotación de nuestros congéneres mayas, y también para convivir en reuniones de tipo periodístico estudiantil de épocas precedentes en que el entusiasmo y la creatividad juvenil florecieron, logrando una circulación mensual de más de veinte periódicos estudiantiles afiliados a la APEY, agrupación en donde convivimos jóvenes periodistas de Mérida, pero también de muchos otros municipios como Izamal, Valladolid, Tizimín, Progreso, Chemax, etc.

La Asociación Periodística Estudiantil Yucateca fue y sigue siendo referente y nuestro orgullo histórico porque desde esa fecha, paulatinamente, los jóvenes han ido perdiendo interés en su formación intelectual, privilegiando el sentido económico en sus vidas por encima de las experiencias adquiridas en cultura, política y corrientes ideológicas.

Es triste constatar ahora la pobreza ideológica y el nulo activismo del recurso humano juvenil en los centros educativos de nivel superior y medio donde los que cursan estudios no se interesan por la afirmación de sus espíritus creativos y desarrollo de sus capacidades culturales.

Por ese entonces, veinte periódicos agrupados en la Asociación Periodística Estudiantil Yucateca dejaron su firme huella en la historia como una generación de jóvenes visionarios y progresistas.

De ese grupo inicial, y aún siendo jóvenes universitarios, uno que otro de nuestros compañeros ha fallecido.

La gran mayoría culminó su formación profesional en la Universidad y dio inicio a una vida de servicio, con sus conocimientos, a la sociedad de Yucatán y al mundo.

Separados físicamente por el desempeño de nuestras diversas profesiones de nivel universitario y sitios de trabajo dispersos, aún nos quedaba tiempo para buscarnos y convivir, apoyarnos mutuamente y continuar siendo útiles con ideas, planteamientos, estudios o análisis, para dar sugerencias o aportaciones a fin de elevar los niveles de convivencia social, formar conciencias a través del magisterio, ser honestos y creativos como servidores públicos y, cualquiera que fuese la comisión o empleo que se nos asignase, dar lo mejor de nosotros con la frente en alto y las manos limpias.

Fuimos, y continuamos como supervivientes, sintiéndonos comprometidos como integrantes de un grupo universitario, con altos valores y calidad en el servicio público, al que vimos como oportunidad de servir a los demás, no de servirnos a nosotros.

Y así, uno a uno, los integrantes originales, cargados de edad y en veces de enfermedades fatales, fueron agotando su salud, entregando su máximo y postrer tributo a la naturaleza.

Con cada ausencia no nos sentíamos menos, porque asumíamos entre los restantes el espacio vacío de quien ya no se encontraba físicamente entre nosotros.

Nuestra bandera, universitaria de procedencia, aún ondea con orgullo, con dignidad y respeto.

Y ahora, de ese aguerrido grupo inicial de jóvenes universitarios, no soñadores sino realistas, quedamos dos elementos que llevamos el espíritu creador de aquella generación universitaria de mucho mérito.

Por ello el reencuentro, el recorrido por las carreteras de la historia y de la geografía peninsular han sido de mucha importancia en esta vez.

Imagen del reencuentro del Dr. Luis H. Martín y el C.P. Luis Alvarado Alonzo. Diciembre 2019.

El sincero abrazo inicial de los dos únicos supervivientes de aquellos tiempos de convivencia creativa fue cálido, prolongado, como aprisionando entre los brazos de los dos compañeros presentes el de los otros cinco que fueron registrados en la fotografía de hace más de medio siglo, todos ellos con sonrisas juveniles y la fraternidad inocultable a flor de piel.

La generación de jóvenes periodistas universitarios en fotografía de esa época. La imagen fue captada en el lado sur del edificio del Teatro Peón Contreras.

Como en ese entonces, los ideales de justicia social continúan firmes y los lazos fraternos también.

 

Nota Bene

Nuestra gratitud al I.A. Héctor Tuz Xul, conductor de nuestro vehículo de traslado quien es, por su formación y experiencia cultural, una compañía calificada y profesional que comparte la visión de valores sociales con nosotros.

 

Luis Alvarado Alonzo

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