Perspectiva: Sembremos Árboles

By on mayo 22, 2015

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El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente”

  • Proverbio indio

Si bien es cierto que a últimas fechas el calor en nuestra noble y muy leal ciudad de Mérida se ha sentido como nunca antes – y conste que el que esto escribe no es un imberbe jovenzuelo, por lo que pudiera considerarse que poseo algo de experiencia en la materia – lo cierto es que este fenómeno no solo se presenta en nuestro terruño.

El fenómeno de aumento de la temperatura se está sintiendo en todo el mundo y trae algunas consecuencias como las que estamos sufriendo, y como las que hemos estado viendo en las noticias: tornados donde no se esperaban, lluvias fuera de lo común, nevadas prolongadas, etc.

¿A qué se debe todo esto? Estamos alterando nuestros ecosistemas consistentemente conforme avanza nuestro grado de industrialización y, por qué no decirlo, de confort. En nuestra ciudad, por ejemplo, cada vez son menos las personas que siembran árboles, los desarrolladores urbanos tampoco piensan en “árboles” sino en zonas con jardines – que no son lo mismo que un árbol – y, en la mayoría de los casos, las zonas de “donación” no son utilizadas con fines ecológicos.

Para empeorar la situación, nuestros políticos se van por la única solución que les ocurre: solicitar el acceso de nuestro estado al programa de la CFE de regiones de calor intenso, para que podamos instalar más aires acondicionados o ventiladores y no nos cueste tanto. ¿Alguno de ustedes ha escuchado que alguno de los candidatos – hay uno que ofrece “dos paseos verdes” pero que pierde completamente de vista que en su construcción tan solo aumentará los metros cuadrados de asfalto y cemento – en realidad tenga ideas que vayan a la raíz del problema, o que ofrezcan corregir lo que está mal? Vaya, ni siquiera el infractor electoral número uno de los partidos nacionales, ese que se anuncia en los cines y se llena la boca con sus “logros”, ha presentado una propuesta ecológica que permita revertir la tendencia, y la temperatura, que nos agobia.

¿Han visto la hora a la que los camiones de riego que se encargan de los parques, camellones y jardines lo hacen? ¿Se les hace lógico que lo hagan cuando ya los inclementes rayos del sol están cayendo sobre todo y sobre todos, cuando sabemos que lo único que logramos con esta añeja práctica es “quemar” las plantas? Me pregunto si no queda claro que, con cada planta que muere, los políticos tendrán la excusa perfecta para “gastar” en su reposición; entonces pudiéramos entender la práctica como una triquiñuela más en el beneficio de esos tipos. Eso debe terminar.

En realidad, la solución es simple: debemos reforestar y reducir el porcentaje de cemento y asfalto que ahora rodea nuestros hogares, nuestras calles, nuestros edificios. Debemos aplicar soluciones y tecnología comprobadas y novedosas. En ese plural esfuerzo deben participar empresas, instituciones privadas y públicas, escuelas, asociaciones, etc., pero sobre todo debemos participar nosotros activamente. Si esperamos que sea un político quien nos dé las soluciones, creo que podemos decir coloquialmente que “ya valimos”.

Así pues, aprovechemos opciones como las que se ofrecerá este próximo fin de semana en una cadena de gasolineras, en la que con cargar gasolina con ellos recibiremos gratuitamente un árbol; o asistamos a eventos como el que se realiza mensualmente en el parque de la Colonia Alemán en el cual se intercambian o regalan plantas y árboles, o informémonos sobre los “techos verdes”, y entonces actuemos.

Desde esta perspectiva, está en nuestras manos hacer algo para revertir este calor y contribuir a la mejora de nuestro ecosistema y, por ende, de nuestro planeta. Esto no es algo que los políticos tengan en su agenda.

Esto, como muchas otras cosas más para las cuales no necesitamos a los políticos – con lo cual hasta podríamos generar “ahorros” al prescindir de ellos y quitarles las excusas –, recae en nosotros. Nos toca actuar en beneficio de nosotros y de los que vienen detrás. Ejemplos existen, en Diario del Sureste hemos hablado del gran modelo que ha resultado el Parque Paraíso Maya Verde.

Sembremos un árbol hoy, fomentemos los espacios con jardines, disminuyamos las superficies de asfalto y cemento. Es por nuestro bien.

Gerardo Saviola

gerardo.saviola@gmail.com

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