PERSEGUIR EL MITO V

By on julio 30, 2015

PERSEGUIR EL MITO V

Habrá que perseguir el mito dentro de nosotros,

el mito que nos hará despedazarnos.

 

ESPEJO ANTIGUO

He dejado mi cabellera colgada de la lanza,

he cubierto mi escudo con hermosas gemas del Estigio.

Las fronteras de púas reclaman mi arrojo de Sadoth,

la luz embrutecida del Sinuhé que me presiento.

Bajo la noche de Asmodeo

beberé lo que me ofrezca el jícaro

en esa búsqueda por el agua de tu fuente.

Maravillosa Eréndira,

no calumnies la soledad de mi esperanto,

el monstruo flemático recorre los pasillos

del templo de Amenoteph donde me absuelvo

con el rostro y los huesecillos de los héroes bajo el brazo.

FIGURATIVO

Con el báculo de Aarón

golpeé los muros de tus piernas

y nos hundimos, cabras en la carne.

Mi adormecida Ella de caderas amplias,

de insoportables ritmos por la enramada de mi pecho,

vas agridulce como envidiada por la noche.

Me dejas protegido.

Los hombros como cuervos

desprenden limaduras de oro con el aletazo.

Golpeo con el báculo

hasta saciarme la sed con tu roca

 

Y CAYERON LAS MURALLAS

En esta hoja de papiro que Soy

voy con el sonido de trompetas

en el ulular del búho.

Soy esta vulgaridad de paradigmas que abre la noche

y nada de lo que Soy lo Soy en este tiempo descalzo.

Invicta Aniquirona de cuerpo anquilosado,

ha llegado el alba y el tiempo de volver

y reencarnar caricias.

Como Job bajo el árbol y las ronchas,

tantas quejas para el abismo,

tanto abismo sobre el rostro,

y ella se deshace la trenza

dispuesta a sanar mi cobardía:

pálida pálida la Muerte

me persigue en tu garganta

hasta arrancarme la voz invicta que Soy

 

NUNCA HARÁ FALTA PAN

y carne sobre la mesa de mis hijos,

los hijos de Satán

que me asedian y comen en mi espalda.

Pequeños escorpiones,

dejan poco a poco su veneno.

En las heridas sólo quedará mi hambruna

y tus uñas de amor abriéndome el estómago

 

DIORAMA

Tú eres el filo que hará rodar mi cabeza,

el ala de mercurio.

Tú que no me abortas   no me aplastas

gusano victorioso,

una más de las canciones que entonando van los faunos

eres Tú,

siempre Tú y los caleidoscopios

 

Tú, en la sinrazón de mi agonía

eres Tú o Yo mismo quien te inviste,

te embiste,

te invoca en la cintura de mis traumas

 

Yo, en el derretir pupilas de antílopes descarnados.

Yo ,en el muladar de tu recuerdo

sobre esa huida incierta de la carne.

Manos y alabastros olvidados detrás de los refugios

 

DETRÁS DE LA SOMBRA

Nos hemos lavado tantas veces la piel

el odio de las noches       el brillo de los dientes

y esa luz intacta en que nos despedimos.

Acá estoy detenido               Clausurado entre paredes

Ella me sobrevive.

Ella siempre me sobrevive como un corazón dispuesto,

una palabra tuya bastará para sanarme,

para encontrarme de nuevo en las ventanas de esta casa.

Ya la sangre corre por el suelo,

hace costra en los tobillos,

y no sé cuál es el signo escrito con ceniza en tu rodilla.

No hay humo blanco en la alcoba,

bajo la cama se clausuran los poemas.

Quiero mirarte regresar

desde las cuencas de mi calavera

HE CRUZADO RÍOS

servido a los poderosos   arreglado sus togas

gigantes que dejan su talón sobre hormigas de ácido fórmico

que me han roto el culo,

(bésame bésame bésame mucho),

y todos los enigmas se apresuran a cubrirme con su manto

 

Me he humillado con tal de seguir ofreciendo mi holocausto

bajo la hoguera de aquelarres antiguos,

donde los huesos son solamente el gemido

ensalivándome el ano,

(bésalo bésalo bésalo mucho),

y me sitian los desiertos de la trepanación y la pirámide.

Adán Echeverría

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