Motivaciones de las Calles – Mario Paloucci

By on agosto 7, 2020

-ENSAYOS POÉTICOS LATINOAMERICANOS-

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

Acuso de Recibo sobre la anterior publicación y agradezco sus comentarios a Rebeca Montañez, compañera de la Academia Liberal de Yucatán; de Luis Sánchez Gavito, Presidente del Colegio de Músicos de Yucatán; a Sergie Reynaud de la Feriere, representante de la Gran Logia Universal; a Víctor Buenfil y Laura Salamanca, esta última Presidenta de la Agrupación Liberal “Fraternidad y Justicia”.

Agradezco la correspondencia directa y el acercamiento del Diario del Sureste de todos los viernes a las plumas de los escritores vernáculos e internacionales, especialmente a través de sus secciones: Editorial, Cultura, Nuestras Raíces, y Entrevistas. Gracias a todos nuestros lectores, ahora por toda la faz de la tierra.

Rebeca Montañez – Hiram, gracias por darme a conocer a esta poeta. Fue una excelente lectura, dulzura y cadencia. Ojalá puedas compartirnos poesía de todos los autores de este libro sobre las “Motivaciones de las Calles”. Recibe mi saludo afectuoso

Rebeca, agradezco tus letras.

Esta semana engalana nuestras páginas el poeta amigo Mario Paolucci, Cronista Vitalicio de la Ciudad de Boca en Buenos Aires.

MARIO PAOLUCCI – Argentina

Mario Paolucci nació en Buenos Aires, en la barriada de Parque Patricios, el 15 de septiembre de 1941. Es colaborador de la Revista “Buenos Aires Tango y lo demás”; la Editorial Corregidor publicó ensayos suyos sobre la historia del tango. Ha colaborado con El Clarín, La Nación y otros medios. Trabaja con Oscar del Piore en Radio Municipal, desde 1965, en el programa “A Través del Tango”. Es corresponsal de diarios y revistas de Colombia, Uruguay y México, además de Cronista Vitalicio de la ciudad de Boca, en La Argentina. Mario, Gelasio Lula e Hiram García colaboran en el libro “Dos Latitudes” México-Argentina, “Tres Poetas en Pulso Azul”, pendiente de edición.

ANDANDO BUENOS AIRES

MARIO PAOLUCCI

 

 

San Telmo es un fantasma

rosado de vejez

sobre mi hombro herido

tus calles llevaron el eco de mi tos.

 

Allí anduvo nuestra sombra

con la muchacha canción

del último figón

las faldas ciudadanas ondearon sin cesar

y un olor de viejo mar rumbea la Ciudad

perfume de los barcos con todo su historial.

 

                        Eterna recalada en recuerdos

la penumbra de aquel bar

y un coro de mendigos y ladrones muy antiguos

lloraban la Ciudad

 

San Telmo es un fantasma

rosado de vejez

paradero final de hombres como yo,

perdidos por la niebla, los barcos y la tos.

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