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Monografía de la Universidad de Yucatán – X

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CAPÍTULO VI

UNIVERSIDAD DE YUCATÁN

(Segunda Época: 1938 a nuestros días)

DR. ALBERTO ROSADO G. CANTON

En el mes de julio de 1971, el Consejo Universitario nombró Rector, en sustitución del Abogado Francisco Repetto Milán, al Dr. Alberto Rosado G. Cantón, distinguido profesionista ampliamente relacionado con el quehacer universitario, pues ocupó el cargo de Director de la Facultad de Medicina desde el año de 1966. Prestigiado hematólogo, amante del estudio y la investigación, hombre recto y esencialmente metódico, inició su gestión con una reestructuración del sistema administrativo y la organización del Departamento Contable. Esta total reestructuración permitió el mejor control de los gastos aplicables al desarrollo de cada una de las escuelas y departamentos, así como la programación de obras y, en general, el cálculo de sus posibilidades de crecimiento.

VIDA ACADÉMICA

Para comprender mejor la evolución del sistema de enseñanza superior, tenemos que relacionarla con los avances y las corrientes sociales que se presentan en cada época; el fenómeno educativo no puede aislarse, de suerte que, en los niveles superiores de la enseñanza, inciden determinantemente los problemas económicos y políticos que se dan en el medio social.

En 1968, México vivió una experiencia trágica y dolorosa que, sin embargo, generó un cambio positivo en el campo de la educación superior. El movimiento de Tlatelolco, con todo cuanto de obscuro y confuso tuvo y tiene hasta la fecha, fue, al margen de los intereses bastardos y los resultados fatales que llenaron de luto el corazón de la mexicanidad, una verdadera explosión concientizante.

Todo México fijó los ojos en la Universidad, y la vida universitaria en la capital, y en la provincia, cobró una nueva dimensión. De aquí el fortalecimiento de las Asociaciones de Universidades y Centros de Enseñanza Superior, las reuniones de estudio y las declaraciones conjuntas en cuanto a la nueva política universitaria, el mayor apoyo económico federal, y la llamada Reforma Educativa puesta en marcha por el Presidente Lic. Luis Echeverría Álvarez.

En 1971, en el mes de julio –día 29– el Dr. Alberto Rosado G. Cantón inició en Yucatán el nuevo movimiento nacional universitario con la firma de la Declaración de Villahermosa, que estableció los nuevos lineamientos generales para el Educación Superior. Este documento dice lo siguiente:

ASOCIACIÓN NACIONAL DE UNIVERSIDADES E INSTITUTOS DE ENSEÑANZA SUPERIOR

DECLARACIÓN DE VILLAHERMOSA SOBRE LA REFORMA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA REPÚBLICA MEXICANA

En la actualidad se acepta sin reservas que la Educación es agente primordial para alcanzar el desarrollo. Los objetivos de la educación, concebidos en forma dinámica, congruente con la realidad nacional, imponen la necesidad de una continua revisión. Esto es tanto más importante cuanto que países como el nuestro, en vías de desarrollo, muestran cambios de trascendencia en cortos períodos de tiempo. Nuestro interés será en todo momento considerar estos cambios, y adaptar en consecuencia nuestro sistema.

Ya en los trabajos de la II Asamblea de la ANUIES que se realizó en la ciudad de Hermosillo, Sonora, pensando en la realidad nacional en forma adelantada, y contemplando problemas de futuro inmediato, se establecieron el día 3 de abril de 1970 los objetivos de la educación superior. Al analizar la actividad de nuestras instituciones, advertimos sus disfuncionalidades y serios problemas, que hacen impostergable la necesidad de una Reforma integral, toda vez que subsisten males seculares como son, entre otros, la improductividad, la frustración en el empleo, la dependencia tecnológica.

La Reforma, por lo tanto, consistirá en encontrar los medios operativos más eficaces para hacer realidad los objetivos de la educación, que permitirán desarrollar al máximo las capacidades intelectuales del hombre y contribuyan a establecer un orden social justo, que promueva su desenvolvimiento.

La Reforma tendrá que ser integral para que sea auténtica, es decir, deberá contemplar cambios en las estructuras académica, administrativas, económica y social; además, deberá ser democrática; tenderá a equilibrar la composición social de la población escolar en forma más justa y deberá dar oportunidad a todos, sin más restricción que la capacidad intelectual para adquirir y aplicar conocimientos, lo cual siempre es susceptible de mejorar. Será más eficiente en tanto sus sistemas sean elaborados en base al diálogo continuo y racional de la comunidad universitaria.

Teniendo en cuenta lo anterior, los que suscriben, Rectores y Directores de la Universidades e Institutos de Enseñanza Superior del País, someterán a la consideración de los respectivos Consejos y comunidades universitarias las siguientes proposiciones que estiman fundamentales sobre la Reforma de la Enseñanza Superior.

I.- La Reforma Educativa es un proceso permanente cuya esencia consiste en estructurar el sistema educativo nacional con el objeto de que atienda la creciente demanda de educación en todos sus grados, y eleve al mismo tiempo el nivel cultural, científico y tecnológico del país.

II.- La Reforma de la Educación Superior está estrechamente vinculada al resto de la Reforma Educativa y a otras Reformas de las estructuras nacionales, de tal manera que se pueda lograr un desarrollo más justo que incorpore adecuadamente a los grupos marginados y dé más oportunidades a la juventud del país.

Para lograr los objetivos anteriores consideramos imprescindible:

1.- Coordinar los recursos educativos del país y conjugar los esfuerzos de las instituciones de enseñanza que, sin menoscabo de su identidad, crearán un Sistema Nacional de Enseñanza con créditos académicos comunes y de equivalencia que dé la máxima fluidez al sistema y permitan hacer combinaciones de conocimiento y planes de trabajo necesarios y útiles para el desarrollo del país, en una operación interinstitucional que haga más fácil la colaboración y la movilidad de profesores y estudiantes.

2.- Movilizar recursos del país para establecer un servicio social educativo en el que participen también los propios estudiantes. Así, los centros de producción y servicio colaborarían con la educación en los procesos de aprendizaje y técnicas especializadas y particulares, y los estudiantes colaborarán con los profesores en la enseñanza racional.

3.- Especificar lo que el educando debe saber y saber hacer al término de cada grupo y ciclo de educación, tanto para su acceso al nivel inmediato superior como para su incorporación productiva a través de una salida lateral.

4.- Con base en las especificaciones del inciso anterior, establecer un Sistema nacional de exámenes y crear para el efecto un Centro Nacional para la producción de material didáctico.

5.- Unir conocimientos cuya interacción y relación es indispensable, procurando así que toda la enseñanza de materias básicas esté ligada en el mismo período de estudio a una enseñanza de materias prácticas, técnicas o clínicas, y seguir fomentando que en las universidades se enseñen tecnologías, y en los tecnológicos humanidades.

6.- Dentro de los propósitos indeclinables de constituir un Sistema Nacional de Enseñanza, estudiar las variaciones regionales, sectoriales y propias de las distintas instituciones educativas, presentando y fortaleciendo la autonomía universitaria, que es también indeclinable.

7.- Realizar, a la mayor brevedad posible, los estudios necesarios para la Reforma de la Legislación Educativa y, en particular, de la Ley Orgánica de la Educación y de la Ley de Profesiones, que permita la realización de la Reforma Educativa.

8.- El nivel superior de la enseñanza media, con duración de tres años, deberá ser formativo, en el sentido de la palabra, más que informativo o enciclopédico; se concebirá en su doble función de ciclo terminal y antecedente propedéutico para estudios de licenciaturas. Incorporará los conocimientos fundamentales, tanto de las ciencias como de las humanidades y, en forma paralela, capacitará específicamente para la incorporación al trabajo productivo.

9.- Es necesario revisar los ciclos de cinco y seis años en la licenciatura, estableciendo planes de estudio y aprendizaje que permitan a la vez salidas laterales y acumulación de conocimientos que vayan desde los más generales, o de aplicación más probable, hasta los más especializados. Los Consejos Técnicos deberán procurar disminuir el número de años que hoy exigen en forma rígida –disminución que es compatible con el incremento de los niveles de conocimiento de las licenciaturas mediante el uso de métodos de enseñanza–. Los estudios se comprenderán en dos etapas: la primera, eminentemente formativa, entendiendo por ello tanto la adquisición de conocimientos como su aplicación; y la segunda de carácter especializado, adaptándose al sistema de cursos semestrales. Se requiere hacer más fluido el tránsito de la pasantía a la obtención del Título; en consecuencia, para la presentación del examen recepcional se establecerán divisas opciones que podrán ser equivalentes a la tesis profesional.

El servicio social podrá cumplirse en cualquiera de las etapas de nivel de licenciatura e incluirá entre otras tareas, la educativa.

10.- Es necesario impulsar, con extensión a todo el sistema nacional de la Educación Superior, los estudios de postgrado, tanto los que conducen a la obtención de grados académicos, como los de perfeccionamiento o actualización para fines determinados, con miras a la formación de investigadores docentes y especialistas de alto nivel para la dirección y administración de la propia Educación Superior y de la industria, la ciencia y la tecnología. Al efecto, es conveniente que las Universidades e instituciones de educación superior que cuentan con estudios de postgrado y centros de investigación, establezcan en forma permanente, programas conjuntos con las demás instituciones.

Los Rectores y Directores de las Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, hacen un llamado a la conciencia nacional y especialmente a sus propias comunidades para que reflexionen sobre la trascendencia de la Reforma Educativa, de la cual, en esta Declaración se plantean algunas soluciones.

Indudablemente, se requiere de la participación de todos por tratarse de una responsabilidad común.

Villahermosa, Tabasco, a 21 de abril de 1971.

Rúbricas. Dr. Álvaro de León Botello, Instituto de C. y Tec. de Aguascalientes. –Ing. Juan Francisco Torres Ornelas, Inst. Tec. Regional de Aguascalientes. –Lic. Rafael Soto Regil, U. A. de Baja California. –Lic. Sergio Mora Rodríguez U. del Sureste. –Ing. Jorge Fernández Mier. I.T.R. de Coahuila. –Ing. Sigfrido Sánchez Martínez, I.T.R. de La Laguna. –Dr. José R. Llerenas O., U. de Colima. –Lic. Oscar Ornelas K. U.A. de Chihuahua. –Ing. Abelardo Licón I.T.R. de Chihuahua. –Ignacio Ambrosio Bencomo M., I.T.R. de Ciudad Juárez. –Dr. Pablo González Casanova, UNAM, –Ing. Manuel Zorrilla C., Instituto Politécnico Nacional. –Dr. José Luis González del Colegio de México. –Ing. Julio Cortés, Centro Nacional de Enseñanza Técnica Industrial. –Dr. Guillermo Massieu, Centro Nacional de Investigación y Estudios Avanzados. –Lic. Carlos Galindo Martínez, U. de Durango. –Ing. Ramiro Antonio Jiménez M., de I.T.R. de Celaya. –Dr. Ramón Naranjo, U. de Guadalajara. –Dr. Guillermo Ortiz Garduño, U.A. del Estado de México. –Dr. Melchor Díaz Rubio, U. Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. –Ing. Herbert Soto Fierro, I.T.R. de Morelia. –C.P. Claudio Aponte Rojas, U.A. de Morelos. –Dr. Joaquín Cánova Puchadas, U. de Nayarit. –Ing. Fernando García Roel, Instituto Técnico y de Estudios Superiores de Monterrey. –Dr. Mario Pérez Ramírez, U. Benito Juárez de Oaxaca. –Lic. Antonio G. Campello S., U. Veracruzana. –Lic. Ignacio Flores Rojas U.A. de Puebla. –Lic. Sergio Herrera, U.A. de Guerrero. –Ing. Fausto Escalante T., I.T.R. de Querétaro. –Lic. Gonzalo Armienta Calderón, U.A. de Sinaloa. –Dr. Federico Sotelo Ortiz, U. de Sonora. –Lic. Francisco Madrigal Moreno, U. Juárez de Tabasco. –Lic. Eduardo Garza Rivas; U.A. de Tamaulipas. –Ing. Luis Hernández Osuna, I.T.R. de Culiacán. –Ing. J. Refugio Mena Zambrano, I.T.R. de Ciudad Madero. –Ing. Rodolfo Vera Zapata, I.T.R. de Orizaba. –Ing. Francisco Alonzo Cueto, I.T.R. de Veracruz. –Ing. Alberto Gutiérrez Alcalá, I.T.R. de Mérida, Yuc. –Lic. Manuel Díaz Casas, U. de Monterrey. –Lic. Manuel Fernández Mendoza, U.A. de Zacatecas. –Lic. José Luis Quintero, U. de Guanajuato. –Ing. Emilio Hernández Camargo, I.T.R. de Juchitán. –Ing. Federico Piña Rodríguez, I.T.R. de Zacatepec, –Ing. Adalberto Rueda Ramos, I.T.R.  de Oaxaca. –Dr. Arnoldo Villarreal Zertuche, U. de Coahuila. –Lic. Jesús Ángeles Contreras, U.A. de Hidalgo. –Profr. Andrés Fábregas Roca, Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas. –Ing. Carlos E. Poart y Felipe, I.T.R. de San Luis Potosí. –Ing. Pedro G. Ramírez, Instituto Técnico de Nuevo Laredo, –Lic. Alfonso Rangel Guerra, Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior.

Margarita P. de Hernández

Continuará la próxima semana…

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