Microficción – LXII

By on abril 30, 2020

LXII

LA MISMA FRECUENCIA

La primera vez que los vi fue hace ya mucho tiempo.

En aquel entonces dejamos de visitar su planeta debido a que sus avances eran realmente escasos.  La segunda ocasión fue en casa, aquí, en lo que ellos llaman el planeta rojo.

Un reducido número de terrícolas descendió de una maltrecha nave.

Era un día como cualquiera. En ese preciso instante, una enorme bruma de polvo cubrió por completo al planeta.  Debió ser una especie de bienvenida.

Cuando todo pasó, la mujer de las orejas largas me miró fijamente, como si quisiera traspasar mis pensamientos.

Todo quedó en silencio.

Antes que nada, ella se despojó de su traje espacial, extendió su mano y con uno de sus dedos tocó mi nariz.  Era un espécimen hermoso. Frente a su rostro, descubrí que su corazón palpitaba en la misma frecuencia que el mío.

Tal vez el tiempo nos alcanzó. Tal vez su corazón desfalleció.

Hace un siglo que la observo.

Ella duerme y, mientras, yo espero el nuevo amanecer. En Marte nadie muere, todo se reinicia sin memoria de por medio…

JORGE PACHECO ZAVALA

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