Los Tres Reyes Magos: Culto Católico y Devoción Sincrética en el Oriente de Yucatán

By on enero 5, 2017

Las imágenes de Los Reyes Magos, fuente de veneración y culto de los Yucatecos.

Las imágenes de Los Reyes Magos en Tizimín, fuente de veneración y culto de los Yucatecos.

Los Tres Reyes Magos: Culto Católico y Devoción Sincrética en el Oriente de Yucatán

Al margen de la celebración y festividad de Reyes, la Rosca de Reyes, y otras tradiciones populares y continuidad de estas que derivan en el comercio, la invitación al consumo, y que en ocasiones desconocemos sus verdaderos gérmenes y orígenes, nos referiremos propiamente al culto tradicional y sincrético a las imágenes.

En Yucatán, los regalos para la comunidad infantil son traídos por Santa. Pero, a partir de la línea divisoria con Campeche, los obsequios para los niños los acarrean Los Reyes, en obvia referencia a que ellos se acercaron en primer momento a adorar al Niño Dios en Belén.

Recientemente, y debido a que cada día se integran a la emérita yucatanensis ciudadanos de otras partes del país, la celebración del Día de Reyes, es cada vez más común.

Obviamente, el texto fundamental del cual se toma esta celebración es el Evangelio de Mateo, que es el único de los cuatro evangelistas que lo cita. No vamos a citar el texto evangélico, pero sí remitiremos al capítulo y versículo correspondiente – Mateo 2: 1-12 – para que cada quien haga la respectiva verificación, si lo considera pertinente o cree que viene al caso.

El evangelista no se refiere a ellos ni como reyes, ni magos, ni con los nombres con que actualmente se les conoce; Melchor, Gaspar y Baltazar. Parece ser que la conformación de su representación ocurrió a través de los tiempos en que fueron adoptados tal cual los conocemos ahora, y que se debe a la imaginería o liturgia pastoral. Y eso sin meternos en otros ámbitos o polémicas acerca de si son tres, o cuatro, y que Melchor, el mago de piel oscura, no fue parte integrante sino hasta el siglo XVI, o si sus nombres significan algo, o derivan de alguno, o cuáles son los verdaderos.

Hay que considerar que los primeros traductores de los textos del Nuevo Testamento, entre ellos se cita a San Jerónimo en el siglo IV, vertieron los textos del arameo al griego, y de éste al latín. Tradujeron entonces la palabra magusaíoi, de origen caldeo, en el área sirio mesopotámica, como mago. Estudios y análisis filológicos recientes se refieren que la palabra describe a adivinos, astrólogos y hechiceros.

Las figuras no fueron tomadas en cuenta por la iglesia romana y se considera a San Francisco como el primer creador de los altares de los nacimientos, y también como quien integró los personajes a la misma, para divulgar la celebración del nacimiento de Cristo.

Para nadie pasa desapercibido que las religiones – la cristiana no ha sido la excepción – ha tomado los cultos paganos o ancestrales autóctonos, dado el caso, y sobre esta estructura ha adaptado sus propias celebraciones.

El nacimiento de Cristo es el veinticuatro de diciembre, pero la fiesta tiene que ver con la fiesta del sol y coincide con el solsticio de invierno. Santiago es comparado con Huitzilopochtli, héroes históricos o mitológicos que hacen de la guerra una santa virtud. México-Tenochtitlan, metrópoli religiosa para los aztecas, devino en la época virreinal en ciudad conventual. Izamal, ciudad religiosa y de peregrinación maya, hoy es santuario mariano y sede, sobre los vestigios de una pirámide – papholchac – de uno de los edificios conventuales únicos en su arquitectura.

En nuestro país destacan dos lugares como máximos exponentes y santuarios de las imágenes de los Reyes Magos: uno es Santiago Tlaxomulco, en el estado de México, que desde 1550 realiza la procesión de la imágenes, y la ciudad de Tizimín, en nuestra entidad.

La festividad de Santiago Tlaxomulco se encuentra documentada en obras de teatro náhuatl que para la UNAM editó y recopiló Miguel León Portilla en 1977, y por Claude Margolin en el libro Les Jeux Renaissance, libro editado en 1982.

Las imágenes de Tizimín fueron traídas desde Guatemala en el siglo XVI. Son obra de los imagineros de la antigua cuahutlemallan. Las imágenes de bulto están resguardadas en la iglesia de los Santos Reyes Magos, construcción perteneciente al convento que edificaron los franciscanos entre los siglos XVI y XVII, es decir, entre 1563 y 1666.

El culto a estas imágenes es un ejemplo de sincretismo religioso: la iglesia se edificó en un lugar donde se rendía culto a tres deidades mayas – Yuum Chaac, Yum Kaax y Yum ik –, es decir, a los dioses de la lluvia, del monte y del viento; es el punto en el que confluyeron tres fuerzas de la naturaleza, tres elementos que intervienen en la simbología de la milpa, forma geométrica semejante y representativa del universo maya, a la piel de la serpiente, y espacio vital para la continuidad de la cultura maya.

Un documento con detalles, expresiones coloquiales para cercanos a las tradiciones. Fuente informativa erudita para conocer la fiesta de los Reyes en el oriente de la entidad. (Foto del Archivo del autor.)

Un documento con detalles, expresiones coloquiales para los cercanos a las tradiciones. Fuente informativa erudita para conocer la fiesta de los Reyes en el Oriente de la entidad. (Foto del Archivo del autor)

Hemos consultado el libro “La fiesta de Tizimín. Feria en Honor de los Santos Tres Reyes” para averiguar y profundizar más en nuestra aportación. Es un documento que merece mejor estudio, lectura y profundización, dado que es representativo de la idiosincrasia local. El autor, el Dr. Juan Rivero Gutiérrez, recoge opiniones, expresiones y modos de ser de los vecinos.

Los investigadores sociales requieren de informantes clave, de guías para emprender el conocimiento y problemática determinada de una comunidad. Ellos dicen que esto garantiza distancia y objetividad para los análisis y conclusiones. Estar, pero sin ser.

Este libro es el ser y estar de un hijo agradecido con su comunidad, influido por la tradición, por las costumbres, por la historia y leyendas en torno a las imágenes religiosas.

El autor recopila anécdotas y expresiones que los que hemos vivido en nuestros respectivos ámbitos comunitarios le entendemos; menciona que algunas de sus expresiones coloquiales son como que el calendario humano tizimileño expresa qué actividades habrán de realizarse “antes de la fiesta”, “durante la fiesta” y “después de la fiesta”; una más es “Quién sabe si veremos la otra fiesta”.

Cita los nombres de los sacerdotes y quienes han hecho por la parroquia de la comunidad. Indica, por ejemplo, que durante la persecución – que no religiosa sino “pre constitucionalista”, refiriéndose al año de 1915 – las imágenes estuvieron errantes, apareciendo en la casa de diversas familias, al interior de un cenote. En fin, datos y detalles en extremo, que solo se pueden saber estando o siendo nato de la ciudad.

Durante la atapa más acentuada de aquella época, las imágenes estuvieron en la ciudad de Mérida, en una casa cercana al barrio de san Cristóbal. “Incluso en la casa de la señora Rosaura Correa de A., familia cercana al General Alvarado.”

Se menciona en el libro que el primer gremio no fue de la localidad, sino de unos devotos de la ciudad de Mérida: el gremio “Fe, Esperanza y Caridad”, organizado por don Eusebio “Us” Arceo, en el año de 1903, comerciante de la ciudad de Mérida, y su hijo de oficio barbero, que tenía su taller en la calle 67 por 68. La familia del señor Arceo se hospedaba en la casa de don José María Puerto.

El libro hace referencia en detalle de los gremios, y proporciona un inventario de los mismos y sus organizadores. Entre ellos, cita al gremio “Unión Católica de Mérida”, que estuvo integrado por obreros y campesinos. El libro no cita el nombre, pero nosotros sabemos que el tesorero de la misma fue el señor Víctor de la Vega Lizama, y que para el año 2000 cumplió 48 años de integración, por lo que este año cumplirá 62.

El gremio salía de la ciudad de Mérida y permanecía en Tizimín los días 10 y 11 de enero. El tesorero y algunos más se hospedaban en el domicilio del señor Carlos Tun Cámara. Esta información la obtuvimos de un trabajo que realizamos en el suplemento Nuestra Tierra No. 02 de Diario del Sureste del 22 de enero de 2000.

Así mismo nos precisa el itinerario de los gremios y la procesión. El libro abunda en detalles interesantes. Refiriere el Dr. Rivero Gutiérrez, haciendo un cálculo conservador, que a la localidad llegaban más de cien mil peregrinos y que, dependiendo de su economía, podían hospedarse en los hoteles de la ciudad, a saber: Tizimín, Principal, Palacio, Violeta y Sosa; aunque por hospedaje podía entenderse hasta los palcos del ruedo taurino, cuyos propietarios cobraban una módica suma para dejarlos dormir en ellos. Vale mencionar que también consultamos los medios impresos de los años ochenta, observando cómo muchas personas pernoctaban en los bajos del Palacio Municipal, en algún lugar bajo techo en que pudieran guarecerse del frío que campea por estas fechas.

 El autor también comenta que el volumen de peregrinos, y la consiguiente derrama económica, era el principal sostén de la empresa Ferrocarriles Unido de Yucatán. Recordemos que para esos años, a inicios de diciembre, los ferrocarriles trasportaban personas hasta en los techos de los vagones, o los de carga se habilitaban para los pasajeros. Era impresionante ver aquello: las familias viajaban con incomodidades.

Recuerdo que los trenes de corridas “extras” no se detenían, aunque hacían su alto en todas y cada una de las estaciones y la gente, con cierto desespero y desconcierto para nosotros, pedía que les regaláramos agua para beber. Muchas de estas cosas han desaparecido, quizá debido a que ha mejorado el sistema de transporte – ya no existe el servicio de ferrocarriles –, a que hay más cuartos de hoteles, y a que hay una mejor red de carreteras.

Para armar la historia de Tizimín y del culto a las imágenes de los Reyes. (Foto del Archivo del autor.)

Para armar la historia de Tizimín y del culto a las imágenes de los Reyes. (Foto del Archivo del autor)

Nuestro trabajo lo ilustramos con una imagen histórica: La procesión de las imágenes de los tres Santos Reyes Magos. Esta fotografía la adquirimos dentro de un lote de fotografías en un tianguis de la ciudad, pero para efectos de clasificación la nombraremos: Fondo Lino Fajardo, José. Al reverso tiene la leyenda de «tarjeta postal» y «Kodak Mexicana Ltd». Nos atrevemos a datarla como de 1935. No tenemos elementos ni información objetiva a la mano que nos indique con certeza, o nos dé una referencia; simplemente nos basamos en las vestimentas y los cortes de cabello. Las demás fotografías del mismo lote, pero de otra temática, tienen fechas aproximadas (1929).

Se observa una arquería y una larga calle arbolada a los costados. Hemos tratado de identificar a qué parte de la traza urbana actual de Tizimín corresponde. Así mismo hemos observado fotografías del antiguo Palacio Municipal, que era un largo corredor con arquerías y una torre para el reloj público. La información consultada indica que el edificio fue quemado en 1972.

Habrá que seguir investigando.

Si se observan con detalle los nacimientos yucatecos tradicionales, no se representa a los Reyes Magos sobre sus respectivos animales de transporte, o de hinojos y postrados ante el Rey de Reyes ofrendando sus respectivos regalos al Hombre, Dios y Rey, sino a unas esculturas en una postura firme, quizá inspiradas en las esculturas de Tizimín, los tres sobre bases.

Estas esculturas, dicen los conocedores, dado que se observa desproporción entre sus rostros y las demás partes del cuerpo, son características de la escultura religiosa de los siglos XVI y XVII, ofreciendo los minerales anteriormente citados. Estos son los Reyes Magos yucatecos.

El libro, concluye el Dr. Rivero Gutiérrez, es un trabajo de amor por su comunidad, su ciudad, por sus tradiciones. Comenta que en 1976 concluyó un trabajo continuo e ininterrumpido para recabar la información que integró el documento iniciado en 1948, y que fue Don Humberto Lara y Lara el organizador del material y la edición correspondiente.

Las imágenes de los Tres santos Reyes Magos, sea cual haya sido su origen en la entidad ya que se pierde en la nebulosa de las leyendas y tradiciones orales, es hoy un sólido culto que se ha hecho un lugar en el santoral católico a la vez que, quizá sin saberlo, los peregrinos continúan acudiendo a un punto que fue y sigue siendo sagrado para la cultura del pueblo maya yucateco de principios del siglo XXI.

Juan José Caamal Canul

Materiales Consultados

http://www.excelsior.com.mx/2012/01/01/nacional/798398

Dr. Juan Rivero Gutiérrez. La fiesta de Tizimín. Feria en Honor de los santos tres reyes. Marzo de 1976. Editorial y Talleres gráficos Zamná.

 

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