Al inicio de los años 50 del siglo pasado, cuando se inicia la norteamericanización de la canción, nació Vita Milk, de los hermanos Loría, Carlos y Alfredo donde la hamburguesa, la coca cola y el tragamonedas musical, con la atención de Addy y María Jesús, lo llenábamos estudiantes para escuchar la música del momento en solaz compañerismo. En la rockola había música de Lucho Gatica, María Victoria, y del “Cuarteto Armónico”, que conocimos los universitarios como “Trío Universitario”. Al unírseles el “Chaff” se convirtió en cuarteto, y en él participaron otros muchos guitarristas y voces, como “Llanta” Bojórquez, Arturo Monforte, el Dr. Víctor Esquivel y otros.
El Cuarteto Armónico influyó en la creación de otros cuartetos de la época como “Los Impala”, “Los Rufino”, “Los Pao” y posteriormente al Armónico nacieron “Los Soles”, con la misma calidad vocal y arreglística.
El maestro José Antonio Rosado Triay, en sus correos electrónicos me envió unas canciones de “Los Soles” en las cuales se encuentra una obra de Luis Demetrio Traconis, sobre una letra de mi autoría –“Quiero que me digas” que grabó Lucho Gatica, María Victoria, una amiga de mi padre de Monterrey, María Alma, el “Cuarteto Armónico”– que siendo la interpretación de “Los Soles” la más vendida, marcando una huella en la música vocal de la cual ahora daré cuenta.
En Yucatán hay investigadores musicales como Felipe García Vargas, Víctor Celis, Guty Lara y otros como Gustavo Leal Benavides, que han hecho buenos trabajos sobre la música popular en México. Coincido con este último en que “Los Soles” pasaron desapercibidos al no tener la difusión radial y televisiva de la época por lo que trataremos de hacer una disección musical de este magnífico cuarteto.
El Cuarteto Armónico y el Cuarteto Los Soles fueron dos cuartetos mexicanos que lograron dejar una historia de bellas canciones grabadas a cuatro voces. Estos cuartetos hacían las voces efectivamente de la primera a la cuarta. Hernando Avilés formó su “Cuarteto Hernando Avilés” y, aunque eran cuatro elementos los integrantes, hacían sólo tres voces, es decir voces de trío, de la primera a la tercera.
Para hacer ensambles de cuatro voces o más se requieren amplios conocimientos musicales o, en defecto de ello, tener una intuición y oído musical privilegiados, ya que es preciso identificar las notas que cada voz debe de hacer armónicamente sin que se corra el riesgo de estarse repitiendo con otra.
El sonido es muy norteamericano, porque en Estados Unidos abundaron los grupos de cantantes de más de tres voces que pueden considerarse pertenecientes al ámbito de la alta escuela musical.
El Cuarteto “Los Soles” lo formaron Panchito Pedroza (primera voz), Daniel Cabrera Gasparín (segunda voz), Antonio Dehibbes (tercera voz y requinto) y Eduardo Licona (cuarta voz). Sólo Panchito Pedroza sobrevive a la fecha.
Gasparín fue reconocido en el medio de musical como un profundo conocedor de la armonía. Sus intervenciones con la guitarra tenían el respeto de los grandes conocedores.
Gasparín fue parte en 1958 del Trío “Las Siluetas”. A la salida de Marco Antonio Muñiz de “Los Tres Ases” en 1959, Gasparín lo sustituyó como tercera voz del trío, haciendo los solos. No pudo haber mejor elección en el camino musical de Los Tres Ases que esta fusión, ya que el estilo armónico del trío y el de este gran cantante eran plenamente coincidentes. En el Cuarteto Los Soles su voz destaca, porque precisamente él es quien hace los solos.
De “Los Soles” recordamos, entre otras bellas canciones, “Vete de mí” de Virgilio y Homero Expósito, “Todo y nada” de Vicente Garrido, “De quién es tu corazón” de José de Jesús Morales, “Eso que se llama amor “de Juan S. Garrido, “Bájate de esa nube” de Ernesto Duarte, “Devuélveme el corazón” de Emma Elena Valdelamar –amiga de bohemia de mis padres y que nos compró nuestra casa en el D. F. cuando partimos a Monterrey N. L. –, “Milagro de amor” y “Estuve pensando” de René Touzet, “Mil veces mentirosa” de Agustín Martínez, “No te vayas no” de Álvaro Carrillo, y “Mandato divino”, cuyo autor es precisamente Gasparín, canción de corte muy romántico en la cual se puede apreciar la alta calidad del ensamble de las cuatro voces del cuarteto.
La foto de Los Soles nos fue proporcionada por Luis Jaime Chapa, gran coleccionista de material musical y fotográfico de los tríos en México.
En una entrega posterior, reseñaremos al “Cuarteto Armónico”, nacido en Mérida, Yucatán y a los muchos músicos que lo formaron hasta llegar a la música profesional con los hermanos Salazar y nuestro amigo el Chaff.
Alfonso Hiram García Acosta