Los Rolling Stones, los ‘England´s Newest Hit Makers’

By on mayo 27, 2021

Mi conexión con los Rolling Stones, sus Satánicas Majestades, inició precisamente con esta versión norteamericana de su álbum debut. Llegó a mis manos siendo yo un adolescente, como parte de un paquete que contenía, entre otros, obras de los Beatles, Creedence, Janis, Hendrix, The Doors, entre otros.

El debut de “Sus Satánicas Majestades”, editado originalmente en Inglaterra por la compañía Decca, el 16 de abril de 1964, fue lanzado en los Estados Unidos bajo este nombre con algunos cambios el 30 de mayo de ese mismo año a través de London Records.

Por ejemplo, «Not Fade Away» reemplazó a «I Need You Baby», más el recorte del título de dos canciones: «Now I’ve Got a Witness» y «Tell Me». Fue un disco exitoso en Norteamérica, donde llegó al puesto estelar, adjudicándose la categoría de oro.

La formación incluía a Mick Jagger en la voz y la armónica, Keith Richards en guitarra eléctrica y acústica, Brian Jones en guitarra, armónica, percusiones y coros, Bill Wyman en bajo y coros, y Charlie Watts en batería. También participaron el pianista Ian Stewart, que era Stone, pero que fue desechado por ser feo, Gene Pitney (piano), Phil Spector, Graham Nasch y Allan Clarke.

El álbum fue grabado en cinco días en los Regent Sound Studios de Londres, producido por Andrew Loog Oldham y Eric Easton, sobresaliendo en todos los temas el amor que todos los miembros sentían por el R&B, logrando un disco buenísimo, con deliciosas versiones a obras de Buddy Holly, Bobby Troup, Willie Dixon, Jimmy Red, Nanker Phelge, James Moore, Chuck Berry, Ted Jarret y Rufus Thomas, incluyendo solamente un tema compuesto por Mick Jagger y Keith Richards (precisamente “Tell Me”).

Este disco surgió en un momento en el que los músicos británicos comenzaban a demostrar su pasión por el blues de los grandes maestros de color de los Estados Unidos, aderezándolo con su particular estilo, siendo considerado uno de los mejores lanzamientos de aquella década de los sesentas.

Lo mejor es contar con las dos ediciones, tanto la británica como esta norteamericana, pues así se cuenta con el paquete completo de temas grabados en aquellos primeros tiempos por este irrepetible grupo, aunque en ambos casos las gemas son las canciones «Not Fade Away», “Route 66”, «Honest I Do» y la instrumental «Now I’ve Got a Witness», donde la armónica de Brian Jones es realmente exquisita.

RICARDO PAT

riczppelin@gmail.com

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