Los Reyes Magos

By on enero 7, 2022

Editorial

Las creencias religiosas, especialmente las cristianas, tienden a mitificar hechos y sucesos con la sana intención de fijar en quienes las escuchan ideas convenientes a esa religión.

Así se forjaron en siglos precedentes variadas historias sobre la creación del mundo, de los animales, los seres humanos y el medio ambiente físico que nos rodea. Quienes dan soporte a estas ideas creadoras de mitos y/o verdades a modo, en varios continentes y tiempos, somos los grupos sociales.

La literatura ha contribuido a convertir esas ideas y concepciones míticas en relatos admirables por sus lecciones morales, humanas, sociales, ideológicas y de fe, en fuerzas superiores a la debilidad y la fragilidad humana que, esa sí, es probadamente universal.

Jason y los argonautas, la existencia de la Atlántida, se unen por estos días a la aparición coincidente de Tres Magos, procedentes de Oriente, que siguieron a una estrella especial que los condujo hasta la población de Belén donde, en un humilde pesebre rodeado de humildes animales de trabajo campesino, yacía en medio de sus progenitores el desde entonces calificado como salvador del mundo, Jesús, el redentor de los valores de la raza humana, a la que rescataría de la vida equivocada que seguía por ese entonces.

Hoy, a más de dos milenios de distancia de tal hecho milagroso, recordamos el hecho bíblico que renueva, como cada seis de enero de cada año, una fe que mueve montañas, el camino milagroso de esperanza para la supervivencia de la humanidad.

Los siglos han transcurrido y las esperanzas mundiales para el logro de una paz sin límites aún permanecen.

Aun no profesando religión alguna, nuestros lectores podrán coincidir con nosotros en que esta humanidad, estos millones de personas amenazadas por la fisión nuclear y la destrucción y contaminación del planeta que compartimos desde Hiroshima y Nagasaki, ansía la paz y una sana convivencia en armonía planetaria.

El pesebre de este siglo es la Tierra misma; lo que se requiere es el renacimiento de una nueva fe que invada nuestros corazones y nos haga hermanos. Eso somos de origen.

La estrella que nos guía hoy es la fe en nuestra hermandad como seres humanos en este planeta que nos traslada en su recorrido por el universo.

¡Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!

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