Los Primeros Resultados

By on marzo 1, 2019

Editorial

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Cumple el nuevo Gobierno Federal sus primeros tres meses de ejercicio constitucional. Noventa días de agitadas tareas, toma de decisiones y acuerdos, facilitando la transparencia informativa y el trato directo con las comunidades de todos los estados del país.

Noventa días de trabajo que, por lo que se ve, han sido de rescate, de restauración de la fe perdida de los ciudadanos en sus gobiernos. Navegar a contracorriente ha sido la constante, porque las fuerzas regresivas, que por muchos años lucraron con el dinero público y las influencias, siguen presentes desde la oscuridad para dificultar el despegue de la confianza plena en las acciones del régimen actual.

No ha sido un tránsito franco. Hay muchas piedras en el camino.

A pesar de ello, la nueva administración federal se mueve, acciona, dispone ajustes y cambios, anuncia rescates y adopta decisiones que favorecen la economía de amplios sectores de la sociedad nacional, ayunos de corrupción y apoyos de autoridades anteriores.

Programas de vivienda que se habían convertido en pesado lastre para la economía de los casa-habientes han sido puestos en marcha por el INFONAVIT: los beneficiarios son ahora favorecidos con acuerdos como revisión de casos, congelación de saldos de deuda y reducciones o facilidades.

En forma genérica, se han dado sustanciales aumentos al salario mínimo, incrementos sustitutivos de los antiguos pocos centavos en cada revisión anterior.

El abandonado campo mexicano recibe ahora recursos frescos que son bienvenidos por los productores, que son considerados dentro de una escala prioritaria por su tarea generadora de un mayor volumen de alimentos, además de que adicionalmente existen por acuerdo presidencial programas de arborización, rescate de áreas desatendidas y recursos económicos constantes y suficientes para los hombres del campo, con vistas a generar tanto más cantidad y diversidad de productos alimenticios del campo, como precios de garantía más elevados para quienes se dedican al sector productivo agrario.

Los jóvenes calificados de “ninis” por no estudiar ni trabajar, poco considerados usualmente en antiguos programas oficiales, están recibiendo oportunidades de capacitarse para acceder a empleos ya con especialidades concertadas con comerciantes e industriales.

Los padres trabajadores que necesariamente, por su obligado tiempo laboral, debían entregar a sus hijos a guarderías, ahora lo hacen con recursos que el Estado ha acordado en su favor, seleccionando de manera libre el pago y la estancia.

Los adultos mayores, sin distinción, en forma genérica y como respaldo a sus gastos de alimentación, medicinas y atenciones, reciben un subsidio mensual fijo que facilita su supervivencia a través de tarjetas bancarias individualizadas.

Cotidianamente se anuncian acuerdos para dignificar, con verticalidad republicana y honradez oficial, los recursos públicos que, por primera vez, hallan el curso adecuado en favor de quienes más lo necesitan, no como anteriormente que iban de manera directa a los bolsillos de funcionarios corruptos o vivales.

Vive México, en este primer trimestre transcurrido, un sacudimiento de conciencias por las acciones gubernamentales. Así se percibe tanto a nivel nacional como mundial.

Eso es lo que los ciudadanos mexicanos vivimos esperando durante un largo, laaaaaargo período.

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