Locutores de Antaño – II

By on octubre 14, 2021

Ante el Micrófono

Un estudio de trasmisión en los inicios de la radio en México. Archivo AHGA.

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

En el trabajo anterior dediqué varias cuartillas a la XEB, con justicia, ya que fue la primera emisora profesional de México en el año 34 del siglo anterior. Ahora intentaré darle su justo lugar a la XEW que como “La Voz de América Latina, desde México” conquistó en una rivalidad sana. Ambas le dieron el primer lugar latinoamericano a a la radio de nuestro país.

En la Ciudad de México, con mis padres, buscando abrir nuevas brechas de trabajo y nuevas oportunidades de vida para trabajos mejor renumerado y horizontes más amplios, mi padre, Alfonso García Peniche, encontró su anhelo de declamar ante un micrófono junto con amigos declamadores como Manuel Bernal y Ricardo López Méndez en el estudio “Azul y Plata” en esa época de la XEW, dejando su huella como declamador, locutor y productor de comerciales. Además trabajó como jefe de personal de la fábrica de Hojas de rasurar “Ala”, siendo parte del staff de Don Neguib Simón por una docena de años, junto con sus hermanos, Bernabé y Julio, que fueron la mano derecha de este inversionista yucateco desde el año 34. Me desarrollé entre gente de la radio de la W de México, tanto en sus cabinas de Ayuntamiento 53. En el café y restaurante Fornos frente a la emisora hay una galería de caricaturas y fotos de los personajes que hicieron la historia radiofónica de México. Mi padre dejó su huella con trabajos de sus compañeros yucatecos del momento como locutores o artistas del medio.

Los primeros locutores que demostraron su calidad de cultura y voz de la época fueron Don Leopoldo Samaniego y Nicolás de la Rosa, pioneros que demostraron cultura detrás del micrófono y responsabilidad para ese público naciente, ávido de escarchar música, noticias y radionovelas para que las familias se juntaran a escuchar la radio de la época; después vinieron Alonso Sordo Noriega, Manuel C. Bernal, demostrando sus amplios léxicos y tonalidad de voz.

La locución de México le debe mucho a Yucatán, pues los que participaron en los años treinta fueron un ejemplo de conocimiento, cultura, dicción y talento peninsular: Ricardo “el Vate” López Méndez, poeta, cantilenista ensayista y patriota; Pedro de Lile, Pepe Lavalle, Alfonso García Peniche, Wello Rivas; Arturo García “El Macanudo” -que triunfara en el cine como Arturo de Córdova-, Ramiro Gamboa, y Miguel Ángel Torres, quien se dedicó posteriormente al canto. Don Emilio Azcárraga ayudó por su capacidad a este núcleo de yucatecos, a quienes apuntaló Don Neguib Simón por la amistad que unía a ambos empresarios.

Entre estos locutores destaca especialmente Ricardo López Méndez, nacido en Izamal, Yucatán, 1903. Tuve la oportunidad de coordinar una conferencia en la pinacoteca de la ciudad izamaleña con Beatriz Heredia de De Pau y Felipe García Vargas, como ilustrador musical, en una noche inolvidable. Lo conocí en México en la W, cuando asistía a finales de los treinta al estudio “Azul y Plata”; escuché sus pláticas sobre el terruño yucateco en el “Fornos”, donde él escribía mientras mi padre dibujaba alguna caricatura de los comensales.

Esos yucatecos cerraron filas para destacar en un México durante la guerra y su pos-guerra, dos años de diferencia con Alfonso García Peniche, ambos detrás del micrófono; ambos estudiosos, Don Ricardo inicia su formación literaria con el Grupo “Esfinge” 1923-1926; al lado de Filiberto Burgos Jiménez, Alberto Bolio Ávila, José Salomón Osorio, Luis Augusto Rosado Ojeda y Clemente López Trujillo. En 1927 se trasladó a la Ciudad de México como representante del gobierno yucateco, posteriormente trabajó como periodista y locutor. Fundó la XELM, en Ciudad Mante, Tamaulipas, primera estación radiofónica rural de México. Fue vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Música. En 1967 recibió la medalla Yucatán, que otorga el Gobierno del Estado a sus ciudadanos más distinguidos. En 1986 fue galardonado con la medalla Agustín Lara por su labor dentro de la música.

Mi padre, Alfonso García Peniche, también estuvo atrás del micrófono. Su formación cultural se inició en el Ateneo Peninsular, recibiéndose en su primera generación con cinco compañeros como declamadores y actores en 1926; se trasladó a la Ciudad de México en el 35, y pronto se incorporó al staff de trabajo de Neguib Simón. Tuvo la suerte de hacer programas junto con Manuel Bernal, “El Declamador de América”, y de Mauricio Sol, declamador argentino conocido como “El Juglar de América”; los tres como declamadores y alternancias en la locución de otros programas. Alternaba con Ricardo López Méndez, Pedro de Lille, Arturo de Córdova, Ramiro Gamboa ,Humberto G. Tamayo y Wello Rivas, o como conductor de artistas en galas especiales. Junto con los antes citados, dejaron huella de academismo cultural, sobre otros buenos locutores, sin ser improvisadores, con dotes geniales. Este grupo de yucatecos dejó una huella imborrable durante casi veinte años de locución radial entre el treinta al cincuenta del siglo anterior.

Posteriormente pudiera escribir sobre cada uno de los locutores forjados en la década de los 30 y 40 del siglo XX, de otro yucateco locutor: Rubén Cepeda Novelo, quien casó con la cantante María Victoria. Ambos sobresalieron en la radio y la televisión mexicana.

Me recuerdo sentado en las piernas de mi madre, escuchando las canciones, boleros, tangos de esa época. La radio era un medio masivo de comunicación, con un 98 por ciento de penetración nacional. Congregaba a la familia mexicana con buenas programaciones en vivo y trasmisión directa, pues cada difusora tenía su teatro estudio para sus programas magnos de cada noche.

La radio en México es un medio de comunicación masivo con 98 por ciento de penetración nacional y una mayor diversidad de propietarios y programación que la televisión. En un modelo similar al de radio en los Estados Unidos, la radio mexicana en su historia ha sido principalmente comercial, pero con una fuerte presencia estatal y un número creciente de estaciones no comerciales en la década de 2000 y principios de la de 2010. En agosto de 2015, había 1.999 estaciones de radio legales, casi el 75 por ciento de ellas en la banda de FM.

Con esto despido a los “Locutores de Antaño” que hicieron que México destacara en la radiodifusión Latinoamericana con la XEB, “La B Grande de América”, la XEW, “La Voz de América Latina desde México”, y la XEQ, la tercera de mayor audiencia. Los locutores y artistas de nuestro continente las consideraban el trampolín para alcanzar nuevas metas internacionales, tanto en radio, cinematografía y televisión, por su calidad de producciones radiales, por su genio televisivo; y por la cinematografía. Gracias y Abur.

La Radio del Ayer y los Locutores Legendarios. Archivo AHGA.

Fuentes

Ricardo López Méndez – Detalle del autor – Enciclopedia de la Literatura en México – FLM – CONACULTA (elem.mx)

Radio en México – Wikipedia, la enciclopedia libre

XEW-AM – Wikipedia, la enciclopedia libre

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