- Argeliers León, talentoso musicólogo cubano
- Sergio Cuevas Avilés, Premio «Justo Sierra Méndez 2022»
- María Teresa Linares Savio
- El Universo del Circo Teatro Yucateco
- Consuelo Velázquez
- Nelson Camacho
- José Ruiz Elcoro
- Siempre la sonrisa de Lucy
- Félix Guerrero, Batuta de Oro
- Jesús Gómez Cairo (+)
- Kiko Mendive
- Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba
- La revolución que quiso ser – IX
La personalidad histriónica: adictos a ser el centro de atención
La personalidad histriónica: adictos a ser el centro de atención
“En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero solo 50 centavos por tu alma.”
Marilyn Monroe
Existen ciertas características de comportamiento que, dependiendo de su intensidad, pueden formar parte de la identidad o convertirse en un trastorno de personalidad. Estas personalidades patológicas o enfermizas suelen pasar desapercibidas, pues tal vez no manifiesten síntomas tan notorios como en el caso de la depresión o la esquizofrenia. Existen diversos estilos en los trastornos de conducta, hoy hablaremos del Trastorno Histriónico de la Personalidad.
Histriónico se deriva de histrión, que se refiere al actor teatral, a la persona que divierte al público con disfraces, o al sujeto que se expresa con la exageración con tal de entretener o cautivar al público con su performance. Se dice que una persona con rasgos histriónicos es la que gusta de recibir atención y admiración por parte de los demás, es esa persona que se vuelve “el alma de las fiestas”, su comportamiento o apariencia pueden ser llamativas o destacadas y, por lo tanto, no pueden pasar desapercibidas.
Tener rasgos de personalidad histriónicas puede favorecer a que una persona esté en constante mejoría o construya una fuerte motivación de logro recibiendo, en ocasiones de una manera inconsciente, la recompensa mediante elogios o afecto de los seres queridos. Estos rasgos pueden estar presentes en la mayoría de las personas y se construyen en la infancia, cuando los padres celebraban y recompensaban el buen comportamiento o los logros de los hijos. Todas las personas nos sentimos bien a la hora de recibir un cumplido o admiración por parte de los demás, fortalece la autoestima y motivación positiva.
Cuando una persona presenta un Trastorno Histriónico de la Personalidad, actúa de una manera muy emocional y dramática atrayendo la atención de los demás, y si no logra obtenerla es capaz de realizar acciones sin medida que pueden poner su integridad en riesgo, acompañada de un profundo vacío al no conseguir la admiración deseada.
Los síntomas del Trastorno Histriónico son:
- No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención
- La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador
- Carece de empatía, ya que muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante
- Está demasiado preocupado por su apariencia física, ya que utiliza permanentemente su aspecto para llamar la atención sobre sí mismo
- Son exageradamente dramáticos y emocionales, lo que se refleja en una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices
- Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias
- Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad
- Son demasiado sensibles ante las críticas o la desaprobación
- Culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones
- Buscan constantemente confianza o aprobación
- Tiene baja tolerancia ante la frustración o la demora en la gratificación
- Estados emocionales rápidamente cambiantes que pueden parecer superficiales para otros
El origen del trastorno, como todo padecimiento, necesita de la combinación de varios factores. En cuanto al Trastorno Histriónico de la Personalidad, se cree que los acontecimientos de la primera infancia y los genes pueden contribuir a su desarrollo, además de otros factores:
Neuroquímico/fisiológico – Los estudios recientes muestran que los pacientes poseen una alta capacidad de respuesta del sistema noradrenérgico, relacionado con la liberación de un neurotransmisor llamado noradrenalina. Los neurotransmisores son sustancias químicas que comunican los impulsos de una célula nerviosa a otra en el cerebro, y estos impulsos son los que dictan el comportamiento. La tendencia hacia una reacción excesivamente emocional al rechazo, común entre estos pacientes, puede atribuirse a un mal funcionamiento de un grupo de neurotransmisores llamados catecolaminas.
Factores ambientales – Además de los factores biológicos y genéticos, existen agentes sociales (modo en que la persona interactúa en la infancia con su familia y amigos y otros niños), además de los psicológicos (personalidad y temperamento del individuo, formada por su entorno y el aprendizaje de las habilidades de afrontamiento para manejar el estrés). Esto sugiere que no hay un único factor responsable, sino una combinación de una naturaleza compleja y los diferentes factores. Las investigaciones sugieren que existe un ligero aumento del riesgo para que el trastorno se “transmita” a sus hijos.
En el caso de un niño que solamente se le presta atención cuando tiene una conducta exagerada, como alborotos, gritos, pataletas, consiguiendo así atención por parte de sus padres, desarrollará probablemente una tendencia a la falta de reflexión, la superficialidad y la exageración en su vida adulta. Estas conductas por parte de los padres deben ser de forma constante durante un largo tiempo, de forma que el niño se vea siempre obligado a desarrollar estrategias no adecuadas para sentirse considerado o validado por los padres. Estas creencias adaptativas en la infancia, pero que serán inadaptarias en la edad adulta, son aprendidas e internalizadas por el niño el cual, dado su entorno, las considera como normales.
La falta de atención constante de los padres, excluyendo la presente en rabietas, también es percibida como una carencia afectiva. Dicha carencia existirá en la persona a lo largo de su vida, y tratará de llenarla en personas o situaciones posteriores, sin éxito a menos de que sea a manos de un terapeuta profesional, con compromiso y constancia en las sesiones.
En el ámbito personal y de pareja – La personalidad histriónica puede afectar las relaciones sociales o sentimentales de una persona. La incapacidad de hacerle frente a las pérdidas o fracasos genera una gran inestabilidad, ya que puede cambiar de trabajo frecuentemente debido al aburrimiento o a su poca tolerancia a la frustración. Es posible que anhele cosas nuevas y excitantes, lo cual la conduce a situaciones arriesgadas. Todos estos factores pueden llevar a una mayor probabilidad de depresión.
La constante necesidad de atención, emotividad y superficialidad, hacen que en sus relaciones de pareja tengan un mal pronóstico ya que, aunque al principio sus relaciones afectivas están impregnadas de un enamoramiento frenético y fuera de control, así como existe esta explosión de energía de igual manera desaparece, terminando con las relaciones de manera drástica y tormentosa. Al exigir atención y aprobación las veinticuatro horas, la relación se vuelve agotadora, formándose un ciclo interminable de exigencias y reacciones dramáticas intensas que jamás podrán ser satisfechas, pues la personalidad histriónica se sentirá incompleta con o sin una buena pareja.
Esta polaridad de sentirse vacío, o sentirse lo mejor del mundo, genera ansiedad. La personalidad histriónica es adicta a la admiración y reconocimiento externos y, como cualquier adicto, al no tenerlas o no percibirlas experimenta un cuadro de abstinencia; para obtener su “droga” de vuelta, pueden involucrarse en relaciones y utilizar a las personas, ya sea únicamente para obtener su atención haciéndoles creer que las aman pero, como mencionamos anteriormente, su concepto de intimidad no suele ser muy profundo, y cuando se dan cuenta de que no son el único foco de atención, intentan forzadamente serlo, y es cuando cansan a sus parejas y terminan logrando lo que precisamente quieren evitar: el rechazo.
Establecer límites y no caer en manipulaciones es necesario ya que, como hemos mencionado en artículos anteriores, ser pareja no significa que se deba ser el salvador, mártir o terapeuta. No podemos cambiar a alguien que no desea el cambio y pone manos a la obra para lograrlo.
Las personas que tienen rasgos de personalidad histriónica padecen una serie de situaciones que les causan malestar y refuerzan sus conductas disfuncionales. El problema es que no consideran sus conductas como negativas, y por tanto caen en el victimismo, y no acuden a un profesional de la salud mental que les puede ofrecer una terapia acorde a sus necesidades.
Una de las razones que lleva a la personalidad histriónica a terapia es una circunstancia difícil o un trauma emocional, por ejemplo una ruptura sentimental, por ansiedad generalizada, o por cuadros depresivos.
Es importante no caer en manipulaciones, pero estar alerta de los síntomas. Si llegaran a existir amenazas suicidas, acudir de inmediato a emergencias, pues los trastornos de personalidad se parecen entre sí, por lo tanto necesitan un diagnóstico y atención adecuados, pues pueden agravarse o presentarse al mismo tiempo con otro padecimiento que pone en riesgo la vida de la persona.
“Ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío dejado por los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración.”
Zygmunt Bauman
Facebook: Psicóloga Jimena Báez
Psicología Clínica / Arteterapia.
0 comments