“La indefensión aprendida”, cuando parece que nada va a cambiar
La resignación es un suicidio cotidiano.
La evolución social ha preparado el camino para la desaparición de costumbres aberrantes como el uso de animales en los espectáculos de circo. Uno de los animales característicos de estos shows es el elefante, el gigante de la selva cuya fuerza física es insuperable en el reino animal. ¿Cómo es que un animal con tal fortaleza permanece sujeto a un simple tronco, privado de su libertad, sin intentar soltarse?
Los elefantes son separados de sus madres y encadenados desde pequeños, cuando no tienen la fuerza suficiente, ni el tamaño, para zafarse de las cadenas. Estos pequeños lo intentan una y otra vez, sin éxito, hasta que llega el día en el que aprenden que, por más esfuerzo que hagan, no podrán ser libres y se someten, sin darse cuenta de lo fuertes y grandes que llegan a ser. Esta respuesta de sumisión también ocurre con las personas y se le conoce como indefensión aprendida.
La indefensión aprendida es la apreciación subjetiva de que no será posible un cambio, con lo que se crea un comportamiento pasivo y desesperanzado a determinadas situaciones cotidianas, o incluso se puede generalizar y percibirse totalmente incapaz de lograr nada positivo en la vida.
Seligman y Overmaier descubrieron este síndrome estudiando a perros maltratados y trasladando sus investigaciones con seres humanos.
Esto puede observarse en las víctimas de cualquier situación, cuando se habitúan al maltrato y no reaccionan más ante los abusos, aceptándolos e incluso llegándose a sentir incómodas en situaciones libres de violencia, al resultar desconocidas para ellas.
No hay una situación en específico que genere la indefensión. Muchas personas pueden experimentar situaciones negativas constantes, y depende de la reacción e interpretación personal si aparece la indefensión o no.
Características de personas que padecen la indefensión aprendida:
- Deja de responder a las agresiones; esto puede ser gradual hasta que los intentos de defensa desaparecen
- Ansiedad
- Depresión
- Dependencia a las situaciones de abuso o maltrato: la persona se niega a reconocer la situación y a abandonarla
- Pobre autoconcepto
- Baja autoestima
Aunque la persona posea los recursos suficientes para abandonar la situación de maltrato, no se percata de ello, y esto se debe a que paulatinamente se le ha expuesto a la violencia y se desensibiliza de la misma.
Uno de los ejemplos más claros es la violencia en la pareja: la dinámica de agresión empieza con pequeñas bromas o descalificaciones que pudieran parecer insignificantes, pero que gradualmente van aumentando la intensidad, produciendo inseguridad y afectando la autoestima de la víctima, hasta que se percibe indefensa e incapaz de abandonar la relación.
La indefensión puede prevenirse al estar conscientes de que ninguna forma de maltrato es tolerable, por más insignificante que parezca. En cuanto se vea afectada la dignidad, lo mejor es salir del ámbito de violencia ya que, mientras más tiempo permanezcas dentro del maltrato, más difícil será salir de ahí.
Si vives una situación de maltrato, pide ayuda a tus familiares o amigos, y no dudes en acudir a psicoterapia para recuperar tu autoestima y encontrar de nuevo la fuerza y capacidades que viven en ti.
Psicóloga Jimena Barrera Báez
Psicología Clínica
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