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La destrucción del hábitat natural mexicano
ACELERADOR DE LA EXTINCIÓN DE MUCHAS ESPECIES EN EL PAÍS
Jorge Frías Castillo
“El Cambio Climático” es un acalorado tema, porque encierra muchos escalones dentro de la biodiversidad de nuestro planeta, que concierne a nuestro país, México, como una prioridad para tratar de solventar y disminuir esta amenaza al futuro inmediato.
Los poetas antiguos tenían una inspiración sempiterna en la naturaleza, pues esta se encontraba siempre alrededor de su panorama, a la que siempre el hombre ha estado unido y explotado para su subsistencia y su adelanto continuo, intelectual y tecnológico.
Como viajeros, hemos tenido oportunidad de observar muchas áreas de biodiversidad en México: abundan en ecosistemas ricos, pero a la vez frágiles, ya que están siendo impactados por un deficiente planeamiento en el crecimiento de las ciudades e industrias, lo que acelera la destrucción de hábitats e importantes sectores de reservas.
Aunado a lo anterior, malos manejos en la sobreexplotación de la pesca, la caza, el tráfico de animales exóticos –como los cinco tigres que aparecieron en el baúl de un automóvil–, así como la venta indiscriminada de aves y reptiles, provoca un descenso en la reproducción de estas especies, muy preciadas en las áreas de selvas subtropicales de México.
La proactividad densa del hombre ha interrumpido muchos procesos naturales, generando la carencia de hábitat, la destrucción de muchos arrecifes en el Caribe y el Golfo de México, así como la comercialización de recursos que son importantes para nuestro mismo equilibrio.
E INSISTIMOS….
Los megaproyectos actualmente solo propician ECOCIDIOS sistemáticos, al no respetarse las políticas y los reglamentos de protección animal y de ecosistemas, en aras de generar una economía de flujo económico inmediato, pero endosando una cuenta larga por cobrar a nuestro mismo hábitat natural.
Hay alarmas encendidas de países y organizaciones científicas mundiales. Esto no parece hacer mella en los que se encargan de comercializar todo lo que podrían ser espacios para conservación, incluidos lotes, parques, calles y colectividad urbana, sacrificados ante un bienestar aparente.
Es un momento ideológico el que vivimos las sociedades modernas, por lo que insistiremos en concientizar “que ya no podemos continuar viviendo” a un ritmo social y tecnológico censurables.
Requerimos de una subsistencia ecuánime y de un consumo razonado de los recursos naturales.
Hay límites que no debemos rebasar, dado que un contra impacto sería un retroceso a nuestra actual manera de vivir, con incalculables consecuencias.
La amenaza es global. Estudios e investigaciones están atestiguando una devastación severa en muchos campos de la biodiversidad. México es uno de los países con más riqueza en bosques, manglares, ríos, montañas, selvas, abundancia en flora y fauna, pero actualmente las afectaciones cada día son mayores, a pesar de múltiples esfuerzos y programas de protección que no son suficientes debido a la falta de conciencia DE MUCHAS EMPRESAS, SOCIEDADES E INSTITUCIONES, que solamente mantienen vigentes sus maneras de lograr altas ganancias, así sea dañando todos los recursos posibles.
En Yucatán, ya enfrentamos sistemáticamente un abuso en la pesca furtiva, una alta deforestación en la zona metropolitana de Mérida con la construcción de grandes fraccionamientos, absorbiendo la riqueza territorial de los pueblos aledaños, con asentamientos y altos volúmenes de extracción de agua del subsuelo, así como muchos otros aspectos como la amenaza a especies de pájaros endémicos, reptiles, contaminación en los cenotes y otros recursos naturales del estado.
Estamos viviendo un problema muy delicado.
Más que simple violación de reglamentos, deben formularse nuevas políticas y leyes para fortalecer la presencia de una conciencia colectiva, en favor de la supervivencia humana y el entorno sano en que debemos convivir.
Concientizarnos y realizar acciones protectoras del ambiente natural sería una forma de recomenzar a vivir, respetando nuestro hábitat.
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