Mascotas
Los felinos provienen de lugares desérticos donde el agua es muy escasa. Estos animales se hidratan a través de sus presas que, como todo ser vivo, están compuestas por un alto porcentaje de agua. Por eso, como no ingieren el líquido directamente, no lo relacionan con la alimentación.
El gato doméstico no tiene las privaciones de sus homónimos salvajes, y hay que educarlo correctamente para que se acostumbre a beber.
La cantidad habitual de agua que un gato bebe cuando está bien hidratado es de entre 50 y 100 mililitros por kilo de peso al día. No obstante, estas cifras de ingestión de agua son relativas, ya que varían en función de circunstancias, como que el gato tome agua a través del alimento húmedo, o que las altas temperaturas provoquen que tenga más sed y beba más.
La Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felina (FLUTD en sus siglas en inglés) es el nombre genérico que se utiliza en medicina veterinaria para describir al conjunto de enfermedades que afectan la parte inferior del tracto urinario de los gatos. El FLUTD en gatos es muy frecuente y una de sus principales causas es la falta de una correcta hidratación. Los gatos que no beben suficiente agua están más expuestos a padecer FLUTD y problemas renales.
Un gato que bebe menos cantidad de agua de la que precisa para estar sano presenta las mucosas secas (nariz), se muestra decaído y desarrolla escasa actividad. Los felinos de pelo largo, de edad avanzada, los que padecen afecciones renales o son diabéticos deben estar muy bien hidratados y protegidos de las altas temperaturas, sobre todo en verano. Un gato que bebe poca agua y está deshidratado tenderá a formar con más facilidad cristales en la orina lo cual también afecta a su funcionamiento renal, agravando los síntomas de los felinos con problemas respiratorios y que padecen estreñimiento. Los gatos ancianos pueden deshidratarse con más facilidad que los jóvenes porque no gestionan de manera correcta los mecanismos de la sed que condicionan la deshidratación, pudiendo llegar hasta la muerte.
La alimentación del gato es determinante para una hidratación correcta. Si come alimentos frescos o preparados en latas, que contienen alrededor de un 50 por ciento de humedad, sus necesidades estarán cubiertas y beberá muy poca agua. En cambio, si se alimenta de comida seca, como el alimento comercial que sólo le aporta un 10 por ciento de humedad, seguro que beberá bastante más.
Es importante que tenga un bebedero especial para mascotas, situado en una zona tranquila y de fácil acceso, alejada de los rayos del sol. Debe ser un recipiente independiente del comedero y estar situado a una cierta distancia para que no caiga comida en él y se ensucie el agua; son muy exigentes en cuanto a la limpieza, y para que puedan beber cómodamente es necesario mantener el bebedero impecable, con agua fresca y limpia que deberá renovarse dos veces al día. También es recomendable que el recipiente no sea de plástico, pues pueden fijarse los olores fácilmente. Lo ideal es utilizar uno de vidrio o de cerámica.
Si has detectado que tu gato no bebe agua, lo importante es que le pongas solución cuanto antes: consulta con tu veterinario para que descarte cualquier enfermedad que pueda estar afectando el comportamiento de tu felino.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es