Harvey, o la venganza de la Naturaleza

By on septiembre 1, 2017

Perspectiva

Hurricane Harvey is seen in the Texas Gulf Coast, U.S., in this NOAA GOES satellite  image on August 24, 2017.  NOAA/Handout via Reuters   THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. IT IS DISTRIBUTED, EXACTLY AS RECEIVED BY REUTERS, AS A SERVICE TO CLIENTS.

Harvey, o la venganza de la Naturaleza

“Observa sus aguas crecer,

escucha el bello sonido de la música mientras vuela…”

Mother Nature’s Son, The Beatles

Mientras escribo este comentario, el huracán Harvey se ha dirigido a Luisiana, en los Estados Unidos, después de haber pasado varios días azotando con viento y lluvias al estado de Texas. A su paso, no solo ha dejado inundaciones, sino también ya varios muertos, amén de estratosféricos daños a hogares, carreteras, industrias, y familias, calculados por algunos expertos en más de 100 mil millones de dólares.

Para algunos de nosotros, que vivimos cada año la angustia de la temporada de huracanes y la posibilidad de que uno de ellos nos afecte de manera similar, nos causa extrañeza que mucha de la gente en los estados mencionados, en la nación más poderosa del mundo, no hubiera tomado las precauciones necesarias para evitar semejante afectación. Cierto es que no hay manera cien por ciento segura de prepararse contra las precipitaciones y contra el viento que acarrea un fenómeno de este tipo, pero también es cierto que no es común observar a tantos americanos – generalmente tan comedidos en cuanto a los cuidados y prevenciones – solicitando apoyo para ser evacuados de sus casas después de que el meteoro había pasado, teniendo que alojarse en albergues que tampoco estaban listos al cien por ciento – algunos de ellos también se inundaron – y teniendo que regresar luego por mascotas, documentos, ropa y hasta enseres domésticos. Me queda la impresión de que se confiaron tremendamente, y Harvey los agarró, usando una expresión muy nuestra: “como al tigre de Santa Julia.”

No deja de ser una inmensa paradoja que, en el país que se ha mostrado más reacio a comprometerse con el cuidado al medio ambiente, la Naturaleza ahora demuestre con creces que las afectaciones y el descuido a los ecosistemas pueden tener consecuencias terribles. Es como si Harvey hubiera llegado a mostrarle a su presidente Trump, y a toda la nación, que, aunque lo nieguen, la Madre Naturaleza está enojada y que podría enojarse aún más., que más vale que le presten atención a lo que se dice, porque es en serio.

Harvey_1

Para hacer más caótica su situación, Texas debe ahora esperar las ocurrencias de su presidente Trump quien, lo más probable es que insista en que se le asignen 20 mil millones de dólares a la construcción de su muro en la frontera con México, cuando debería tal vez pedir ese dinero para ayudar a la reconstrucción de las numerosas viviendas e infraestructura que resultaron dañadas. Las aseguradoras tendrán que trabajar diligentemente para ayudar a aquellos que previsoramente adquirieron una cobertura contra eventos de este tipo, y queda la duda acerca de cómo se ayudará a aquellos que no lo hicieron.

Por cierto, al parecer desde antes de la llegada de Harvey ya el estado sufría por la ausencia de mano de obra calificada en la industria de la construcción, mano de obra que proporcionaban “ilegales” y que, ante las amenazas de deportación, prefirieron dejar sus trabajos. Ahora a ver de dónde shingáos le harán para conseguir gente para reconstruir.

Al mismo tiempo, como bofetada con guante blanco, han sido muchos los mexicanos que han ayudado a los texanos que han sufrido con las inundaciones, otros compatriotas han colaborado con alimentos y cobijo, y la solidaridad mexicana ha fluido generosa, sin cortapisas ni venganzas, como siempre y a pesar de la xenofobia que muchos de ellos enarbolan como bandera.

La temporada de huracanes en el Atlántico aún abarcará un par de meses, y generalmente los más severos se crean en el mes de septiembre. El huracán Irma serpentea ya sobre el Atlántico, en una trayectoria errática hasta este momento, llegando a las Antillas posiblemente en cuatro días más. ¿Se imaginan la potencia destructora que puede adquirir después de pasar más de una semana en el océano, alimentándose de humedad y favorecido por las condiciones de temperatura del agua?

Desde esta perspectiva, tal vez las penurias de los texanos no hayan acabado aún pero, geográficamente hablando, antes que Estados Unidos estamos nosotros, por lo que deberemos estar atentos a Irma y a toda la actividad tropical en las próximas semanas porque, eso sí: no me cabe la menor duda de que la Madre Naturaleza pudiera estarnos pasando ya la factura de nuestra inatención y agresión como especie hacia ella.

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

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