Letras
Rosy Murillo
Estoy postrada frente al laurel, ahí está la maceta de barro tupida de alcatraces.
Alzo la mano un poco y tomo del perchero el rebozo de lana que creí estaba sobrepuesto en el respaldo de la mecedora de mimbre y madera.
Es un día lleno de recuerdos…
Me siento frente a la ventana a disfrutar de una lluvia menuda que cae. Es de tarde y humedece las tejas de barro que en la orilla se ve tan verde. Mi abuela decía que era una alfombrilla del musgo que se ha formado de poco a poco.
La pileta está a punto de reventar por las lluvias torrenciales que cayeron durante la temporada de verano.
Veo una pequeña rana que salta feliz entre las hojas de los tréboles que crecieron a la orilla de la barda.
Tomo mi café y disfruto de las tardes. Es un café de olla.
Revivo los momentos que disfruté cuando niña; ahí estoy, envuelta con el rebozo de mi amada abuela, esa prenda que tanto me arropó en las noches friolentas cuando me daba algún resfriado. Ella me cubría y me untaba sus ungüentos.
En estas tardes de lluvia, envuelta con su rebozo, en momentos creo sentir su beso en mis mejillas y su mano tocando mi pelo, mientras entona una canción para que olvide los malestares del resfriado.
Ahora quisiera sentir su abrazo que me daba seguridad…y solo tengo el rebozo de mi abuela.