PABLO NERUDA
Una alargada multitud
quiere seguir de pie
tus pasos etéreos
de gran alpinista andino.
Está la escalinata sin fin
-sin cúspide ni cuerpo-,
llena de espíritus y sombras.
Y tu voz que se derrama
de esperanzas sonoras,
y que encuaderna en un mismo
y compacto expediente
los cantos de todos los hombres
de la historia,
resbala, desciende,
sacude, mancha,
enciende la luz que refleja
la arista de cada escalón
de tu mensaje.
Acompaña la nieve
de los altos volcanes
que tienen
tu ataúd en permanencia,
porque tu escala y dimensión
aterrorizan la insubstancial frontera
de la vida corpórea.
Porque tu corteza
deshilachada y rota,
es el recuadro apenas
del incontenible diamante
de tu aliento.
Todos están -todos estamos-
penosamente quietos
en este ascenso sin fin,
en esta enardecida esfera,
en este cortejo fascinante
que transita el fluvial
desborde de tu verso.
Nos impregna una misma
y cambiante substancia.
Nos hace rodar con alegría
una misma bandera.
Nos reduce al silencio
la inmensidad
de una misma llamarada.
JUAN DUCH GARY
[Continuará la próxima semana]