Despertar popular en América

By on noviembre 7, 2019

Editorial

Los últimos meses han sido de intensos movimientos políticos en este continente, afortunadamente sin enfrentamientos armados. A ese respecto, debemos felicitarnos de que ha sido en paz, madurez política y razonamientos democráticos como los partidos políticos, sus dirigencias y los liderazgos reconocidos de los Estados han mantenido en alto los valores de la democracia, duramente lograda después de no pocos enfrentamientos entre facciones o partidos que, con sus diversas visiones y propuestas, confrontaron ideas en el vasto campo de la democracia en años precedentes.

Comentemos algunos casos:

Argentina, país hermano con una vasta tradición política, ha logrado por la vía electoral el cambio democrático de su primer mandatario y, a resultas de ello, se han propiciado reuniones de trabajo entre los gobernantes, entrante y saliente, para lograr un tránsito sin conflictos ni problemas mayores, y que se dé continuidad a los avances o un mejor cimiento a los procesos de evolución y cambios.

Venezuela sigue también su camino democrático, si bien intereses externos en sus valiosos yacimientos petroleros han venido asomando sus oscuras manos que apetecen ventajas, incluyendo recomendaciones desde otros países americanos.

Chile ha sorprendido gratamente a la comunidad hermana de América y otros continentes debido a que, para obtener mayor estabilidad interna, su actual gobierno se ha consensado con las diversas corrientes políticas y de pensamiento, para incorporar visiones de gobierno a su gabinete. Con ello, la democracia gana puntos a favor entre las dirigencias nacionales de ese país.

Bolivia contempla el retorno de un antiguo y batallador líder político como lo es Evo Morales recién reelecto, que aporta de nuevo sus visiones y proyecto a este país soñado por Bolívar, un gran luchador histórico por los derechos políticos tanto de sus coterráneos como de los humanos de los pueblos hermanos de América.

México desde el año anterior, en elecciones trascendentales, votó por un nuevo liderazgo, tanto de partido político, como de Presidente de la República. Un luchador social de muchos años y experiencias previas ocupa ahora la rectoría de la vida política nacional desde la Presidencia de la República. Su elección, por una amplia mayoría de votantes, rompió el esquema de los partidos históricos, tradicionales, cuyas proposiciones no fueron aceptadas electoralmente. Todos ellos, están en el duro trance de reconstruirse o desaparecer. No es un secreto que la totalidad que integra el sistema de partidos históricos en México, se encuentra in articulo mortis, casi todos ellos marginados de la toma de decisiones en el contexto de la administración pública. Mantienen sí, posiciones importantes pero, por ahora, todas las de rango electoral partidista han quedado fuera de su alcance. Es más, no se espera que en el corto plazo se recupere con resultados exitosos el sistema de partidos. Tan amplia es la presencia y respaldo al gobierno federal vigente, como la sorpresa y falta de argumentos justificatorios de los partidos avasallados en las elecciones de junio 2018, que aún se mantienen en silencio y sin proyectos políticos inmediatos. El Tratado MEC, acuerdo tripartita entre USA – MEX – CANADA para fortalecer relaciones comerciales, avanza.

En los Estados Unidos, país que es reconocida potencia mundial, ubicado en el norte del continente, lo más significativo es la violencia de la Naturaleza que se ha desatado sobre enormes zonas boscosas, algunas muy cercanas a la frontera con nuestro país. No olvidemos también que un principal problema con los vecinos es su actividad de vender armas y autorizar o solapar su paso por la frontera mutua. El uso de tales armas clandestinas en nuestro territorio representa decenas de muertos anuales, originados por ese afán comercial de los Estados Unidos. Un problema anexo a nuestras relaciones es que, a gustarnos o no, los países expulsores de migrantes continúan viéndonos como una ruta para ingresar a los Estados Unidos, polo de atracción para la migración permanente de los otros cuatro continentes y también de nuestra América, mientras Mr. Trump está amagado por un impeachment de su poder legislativo.

Esta América nuestra apenas va vislumbrando parcialmente un repunte en sus angustiosas situaciones económicas. La expulsión de población migrante de todos los países hacia al sur de México es continua, constante y su crecimiento indetenible.

Hay problemas cercanos en República Dominicana, la acosada Cuba, el admirado Brasil y seguramente en otros países idealizados por grandes pensadores como Martí, Bolívar, San Martín, Luther King, etc.

Haití ha venido registrando movimientos de rebelión popular.

No nos olvidemos que Brasil es un estado pluricultural, que lucha duramente por su evolución y crecimiento económico. País cosmopolita, pueblo alegre, crisol de razas cuyo potencial ha sido un atractivo para inversionistas de gran magnitud en la zona de la Amazonia.

Desde ahí, con los mismos brazos abiertos de su Cristo Monumental en la punta del cerro Pan de Azúcar recordemos que, como esa imagen icónica, América continúa siendo una tierra abierta a la lucha, pero también al progreso y a la libertad.

Ciertamente se percibe una movilización de conciencias en este continente.

Esperemos que sea para bien…

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