Desde Canadá – IX

By on abril 10, 2020

Perspectiva

IX

Terremoto y Tsunami

Es en las crisis cuando conocemos las verdaderas cualidades de un líder, buenas o malas, y la que actualmente vivimos con el Covid-19 ha evidenciado claramente a muchos, identificando a algunos como verdaderos estadistas, y a otros como pobres políticos a quienes el principio de Peter ha alcanzado inexorablemente.

Creo que coincidirán conmigo en que generalmente la personalidad del dirigente de cada nación le da también cierta inercia y características personales a ese país.

En la historia, por ejemplo, recordamos a Winston Churchill como la bujía que levantó de la lona a la Gran Bretaña cuando sufrió los embates del Tercer Reich; como su Primer Ministro, con un carácter indomable que forjó en las trincheras y experiencias de la Primera Guerra Mundial, Churchill convenció a sus compatriotas de que jamás había que darse por vencidos, que no podía ofrecer más que sangre, sudor y lágrimas en la defensa de la isla en la que vivían. Los resultados de su enérgica determinación, y de lo que lograron los británicos como nación en esos aciagos días, están registrados en los libros.

Lo que estamos viviendo en estos días es el terremoto que está sacudiendo todas las costumbres sociales que conocemos, y al mismo tiempo da un acertado diagnóstico de las condiciones hospitalarias de cada uno de los países afectados.

Después del terremoto sanitario, penosamente, vendrá un tsunami en la forma de penurias económicas a las que las naciones estarán sometidas, cuando muchas no están preparadas, ni presentan visos de estar tomando medidas para salir adelante. Los damnificados serán legión, en todos los países.

Algunos de los líderes de esos países, conscientes de que de no hacerlo los estragos serán catastróficos y con el fin de reducir el tiempo de recuperación, han decidido apoyar a sus ciudadanos y a las empresas a través de créditos y apoyos económicos, en particular a todos a quienes han perdido sus fuentes de ingreso al aplicar medidas de aislamiento y suspensión de labores que eviten que el contagio se propague.

Lo básico y fundamental es la salud, cierto, pero es imposible soslayar o perder de vista las consecuencias económicas de la cuarentena que se ha decretado.

¿Qué preparaciones ante la pandemia estamos viendo en nuestro querido México? Cada uno de nosotros tiene la respuesta.

En mi opinión, una vez más queda demostrado cuán cortos de miras resultan nuestro gobierno y nuestros políticos. Ocupados en pelearse y señalarse con el dedo, el impacto sobre millones de mexicanos será brutal ante la inoperancia y flagrante ignorancia que muestran.

Después de más de cien años de peleas, el “Cambio” no resultó sino una anticuada y megalómana versión de lo mismo, con una visión pequeñita, idéntica a la capacidad ideológica del actual presidente. Espero que aquellos que confiaron en esta “Transformación”, impulsados por el hastío y deseos de que las cosas cambiaran para mejorar, encuentren una manera de restañar su confianza y, sobre todo, que aparezca alguien que se la merezca, que eso es lo peor en esa piara política: no parece haber uno que sea salvable.

Mientras tanto, en Canadá, la primavera está aquí, aunque se manifieste tímidamente. Por ejemplo, mientras finalizo estas letras cae una nevada, la primera en las últimas dos semanas, cuando ya el sol aparecía con cierta regularidad, y las lluvias eran muy frecuentes. No deja de maravillarme lo variado del clima en esta latitud.

De matices grises a una paleta de colores brillantes, así se puede definir el cambio. Asombrado, descubro que debajo de la nieve el pasto se conservó verde, que las plantas necesitaban un poco de sol y lluvias para que sus brotes comenzaran a brotar. La temperatura aumenta durante el día, rondando los dos dígitos Celsius, para en las noches precipitarse y acercarse el cero.

Como en todo el mundo, trabajo remotamente desde hace cuatro semanas, y el distanciamiento social y las medidas preventivas son cosas de todos los días. Me comunico con los míos usando la tecnología, y me mantengo atento a las noticias en sus vidas. Si no existiera eso, sin duda este aislamiento sería mucho más difícil de llevar.

Desde esta perspectiva, aquellos que puedan, esta cuarentena es una excelente oportunidad de leer (y les ofrecemos nuestras aportaciones en este portal para ello, seguros de que hallarán algo que les interese), de platicar, de ponerse al día en todo aquello que hayan descuidado y hoy, en especial, de rememorar el sacrificio del Hombre más grande que ha existido: Jesús de Nazaret.

Vienen épocas en las que, como nunca antes, deberemos ejercer la solidaridad. Preparémonos usando como ejemplo lo bueno que hemos aprendido, teniendo presente a aquellos que nos han ayudado. Y entonces actuemos…

Cuídense, cuidémonos.

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

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