Claudio Ramírez y sus Memorias del oficio de reportero y algo más

By on septiembre 5, 2019

Claudio Wilfrido Ramírez Estrada es un periodista con una vasta experiencia que, después de más de medio siglo de labor, se encuentra ultimando los detalles finales de su autobiografía, a la cual titulará “Memorias del oficio de reportero y algo más”, en la cual compartirá con las nuevas generaciones los momentos que lo convirtieron en uno de los periodistas más destacados de México.

Claudio nació en la Ciudad de México, casi en el centro de la ciudad, en las esquinas de Venustiano Carranza e Isabel la Católica. Empezó su labor como periodista en ciernes en 1962-63, y su primer trabajo fue en 1963-64 en el periódico El Nacional” de la Ciudad de México.

En 1987 llegó a la ciudad de Mérida, contratado por el periódico “El Nacional Campeche”, donde fue nombrado jefe de oficina y editor de dicho medio. Desde entonces han pasado varios años y su trayectoria ha abarcado bastantes medios de comunicación.

Lo conocí en su paso por el Diario del Sureste y también en el Por Esto! Siempre lo consideré como alguien educado, de plática interesante, que compartía anécdotas de su trayectoria.

Claudio acudió a mí solicitando le hiciera una caricatura para la portada de su libro, así que consideré que era un buen momento para entrevistarlo. He aquí el resultado.

¿En qué año iniciaste tu labor periodística?

Empecé en 1962 como periodista de una escuela de periodismo, haciendo una revista. Normalmente no me gusta aparecer en los índices o directorios, siempre me gusta estar rezagado, porque ahí puedo moverme mucho más libremente.

¿En cuántos medios has laborado?

Deben ser de unos 25 a quizá unos 30.

En Yucatán, ¿en cuántos medios has trabajado?

Inicialmente en “El Nacional”. Poco tiempo después, como un año y medio aproximadamente, pasé al Diario del Sureste; después empecé a colaborar con “El Sur de Campeche”, y en la revista Suroeste.

Colaboré en diferentes medios muy pequeños, antes de empezar a trabajar del 90 al 92 en el Por Esto!

Luego fui periodista en el Inegi, en la sección de Comunicación, haciendo la revista interna.

Muchos colegas dicen que para ser periodista hay que ser medio masoquista. ¿Qué opinas después de tantos años de ejercer el oficio del periodismo?

Esta vida hay que verla como viene, así como cuando entra uno a una plaza de toros: viene el toro, y hay que ver por dónde entrarle mejor para que no te vayan a lastimar demasiado.

Por mi carácter, por mi forma de haber crecido en familia, por la forma en que pensábamos, es uno formado para poder hacer frente a las vicisitudes de la vida en forma honesta.

Nunca me he querido salir, no lo he hecho, lo confieso. He tenido algunas caídas pequeñas, pero dolorosas, y todo eso me ha hecho ver, a mi edad, que el periodismo no solo debe ser buscar la información, sino tratar de buscar también el bienestar de la familia. Casi nunca me interesó eso, creyendo que con lo podía yo ganar podríamos vivir bien. No, la experiencia me ha enseñado que se sufre mucho siendo uno una persona honesta, porque no puede uno meterse en cuestiones medio rebuscadas y malas, entonces más o menos uno tiene que aguantarse, hacer sacrificios para tratar de evitar el dinero mal habido.

Estás trabajando en lo que será tu autobiografía donde compartes las experiencias periodísticas que han marcado tu existencia.

No tengo con precisión la fecha en que empecé a pensar en escribir una autobiografía, o mis memorias –yo le quiero llamar “Mis memorias” – pero debe haber sido por el año de 1988, quizá 1989, cuando estaba en el Diario del Sureste, en mis tiempos libres, escribí diversas anécdotas, o los nombres de cada anécdota.

Entonces empezó a nacer en mí la idea de escribir mis memorias, esos pequeños detalles fueron haciendo que formara yo lo que a futuro podría ser mi libro.

Tenía yo bastantes vivencias y, platicando con compañeros en Campeche, me dijeron: ‘No, hombre, tienes un acervo inmenso de recuerdos que valdría la pena que los fueras guardando’.

Como siempre he sido algo así como una hormiguita que quiere guardar las cosas que le hacen falta para el futuro, yo fui guardando desde casi toda mi vida papeles de todo tipo.

Fui acopiando primero esos detalles, luego fotografías, recuerdos, papelitos, boletos de pasaje para trabajos como mi viaje a la selva lacandona, algunos cuantos recuerdos de diferentes lugares, algunas fotos de mis diferentes actividades, algunas otras de los muchos otros oficios que practiqué.

Al principio, como todas las cosas vas haciéndolas sin tener un objetivo preciso de qué es lo que va a acabar por formar, nunca tuve idea de cuantas anécdotas podría reunir.

¿Qué consejo le darías a los nuevos talentos del periodismo?

En primer lugar, que primero y antes que nada siempre busquen ser honestos en todas sus actividades.

En segundo lugar, que recopilen no nada más la información del día, sino que en esa información intenten llevar el mensaje que normalmente deberíamos mandar todos los periodistas, todos los comunicadores, para que vayamos formando opinión, que no nada más quede la información objetiva, sino que demos a entender a la gente, a través de nuestros escritos, la finalidad de llevar informaciones claras, precisas, sinceras, honestas y constructivas.

No se gana nada tratando de destruir ni a personas, ni a instituciones ni a países, sino que traten de construir en cualquiera de las formas que tengan a la mano; en vez de dinamitar la estructura de la sociedad, la vayan construyendo mejor.

RICARDO PAT

riczeppelin@gmail.com

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