Capulina Fue “El Metiche” En 1970

Para Producciones Zacarías, S. A., en 1970 el ya famoso humorista blanco Don Gaspar Henaine “Capulina”, acompañado por Mónica Serna, Enrique Pontón, Ivonne Govea, Emma Roldán, Enriqueta Carrasco, Guillermo Hernández Sr., Julián de Meriche, Carolina Barret, John Kelly y Laila Novak, participaron en esta película bajo la dirección de Gilberto Martínez Solares, buen artesano del Cine Nacional para las película comerciales. El guión fue del mismo Martínez Solares y de Juan García, y el filme fotografiado en color por Agustín Jiménez, con música de Sergio Gutiérrez.

El sencillo argumento de la historia nos presentó a un Capulina, tipo siempre listo para acudir a donde no lo llaman, para dar ayuda a quien no lo solicita y,  principalmente, a quien no la necesita. Su sincero interés es una amenaza terrible, y el auxilio que imparte tiene siempre resultados desastrosos.

Así, ayuda a una viejecita (a pesar de su resistencia) a subir a un autobús que la lleva al extremo opuesto de donde deseaba ir; escucha llorar a un niño y se lo lleva a su casa, provocando que la madre crea que el niño ha sido secuestrado, lo que da lugar a que el marido de la señora desconfíe de ella, acusándola de que, cuando él se va a trabajar, ella sale de la casa a otros asuntos. Ofrece ayuda a un vendedor de lotería que se siente enfermo. Se lleva a vender los billetes, pero los deja en manos  de un desconocido por ir a ver un accidente automovilístico. De tal manera que Capulina echa la culpa de lo que pasa a quien no la tiene. En otra ocasión, se pelea con un niño por unos globos de gas y, cuando los suelta, se van volando por los aires con el niño colgado de ellos.

Lupita, una muchacha candorosa y dulce, trabaja como sirvienta en una casa rica. Capulina, haciéndose pasar como electricista, provoca una serie de cortos circuitos que casi dejan la casa en llamas. La muchacha pierde su trabajo, pero consigue otro en la florería de un hotel. Una vez colocada, consigue que a Capulina le den un empleo de bellboy. Un huésped del hotel, tahúr y malviviente, se las ingenia para utilizar a Capulina como palero en sus jugadas.

Mr. Henderson, el huésped, obsequia a Capulina mil dólares por sus servicios; éste se los da a guardar a Lupita. Henderson y Capulina se van a Acapulco a hacer la última jugada, pero ahí son atrapados por la policía. Lupita se traslada al puerto para tratar de ayudar a Capulina. Va a un banco a cambiar los dólares, que resultan ser falsos, y va a dar a la cárcel.

Capulina es acusado entonces de falsificador. Su foto aparece en todos los periódicos y es visto por el desconocido en cuyas manos dejó los billetes de lotería. Uno de los billetes resultó premiado, por lo que el desconocido decide ayudar a Capulina. Se traslada a Acapulco, y lo saca de la cárcel junto con Lupita.

Los falsificadores se encuentran en Acapulco por lo que Capulina, en unión de la policía, organiza una persecución por toda la bahía hasta lograr su captura.

Bonitos escenarios, diversión familiar, eso es lo que “EL METICHE” ofreció en su tiempo a los asiduos cinéfilos de las película de humor blanco y el Sr. Zacarías, quien produjo la cinta, se las sabía de todas todas.

               GONZALO ALBERTO MANZANILLA E.

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