Caminando por las Calles (XXV)

By on enero 10, 2019

Caminando por las Calles

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AVENIDA DE LOS CUPULES (II)    

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

Habiendo caminado desde donde inicia la Avenida de Los Cupules, en el Paseo de Montejo, en el monumento a Justo Sierra O’Reilly, pasando junto a lo que fue el Centro Deportivo Bancarios –ahora Hotel “Fiesta Americana”, ahora lo caminaremos de poniente a oriente a partir hacia la Hacienda “Tanlum”, donde cruzan las vías del ferrocarril –ahora Circuito Colonias–, donde se ubica esta casona principal de la majestuosa hacienda que, según datos históricos, se construyó en diciembre de 1691.

El gobierno del estado de Yucatán, en su sección dedicada a las Haciendas en Yucatán, nos dice: “Majestuosa hacienda que se encuentra al noreste del centro de Mérida. La primera fecha en que se tuvo noticia de ella fue en Diciembre de 1691, cuando Doña Luisa Hernández cambia su sitio de Tanlum (todavía no era considerada estancia), por una hacienda más cerca de Conkal, a Don Bernardino de la Cerda. Se sabe que, antes de Doña Luisa, la hacienda tuvo otro dueño, el capitán Francisco de la Mota. En 1799 tuvo 3 dueños, uno de ellos fue el Dr. José María Calzadilla, rector del seminario conciliar quien la adquirió por $1,129.00 pesos y 5 reales. En 1856 era propietaria Doña Gertrudis Espinosa Losa quien la vendió a Doña Ana Peón Fajardo.

Durante el Gobierno del Dr. Francisco Luna Kan la adquirió nuestro compañero de estudios Luis Felipe Peraza Lizarraga (+), y en la actualidad debe de ser de alguno de sus herederos.

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Esta hacienda la conocí perfectamente pues, en los finales de los años cuarenta, fue la sede del Grupo Tres de Tanlum de los Scouts de México en Mérida del cual fui partícipe. Todos los sábados, a las cuatro de la tarde, nos reuníamos a practicar el escultismo bajo la guía del Rober Juan J. Cabeza de Vaca; los dirigentes locales eran Emilio Sosa y Ulises González. Aprovecho recordar a algunos de mis compañeros de grupo: Koié Gaber Kazén, Antonio Franco, el “Tigre” Segovia –desaparecido en México en el 68–, Ruy Martínez, con los cuales hice grupo en el Jamboree nacional –no pude asistir al de Canadá– donde nos sembraron la semilla de la ecología, subsistir en campo traviesa, conocer la herbolaria, hacer fogatas, levantar tiendas, cocinar y hacer nudos. Una bella época de nuestra adolescencia. Juventud, divino tesoro, te vas para no volver…” declamaba mi padre, pero los recuerdos siguen vigentes. Como dice la canción: “Recordar las dulces horas del ayer / recordar, aquel amor de antaño…”.

Al rememorar mi ambular diario sobre esta avenida, me llega a la mente que en la calle 18 de la García Ginerés terminaba la avenida asfaltada de Cupules; seguían entonces 200 metros de calle blanca, con siete casas de paja, con un pozo al centro de la calle con brocal, soga y cubeta, y un carrillo sostenido por un can de madera, saliente de una columnata de mampostería, estampa del Yucatán mestizo. La calle estaba llena de flamboyanes que daban sombra a ambos lados, paisaje típico que retratara la Galletera Dondé para sus calendarios anuales. Esas casas eran de sus trabajadores, panaderos de la antigua fábrica “Dondé” sobre la 18, una cuadra anterior al Parque de las Américas, donde los vecinos solíamos comprar unas bosas de dos kilos de galleta doblada o cortada que no satisfacía las normas de calidad; a las cuatro de la tarde se vendían los recortes –como les llamaban– por 60 centavos: la bolsa de animalitos, marías o de limón, para el chocolate de las seis; época de vacas flacas pero, con tenacidad, dieron fruto para el crecimiento meridano. (Concluye)

Fuente

http://www.yucatan.gob.mx/?p=tanlum

Archivo AHGA.

Emblemático árbol del Pich, de la Av. de  los Cupules con calle 16. Al atardecer, en sus confidentes, observé el ocaso del día mientras estudiaba mis deberes del bachillerato. acompañado de  la fresca brisa del norte, disfrutando de mis colonias Yucatán y García Ginerés. AHGA.

Emblemático árbol del Pich, de la Av. de  los Cupules con calle 16. Al atardecer, en sus confidentes, observé el ocaso del día mientras estudiaba mis deberes del bachillerato. acompañado de  la fresca brisa del norte, disfrutando de mis colonias Yucatán y García Ginerés. AHGA.

 

 

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