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Brillante presentación de Sinfónica Austriaca
Las estructuras del vetusto edificio del Teatro José Peón Contreras fueron puestas a prueba por los estruendosos aplausos proferidos por varias centenas de sorprendidos asistentes al extraordinario Concierto presentado por seis decenas de músicos europeos procedentes de Austria, de la Universidad de Graz, que es sede de este cuerpo musical.
El vigor de los aplausos, su duración, y las expresiones de agrado no cesaban al culminar las partes más brillantes de la presentación musical que, como indica la portada del programa de mano de gran formato preparado en este su debut en Mérida, fueron muestra mayúscula de satisfacción por la actuación de casi sesenta elementos, magistralmente conducidos por la batuta del Maestro Andrej Skorobogatko quien, armado con su batuta, condujo a las secciones de cuerdas, metales y percusiones con vigor y firmeza en cada una de las secciones del programa “Viena Clásica Imperial”.
De inicio, en la primera parte de la presentación, las tensas cuerdas del violonchelo de la solista Anna Isabel Chan Flores inundaron de dulzura musical los espacios teatrales que atestiguaron la gran calidad y dominio de la cellista, que puso su preparación profesional a la altura de las exigentes expectativas sobre una obra poco conocida, pero hermosísima, de Antonín Dvorak: su Concierto para violoncello y orquesta en Si menor, op. 104, que exigió a la ejecutante concentración absoluta y entrega espiritual en cada compás del Allegro, Adagio ma non troppo y el gran final, en el que la rúbrica sumó a todos sus compañeros orquestales. Este fue un primer gran aplauso que ameritó varias entradas y salidas a escena para recibir una y otra vez las complacencias sonoras de un público convencido de estar viviendo una noche especial, extraordinaria.
El breve intermedio permitió al cuerpo musical alistarse para la ejecución de los otros nueve números del programa ofrecido, a través de los cuales la alegría vienesa, las músicas originarias de concierto y de salón resonaron en las plateas y lunetas del teatro “Peón Contreras”.
Como un número adicional, el Director Skorobogatko mostró su respeto por nuestra música regional interpretando nuestro ritmo especial: una jarana yucateca. Atronaron el espacio y no se hicieron esperar sonoros aplausos por esta muestra de afecto hacia Yucatán, que se reafirmó poco después con el sonido rítmico característico de un rascabuche, operado por manos yucatecas de un músico local.
En algunos números, especialmente en polka y vals, una pareja de bailarines locales cumplió con la grata encomienda de danzar bajo el manto musical de esta agrupación musical.
Una noche alegre, de encuentro anímico del público asistente con una gran orquesta sinfónica, un magnífico Director de la misma y unos satisfechos organizadores que no cabían en sí de gozo por tan prolongados aplausos y voces de “bravo” que surgían desde todos los sitios: plateas, pisos superiores y, sobre todo, de lunetas donde la gente permaneció en varias ocasiones de pie durante un gran tiempo, aplaudiendo a los músicos visitantes.
Salvador Aliu
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