Al iniciar abril…

By on marzo 31, 2022

Editorial

Da inicio abril, el cuarto mes de este atribulado año 2022. El adjetivo utilizado se debe a que en todas las latitudes del planeta se perciben desajustes sociales, algunos de raíces antiguas, que mantienen a las fuerzas armadas de grandes países en un estado de angustiosa espera de conflictos anunciados.

Las grandes potencias revisan sus inventarios de armas de destrucción masiva, pasan revista a sus ojivas nucleares y acumulan misiles de largo alcance en sitios estratégicos.

Las consecuencias de esta agitación se observan en el movimiento de monedas como el rublo y el dólar, ambos registrando vaivenes en los mercados financieros internacionales.

En nuestro país, tales vaivenes se agregan al gran movimiento escolar de retorno a las aulas en todos los niveles educativos. El alumnado prepara textos y material de apoyo escolar para el reinicio de sus cursos lectivos.

¡Qué más quisiéramos que nuestros lectores semanales solamente recibieran de nosotros buenas nuevas! La dura realidad se impone, las carencias dicen ¡presente!, y la economía juega a las vencidas con los magros salarios de millones de compatriotas.

Algunos sectores se ven más afectados que otros. Por ejemplo, los hombres de campo son impactados por las cambiantes condiciones atmosféricas y financieras; las amas de casa, soportes de la carga de acudir a los centros de abasto para adquirir los insumos domiciliarios, cada día deben batallar más para hacerlo ante los costos variables de cárnicos, frutas y verduras, insumos como el gas y el manejo de sus remanentes para que los niños vayan a las escuelas.

No es que seamos catastrofistas. Como periodistas en contacto diario con nuestra sociedad –local, nacional e internacional– observamos las informaciones y datos que circulan en los medios de comunicación, oficiales y especializados.

En medio de todo ese maremágnum de problemas, nuestra población, con heroicidad, ha salido adelante.

Nuestro pueblo es trabajador, fuerte, luchador. Los siglos anteriores lo avalan.

Aquí estamos y aquí seguiremos, firmes en esta tierra dura que parece haber surgido en un momento de angustia de la Naturaleza.

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