- La Colonia Estrella
- Elis Regina
- XXVI Encuentro de poetas “América Madre”
- Argeliers León, talentoso musicólogo cubano
- Sergio Cuevas Avilés, Premio «Justo Sierra Méndez 2022»
- María Teresa Linares Savio
- El Universo del Circo Teatro Yucateco
- Consuelo Velázquez
- Nelson Camacho
- José Ruiz Elcoro
- Siempre la sonrisa de Lucy
- Félix Guerrero, Batuta de Oro
- Jesús Gómez Cairo (+)
Yo soy Providencia (H.P. Lovecraft 1890-1937)
Es notorio que la obra poética de Howard Phillips no tuvo tanto impacto como la tuvo en el relato de terror. Quien no lo recuerda por su obra The Call of Cthulhu o el Necronomicón entre otras, sin embargo los mismos entes y engendros tentaculares se encuentran presentes en su poesía, no tan evidentes, no con la necesidad de infundir terror, pero sí de manera precisa y concreta. Hoy se cumplen 80 años de su muerte, les dejamos un fragmento de su obra poética para todos aquellos amantes del terror cósmico.
Nostalgia (Nostalgia) es un poema metafísico del escritor norteamericano H.P. Lovecraft, publicado en la colección de poemas póstumos: Hongos de Yuggoth (Fungi from Yuggoth).
Nostalgia, H.P. Lovecraft
Once every year, in autumn’s wistful glow,
The birds fly out over an ocean waste,
Calling and chattering in a joyous haste
To reach some land their inner memories know.
Great terraced gardens where bright blossoms blow,
And lines of mangoes luscious to the taste,
And temple-groves with branches interlaced
Over cool paths – all these their vague dreams shew.
They search the sea for marks of their old shore –
For the tall city, white and turreted –
But only empty waters stretch ahead,
So that at last they turn away once more.
Yet sunken deep where alien polyps throng,
The old towers miss their lost, remembered song
Nostalgia, H.P. Lovecraft
Cada año, al resplandor nostálgico del otoño,
las aves remontan el vuelo sobre un océano desierto,
trinando y gorjeando con prisa jubilosa por arribar a una tierra clavada en su memoria.
Grandes jardines colgantes donde se abren flores de vivos colores,
hileras de mangos de gusto delicioso
y arboledas que forman templos
sobre frescos senderos… todo esto les revelan sus vagos sueños.
Buscan en el mar vestigios de su antigua costa,
y la alta ciudad blanca, erizada de torres…
Pero sólo las aguas vacías se extienden ante ellos,
entonces dan media vuelta una vez más.
Y mientras tanto, hundidas en un abismo infestado de extraños pólipos,
las viejas torres añoran su canto perdido y recordado.
Por si se encuentran interesados se encuentra una versión en Kinddle a un precio muy razonable.
Isaías Solís Aranda
yahves@gmail.com
0 comments