Regreso a Clases 2017

By on agosto 3, 2017

Perspectiva

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Regreso a Clases 2017

“Los cambios nunca son permanentes, pero el Cambio sí lo es”

Tom Sawyer, Rush

En unos cuantos días un nuevo ciclo escolar iniciará para mis sobrinos y mis hijos. Gracias a la diversidad de sus edades, aquellos iniciarán estudios de Secundaria, Preparatoria y Profesionales, mientras que mis hijos iniciarán el tercer semestre de sus respectivas carreras. Junto con ellos, miles de estudiantes se reintegrarán a los estudios en esos niveles, dispuestos a continuar con su educación, afortunados porque lograron pasar a estos niveles y existen recursos económicos para apoyarlos.

Para sus padres, se reinician los gastos y también las necesarias actividades de supervisión sobre su aprovechamiento. En algunos casos, las labores de chofer, chef, despertador, asesor, y un largo etcétera se retomarán, para apoyar a los estudiantes en sus actividades. Nuevas amistades se forjarán, y también se terminarán algunas. Sobre todo, vendrán nuevos aprendizajes.

¿Por qué es importante que nuestros hijos se eduquen? Todos tenemos una respuesta a esta interrogante, y cuando planteamos esta pregunta a nuestros hijos, en muchas ocasiones lo que ellos responden no coincide con lo que nosotros pensamos y decimos. Como fuera, es una muy interesante pregunta que les recomiendo hagan a sus vástagos, simplemente porque nos permitiría acercarnos a la manera en que piensan y, en su caso, aprender y comunicarnos mejor con ellos.

A mi juicio, la educación profesional permite, a quienes la acceden, dotarse de algunas herramientas que les servirán más adelante cuando, siguiendo la progresión natural, ellos busquen cómo ganarse la vida y hacerse de sus propios recursos. Al mismo tiempo, esa educación superior les sirve como atisbo a lo que posteriormente enfrentarán como sociedad: los maestros representan la labor de los futuros patrones, y la moneda de cambio es la calificación que los alumnos obtendrán en base a su esfuerzo; sus compañeros de estudios jugarán el rol de compañeros de trabajo, y la dinámica diaria los obligará a practicar sus habilidades para interrelacionarse y lograr metas, mientras adquieren conocimiento que les pueda hacer más fácil la vida.

La escuela, pues, es un laboratorio al que se va a adquirir preparación para la vida futura.

Pero hay algo más que es importante que los estudiantes aprendan al asistir a estudiar a sus instituciones: deben desarrollar el hábito de la observación y el análisis, a partir de lo cual puedan generar y emitir opiniones. Todos aquellos que reciben una educación están obligados a convertirse en agentes de cambio en sus familias, en sus comunidades, en nuestro país. No tiene sentido tan solo asistir y cumplir con el requisito presencial, sino que necesariamente debe desarrollarse una conciencia social, todo alumno debe aspirar a convertirse en alguien que contribuya a mejorar su entorno, a través de sus actividades, a través de sus opiniones y, sobre todo, a través de sus acciones.

Nuestro país tiene un muy bajo índice de escolaridad y de educación, lo que se traduce en una pobre preparación, en una ínfima solidaridad, y abundan los vivales que se dedican a estafar a aquellos que no lograron desarrollar la conciencia social, a aquellos que no aprendieron a observar y juzgar, a aquellos que no entendieron que todos formamos parte del Cambio, a aquellos que no aprendieron que las recompensas se obtienen a base de esfuerzo. Los de toda la vida se aprovechan de esa ignorancia, logrando que el número de los agentes del Cambio (todos los que hemos estudiado, más los próximos egresados) disminuya y, por lo tanto, puedan conservar los beneficios y prebendas de los que han gozado desde siempre.

Desde esta perspectiva, preguntémonos: ¿Quién sale beneficiado cuando el nivel educativo de nuestro país no mejora, no crece, cuando la ignorancia aumenta? Todos sabemos la respuesta a esta última pregunta, a poco no.

¿Explicaría este razonamiento por qué tantos estudiantes no obtienen cupo, por qué no se invierten más recursos en instituciones para una mayor educación superior? Eso es algo para lo que cada uno de nosotros tiene una opinión.

Lo que queda claro es que nos conviene que nuestros hijos se sigan preparando y sigan estudiando, orientándolos hacia un mejor mañana. Después de todo, ellos son los agentes del Cambio, y el Cambio es necesario, ¿no les parece?

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

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