- Consuelo Velázquez
- Nelson Camacho
- José Ruiz Elcoro
- Siempre la sonrisa de Lucy
- Félix Guerrero, Batuta de Oro
- Jesús Gómez Cairo (+)
- Kiko Mendive
- Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba
- La revolución que quiso ser – IX
- Luna, Boleros y Son – II
- Luna, Boleros y Son
- Elena Burke, La Dama del Feeling
- La revolución que quiso ser – VII
Por el camino y la huella
XIII
POR EL CAMINO Y LA HUELLA
(¿Por qué en su pecho
de rosa y nardo
se clavó el dardo
de mi expiación?
Dios, que lo sabe,
herirme quiere
donde más hiere:
¡mi corazón!)
I
Una fugitiva estrella
de polvo de oro y de luz
trazó en el límpido azul
un camino y una huella.
Y fue símbolo divino
de su amorosa ternura,
que abrió sobre mi amargura
una huella y un camino.
Y lo mismo que la estrella
que se consumió en su empeño,
ella se fue como un sueño
por el camino y la huella.
II
Ya no somos sino fuimos.
Huyeron nuestros aromas
y no colgaron las pomas
de nuestros yertos racimos.
¡Ya no en busca de sus mimos
acuden hoy las palomas!
En las curvas de las lomas
y rectas de los caminos,
el aire dobló los pinos
como temblorosas comas.
¡Cómo, Vida, te desplomas
sin luz, sin flores, sin trinos!
III
Tantas cosas que gustaba
y tantas como quería,
eran porque las sentía,
eran porque las miraba.
¡De todas ellas tenía,
en todas ellas estaba!
Las cosas que por mí amaba
y amables me parecían,
ahí están hoy, ella daba
la prestancia que lucían.
¡Tal vez por sí no existían,
en ellas se reflejaban!
IV
Cual lágrima desprendida
del ojo azul de la noche,
cayó una estrella fundida
sobre mi inútil reproche.
¡Como la sangre a la herida,
nos une invisible broche!
Una hojita displicente
rozó en círculos vibrantes
el espejo de la fuente,
y en el alma confundida
por crueles interrogantes,
fundiéronse muerte y vida.
¡Como la sangre a la herida,
unidos vamos como antes!
Alfredo Aguilar Alfaro
Continuará la próxima semana…
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