Poemánticos

By on febrero 15, 2018

CLT_1

XLVII

 

A Juan Duch

 1

Navidad.

Niño Dios.

Vino y pan.

2

Año Nuevo.

Sufro.

Sueño.

3

Estoy en la raíz

de cada cosa.

La flor y el fruto están en ti.

4

¡Hágase la luz!

Y se hizo la luz

y te vimos desnudo

a la sombra de la Cruz.

5

Qué fácil es, Señor,

entre palabras buscarte.

Lo difícil, Señor, es encontrarte,

y tocarte

con los ojos sedientos de alumbrarte.

6

Dios estaba de vuelta del olvido,

sólo y único.

Su desnudez se derramó en el mundo.

7

Te conocí en la sombra,

y me asombra

verte ahora en la luz que no se nombra.

8

Te amo

porque es cósmico tu contacto.

Y todo lo demás

sencillo y claro.

9

Se me destruye el tiempo

entre las manos,

pero se salvan Dios y el pensamiento.

10

Dadme una cruz de alondras,

para crucificar

tu corazón desnudo.

Y una cruz de alas para mi alma

y mi dolor fecundo.

11

Exacto.

Pacto e impacto

en el divino acto.

12

No me preguntes más,

no me interrogues,

que así es Dios en el hombre.

13

Yo creo en Dios cuando estoy triste.

Dios se entristece

de verme solo, silencioso y triste.

14

¡Esperanza!

Estoy maduro ya

para mi alma.

15

El olvido

se destruye en tu alma

que está conmigo.

16

La peor agonía

es la paz del alma:

el pulso de la muerte

y de la vida.

17

Agonía

de tu alma

y la mía.

18

Estar tranquilo,

¡y tener el alma

en un hilo!

19

Cuando hablas

se ve salir la luz

de tu alma.

20

Todo en mí organiza.

Dios me da con la muerte

su medida.

21

El hombre muere solo

–dijo Pascal–

Muere solo, solo, solo.

(Era un cristiano lógico y biológico)

22

Con la muerte se olvida

hasta el olvido:

detén tu caída

con un suspiro.

23

Esto es todo:

mi propia muerte

que con Dios se vierte.

24

Mi muerte va conmigo,

sola y exacta:

nos esperamos ambos en el río

que lleva soledades en sus aguas.

25

Dadme un punto de apoyo

y moveré tu cielo, Poesía.

Cielo e infierno juntos, agónicos.

26

Poesía:

lo que está entre tu alma

y la mía.

27

Poesía honda

la del alma en el sueño,

desnuda el alma como el viento.

28

El poema

con sangre

entra.

29

El poema

se desangra

en mi alma.

30

Mi problema:

el poema

quema.

Clemente López Trujillo

Continuará la próxima semana…

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