Las Ruedas de la Vida

By on mayo 3, 2019

Perspectiva

LasRuedasdelaVida_1

“Las ruedas de la Vida giran cada vez más rápido

Las incansables manos del Tiempo pasan sobre mí

Hay sueños que nunca alcanzaré a ver

Pero mientras creas en mí

Los sentiré en el camino

Mientras tomo la Vida un día a la vez”

Wheels of Life, Gino Vannelli

A veces las sorpresas de la Vida son demoledoras y, si acaso no estamos sólidamente plantados, pueden tambalearnos, e incluso hacernos caer. Conforme vamos acumulando aniversarios, las ruedas de la Vida parecen girar cada vez más de prisa. Ya no somos de decir lo que decíamos cuando niños –“¡Qué lento pasa el tiempo!”– sino que, por el contrario, pronto nos encontramos en momentos del año que pensábamos estaban aún en lontananza. Tempus fugit…

Mayo inicia para nuestra familia con noticias de todo tipo: desde el repentino fallecimiento de un colega de mi padre –con quien recientemente había hecho planes para publicar un libro en unas cuantas semanas– hasta el anuncio de que mi primogénito, por motivos de trabajo, posiblemente mude su residencia a Oaxaca también en unas semanas, y a su hermanito le ofrecieron un puesto en Morelia, que aparentemente no tomará, para mi tranquilidad de espíritu. La constante siempre es, curiosamente, el Cambio. No hay manera posible de prepararnos y blindarnos ante el caótico devenir del Tiempo.

En este mes de mayo la familia festejará varios onomásticos, iniciando con el de mi sobrino –que también esta semana debió mudarse temporalmente a CDMX para continuar sus estudios de posgrado– luego el mío, y luego por el de mi segundo hijo. En realidad, coincidirán conmigo, es cuando nuestros jóvenes, en particular nuestros hijos, van acumulando también onomásticos que los convierten en adultos que nos damos cuenta de que el reloj de arena de nuestras existencias corre sin detenerse hacia lo que será el desenlace. El Tiempo, si se toma en consideración, también es uno de esos talentos que recibimos para emplear en beneficio de nosotros y de los demás, y todos habremos de presentar evidencias de que lo utilizamos sabiamente.

Pero no es mi intención abundar en reflexiones, ni mucho menos deprimir a los cuatro (espero atinarle al número) lectores de esta colaboración sino, por el contrario, invitarles a reconsiderar lo que estamos haciendo con ese Tiempo y, por consiguiente, con nuestras propias Vidas.

¿Qué hacemos con nuestro Tiempo, con nuestra Vida? ¿Hacemos cosas que nos satisfacen y nos hacen sentir mejor, o acaso la desperdiciamos tratando de agradar y cumplir los deseos de otros? Si hoy fuera el último día de nuestras Vidas, ¿nos iríamos satisfechos?, ¿y cuál sería el último recuerdo que tendrían de nosotros: que estábamos muy estresados, que estábamos molestos con alguien, o que estábamos felices y nuestra partida fue una sorpresa? Todas las anteriores son preguntas que debemos hacernos con regularidad para, en su caso, corregir el rumbo.

Hay tantos motivos para apreciar lo que tenemos, tantas razones para ser felices, y tanto que podemos hacer por sonreír a la Vida…

En realidad, todo depende, como siempre, de nosotros mismos, de nuestra actitud. Si amanecemos con pesar en el corazón, lo más probable es que ese pesar nos acompañe el resto del día y afecte todas nuestras actividades. Si amanecemos con la esperanza y el ánimo de disfrutar las sorpresas que encierran las próximas 24 horas, seguramente nuestra actitud será positiva.

¿Qué es lo único que no tiene remedio en esta Vida? La respuesta, lo sabemos, es morirse. Muchas veces la inacción es la que nos acaba; por ello, es importante actuar cuando algo nos genera insatisfacción o inconformidad. Morir lentamente, o por el corte de miles de hojas de papel, no es una opción. Actuemos…

Desde esta perspectiva, si es que acaso no lo hemos hecho aún, hagamos que cada día cuente. Dejemos de preocuparnos tanto por cosas que en realidad no valen la pena, y concentrémonos en Vivir, por hacer de nuestras existencias algo fructífero y memorable para todos los que nos rodean y, por supuesto, para nosotros mismos.

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.