Relatos de mi pueblo-La luz en la vía del tren

By on octubre 5, 2017

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La luz en la vía del tren

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Muchas personas nos comentan que por las noches, a partir de las nueve en adelante, por el rumbo de Poc Boc, sobre la vía del tren se divisa una luz que parece el fanal de una locomotora; que se ha querido seguir dicha luz y no se llega a ella, sino al contrario: cuando se da uno cuenta, ya se le ve detrás, es decir, se ha pasado al lado contrario del camino.

Generalmente la luz se ve rumbo a Poc Boc y, al tratar de llegar a ella, a la altura del poblado de Santa Cruz desaparece y luego se distingue yendo rumbo a Campeche; y así se está toda la noche, hasta la proximidad del nuevo día.

Este fenómeno sobrenatural lo explican las personas de varias maneras. Veamos:

El señor Santiago Espadas Gómez dice: “Yo vi la luz cuando iba de cacería con mi primo Juan Espadas.” Nos dice que caminaban sobre la vía rumbo a Poc Boc cuando divisaron la luz, que la siguieron y no llegaron a ella y, cuando se dieron cuenta, ya la tenían a sus espaldas. Él explica que el origen de este fenómeno es debido a que, en la época de la Revolución huertista, en Poc-Boc se encontraba acantonada una tropa que quería tomar Hecelchakán, donde el general Alvarado tenía su cuartel y que estaba yendo a Mérida a deponer las tropas del general Argumedo, quien había mandado una maquina “loca” cargada de dinamita que debía explotar en la estación de Hecelchakán, pero el espionaje de Alvarado se enteró de ello e hicieron explotar a la locomotora a escasos cuatro kilómetros de la población, muriendo en el desempeño del deber varios soldados por la explosión, y sus partes regadas por todos lados de la vía del tren.

Don Higinio Uhú, a quien sus amigos dicen cariñosamente “chino” y es un campesino que vive a la vera de la vía férrea, nos da su versión. Primero dice que él ve la lámpara aún en tiempos actuales, en noches de llovizna o en noches obscuras sin luna, que está estática durante muchos años y luego desaparece.

El motivo, según cuentan sus mayores, se debe a que un general de la época de La Revolución enterró, en una cueva de las que existieron a la vera de la vía, tesoros que logró reunir con sus soldados, producto del botín de la misma Revolución. Que en una noche, apurados por la presencia del enemigo, abandonaron “Blanca Flor”, hacienda cercana, y caminando sobre la vía de tren llegaron a una cueva y ahí enterraron un gran tesoro de monedas y joyas; pero que después, a los soldados que transportaban las últimas, para que no dijeran dónde, los cerró en el lugar con una explosión que hizo desaparecer a la vista de la gente, el lugar de las cuevas.

Al poco tiempo, el general fue hecho prisionero y fusilado sin revelar lo hecho. Y el tesoro está allí esperando ser rescatado.

Dicen que al encontrarse el tesoro, la lámpara dejará de aparecer. ¿Usted qué cree?

Efraín M. Pacheco García

                                               Anterior: https://www.diariodelsureste.com.mx/el-burro-de-piedra/

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