El Gober en el Flechero

By on junio 22, 2017

Perspectiva

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El Gober en el Flechero

Hace unos meses, el ilustre gobernador de nuestro estado, el Rolo para sus cuates – yo no soy uno de ellos –, ante el descontento de muchos que sí fueron cumplidos – y entre esos sí me cuento –, premió a todos aquellos que olímpicamente ignoraron los tiempos y las reglas del juego en cuanto al pago de multas y tenencias, otorgándoles una amnistía total de todo pago y recargo por estos conceptos, siempre y cuando hicieran su cambio de placas dentro del plazo que se indicó para tal fin, plazo que finaliza el 30 de junio. Nos doró la amarga píldora en ese momento diciendo que así se tendría un padrón confiable de automóviles y de automovilistas para que el “Escudo” funcionara adecuadamente.

Hoy, miércoles 21 de junio, nuevamente premia a los que no han hecho su cambio de placas, otorgándoles una prórroga sobre la fecha límite de poco más de dos meses, una vez más justificando a aquellos que no cumplieron ni con las multas, ni con las tenencias, y ahora con el canje de placas.

¿Le habrá nacido la idea al gobernador de su tierno y solidario pecho, como un gesto hacia las familias yucatecas? Sabido es que la clase política no da paso sin contemplar el beneficio que pueda obtener al hacerlo, por lo que es evidente que no es por solidaridad por lo cual volvió a premiar el no cumplimiento de las reglas establecidas. Si esa hubiera sido su intención, mejor hubiera regalado a todos los que tenemos vehículo los más de mil cuatrocientos pesos que cuesta cambiar las placas, conservando las condonaciones anunciadas.

En el fondo de estas acciones de condonaciones y prórrogas yace algo que a mi juicio es aún más peligroso, algo que vemos suceder con cada vez mayor frecuencia: el fomento al no cumplimiento de lo que en su momento fue publicado en el Diario Oficial del Estado y promulgado como obligatorio para todos los dueños de vehículos automotores. Una vez más, se da la señal equivocada. “No te preocupes porque no has cumplido con tus obligaciones, ciudadano, a diferencia de otros que sí lo han hecho; no voy a perjudicarte, y en mi magnánimo corazón (rojo, como los colores de mi partido) sabes cuánto te aprecio. Así que despreocúpate y vete de vacaciones con tus hijos, si es que te alcanza con lo que no has pagado por tus nuevas placas; deja de hacer colas por dejar el cumplimiento hasta el último momento, y ya veremos qué más podremos hacer por ti cuando se acerque el fin de este nuevo plazo…”

No sé ustedes, pero a mi juicio esto es muy similar a lo que vemos que sucede con todos los pillos ex gobernadores que ahora enfrentan proceso penal – algunos – o se encuentran prófugos – la mayoría – y que se reduce a: “no cumplas (la ley, los reglamentos, lo indicado en el Diario Oficial, etc.), que ya encontraremos la manera de darle la vuelta.”

Aquellos que piensan que lo que hacen Rolo y sus secuaces no será utilizado en su beneficio durante el proceso electoral que se avecina, pecan de ingenuos.

No lleva todas consigo nuestro gobernador y, como nuestro vilipendiado presidente, solito se pone en el flechero.

A lo mejor a otros, como a mí, les provocó un espasmo facial – porque quiso ser carcajada y al mismo tiempo fue una mueca de incredulidad mezclada con imprecaciones reprimidas en honor a la decencia – leer aquello que aventuró la semana pasada con motivo del día del padre: que don Naxón Zapata, su papá, le sorrajó tres cintarazos por haber tomado sin permiso 3 monedas de a veinte centavos de las de cobre cuando era un niño, para comprar hules para su tirahule, y que desde ese entonces entendió que jamás debía tomar aquello que no fuera suyo, enseñanza que ha llevado a su prístina administración gubernamental. Les digo: él solito se pone en el flechero, y seguramente alguno de sus adversarios se lo recordará dentro de unos meses.

Resulta que, al igual que el iluminado de La Chingada – así se llama su rancho, que no es suyo porque “lo cedió”, conste –, nuestro gober es una más de las muchas aves políticas que cruzan el pantano una y otra vez, que se rodean de otras aves que huelen más feo que el ácido que le echaron a las calles y que ninguna cámara captó mientras se vertía, y que gracias a las enseñanzas de su padre está libre de pecado, y podrá circular libremente, sin guaruras de ningún tipo, cuando finalice su período al frente de nuestro estado, por todos lados.

Y a eso agreguemos que el Escudo solo sirve para tres cosas (para detener “Ubers”, más “Ubers” y solo a “Ubers”), como atestiguan numerosos encargados de tiendas de autoservicio en las esquinas que han sido visitados por un “zorro” asaltante en moto de quien se desconoce todo. Insisto entonces en que el gober se pone solito en el flechero.

Desde esta perspectiva, fomentar el no cumplimiento de lo establecido en leyes y reglamentos es alentar conductas que más adelante serán difíciles de controlar, conductas que revertir a través de la aplicación de la ley se volverá mucho más difícil.

Desde luego, tiene muchas maneras de retirarse del flechero el gober Rolo, e incluso ganar votos para su vapuleado partido: desde investigar y procesar a la administración de la candidata dzemuleña que reemplazó, algo que sin duda un muy alto porcentaje de ciudadanos yucatecos le aplaudiríamos rabiosamente, hasta asegurarse de que las enseñanzas de su padre las aplican a rajatabla TODOS en su administración, porque ya sabemos que tal vez no sea él, sino que los beneficios le lleguen por intercesión de otros de sus “amigos”.

Como fuera, mientras no lo haga, lo seguiremos viendo en el flechero.

Y pagará por ello…

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

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