Despejo una duda en Dzulá

By on mayo 17, 2018

Leyendas_1

LeyendasIII_1

DESPEJO UNA DUDA EN DZULÁ

Hace muchos años, cuando realizaba una caminata de diez leguas, de Carrillo Puerto a Dzulá, en medio de la penumbra que a la caída de la tarde llenaba el accidentado sendero, escuché con toda claridad un silbido.

Volteé a ver en todas direcciones, pero solo alcancé a distinguir las oscuras siluetas de los grandes árboles.

Recobrando el aplomo necesario, reanudé la marcha, pero al cabo de unos 20 minutos escuché nuevamente el silbido, ahora con mayor proximidad; aunque era hombre avezado en esas correrías, confieso sin embargo que se me puso la piel de gallina, y sentí que un sudor frío recorría mi cuerpo.

Pero no había lugar para flaquezas y, sobreponiéndome al temor, aceleré el paso, escuchando poco después, como una bendición, el canto de un gallo que anunciaba la cercanía del poblado.

Al anochecer del siguiente día, luego de una mañana rutinaria, reunido en la puerta de la escuela con el teniente Sulub, el cabo Rey y otros nativos, les referí lo que me había sucedido la noche anterior, a lo que el Tte. Sulub respondió:

-Son los Yum Balamoob que cuidan al caminante.

Y enseguida inició su relato.

EL SILBIDO MISTERIOSO

LeyendasIII_2

Según las tradiciones cosmogónicas mayas, en el principio de los tiempos existieron, entre otros seres, cuatro hermanos identificados como los Yum Balamoob, cuyos nombres eran: Xamán, Nojol, Lak’in y Chik’in (Norte, Sur, Este y Oeste), con el apellido Ik (Viento).

A cada uno de ellos Yum Kax les asignó un área para su cuidado, de acuerdo con esta combinación: Nojol-Lak’in, Nojol-Chik’in, Xamán-Chik’in, Xamán-Lak’in (Sureste, Suroeste, Noroeste, Noreste).

Con el tiempo, cada Yum Balam encontró como compañera a una mujer gigante, uniones que iniciaron la procreación de una estirpe de gigantes.

Prof. Eduardo Medina Loría

Continuará la próxima semana…

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.