Cómo identificar a una pareja maltratadora

By on agosto 10, 2017

Cómo identificar a una pareja maltratadora

Las discusiones en pareja pueden ser útiles para resolver problemas; pero, cuando alguna de las partes simplemente trata de imponer una jerarquía sobre el otro, entonces estaríamos ante un caso de posible maltrato.

Las discusiones en pareja pueden ser útiles para resolver problemas; pero, cuando alguna de las partes simplemente trata de imponer una jerarquía sobre el otro, entonces estaríamos ante un caso de posible maltrato.

Las agresiones visibles como los golpes, empujones e insultos son, por su notoriedad, una forma más evidente de que la pareja es una persona maltratadora. Lo verdaderamente peligroso es lo que es más difícil de percibir, como los maltratos sutiles que algunas personas dejan pasar hasta un nivel intolerable.

Una discusión de pareja puede ser útil para resolver una problemática, siempre y cuando ambas partes respeten límites para no llegar a la violencia física o verbal. Las discusiones que tienen una interacción recíproca, donde ambas partes pueden ceder, aportar y pedir algo de la relación, son benéficas para la convivencia; pero si estas dinámicas se transforman en una relación de poder donde uno de los dos tiene jerarquía sobre el otro, estamos frente a un caso de maltrato.

Formalizar una relación, comenzar a vivir juntos, o hacer cosas importantes como pareja pueden ser propicias para que el maltratador demuestre su verdadera esencia.

Formalizar una relación, comenzar a vivir juntos, o hacer cosas importantes como pareja pueden ser propicias para que el maltratador demuestre su verdadera esencia.

¿Por qué no me di cuenta de que mi pareja es maltratadora?

Al inicio de la relación suelen pasar desapercibidas ciertas señales. El maltratador se cuida muy bien de no demostrar los rasgos violentos o impulsivos de su carácter. Una persona que intente conquistar a otra, sabe bien que al inicio deberá comportarse de lo más correcto para lograr su cometido. A eso también hay que sumarle que, al inicio de la relación, por efectos químicos en el cerebro, tendemos a idealizar, minimizar o pasar por alto alguno de los defectos del ser amado. Estos camuflajes funcionan muy bien para aquellos perfiles dominantes, pues suelen mostrarse encantadores e inofensivos mientras se encuentran en la primera etapa del enamoramiento, pero una vez que logran posicionarse afectivamente en el otro, adquieren la jerarquía necesaria para ejercer control y agresiones donde el maltratador puede ser o no completamente consciente

La jerarquía emocional que se requiere para que una persona que es agresiva salga a la luz puede involucrar que la relación se haga más formal, mudarse a vivir juntos, realizar compras importantes en pareja, comprometerse o casarse. Una vez que la relación se posiciona, las conductas abusivas aparecen.

Llegar a ceder, y ser controlados por la pareja, es un proceso que puede darse de manera sutil, y normalizada, justificando las exigencias del otro adoptando el papel de víctima, involuntariamente. Un maltratador y una víctima pueden provenir de lugares similares: un hogar donde se concibió como cotidiano que uno de los padres someta y controle al otro, o presenciando violencia física o verbal, pueden llevar a las personas a reproducir el concepto de pareja que aprendieron de sus padres, adaptándose al papel con el que más se identifiquen, siendo víctimas o victimarios.

No hay excusa para que una persona agreda o quiera someter a otra; si este es el caso, lo más recomendable es no seguirse involucrando en la relación.

No hay excusa para que una persona agreda o quiera someter a otra; si este es el caso, lo más recomendable es no seguirse involucrando en la relación.

Conocer de dónde vienen ciertos rasgos de maltratador –como haber pertenecido a una familia violenta o haber sufrido abusos en la infancia– es importante, pero no es motivo de justificación para que una persona se sienta con razones suficientes para someter a otra, y tener en cuenta que una pareja no es un salvador o un terapeuta que pueda ayudarlo o sanarlo. Lo aconsejable es no seguirse involucrando con una persona que maltrata, pues pone en riesgo la salud física, emocional, o ambas.

Señales de que una pareja es maltratadora

  1. No tiene límites y piensan que merecen consideración especial. Personas que son irrespetuosas y consideran inválidas algunas normas sociales, como por ejemplo no respetar los límites de velocidad, no saldar sus deudas, poner sus necesidades por encima de las demás (hambre, sueño, diversión), justificando su comportamiento negativo por la insatisfacción, o la percepción de injusticias personales exageradas.
Una persona maltratadora suele considerarse especial: no siguen reglas y anteponen sus necesidades a las de los demás y, además, justificándolas.

Una persona maltratadora suele considerarse especial: no siguen reglas y anteponen sus necesidades a las de los demás y, además, justificándolas.

  1. Compara a la actual pareja  y se expresa muy mal de la anterior. Es normal que, cuando una relación va avanzando, conocer ciertos desaciertos de las relaciones anteriores surge cuando se construye la intimidad; pero si la comparación con las ex parejas es constante, o expresada con mucha carga emocional, insultándolos o siendo despectivos, por ejemplo, al usar frases como: “Qué bueno que no eres como mi ex, aquel sí que era de lo peor”. Si se expresa así de una persona que alguna vez amó, ¿qué te hace pensar que no lo hará contigo? Sobre todo en tiempos de enojo o desacuerdo. En forma general, alguien que se expresa muy mal de los demás no es una buena persona.
Los cambios de personalidad cuando se tiene poder adquisitivo es una de las características de las personas maltratadoras; mientras no lo tienen son dóciles y serviciales.

Los cambios de personalidad cuando se tiene poder adquisitivo es una de las características de las personas maltratadoras; mientras no lo tienen son dóciles y serviciales.

  1. Cambia drásticamente cuando tiene poder adquisitivo. En temporadas donde la persona tiene pocos ingresos, se comportan dóciles y serviciales; pero en cuanto logran percibir económicamente un poco más, se incrementan los conflictos, y las cualidades antes mencionadas desaparecen.
  2. Minimiza los logros del otro: “No es que lo hicieras bien, es que era muy fácil”.
  3. Inestabilidad en cualquier plano de la vida. No es capaz de conservar un trabajo o amistades duraderas, una persona que maltrata sutilmente crea conflictos y está en constante insatisfacción.
Minimizar los logros de la pareja es también una alerta de que podríamos estar frente a una pareja maltratadora.

Minimizar los logros de la pareja es también una alerta de que podríamos estar frente a una pareja maltratadora.

  1. Maximiza los “errores” o encuentra imperfecciones inexistentes. Personas que corrigen a la pareja, ya sea en privado o frente a los demás, maximizando pequeños detalles o equivocaciones que muchas veces no son errores, sino que no concuerdan con las expectativas personales. Ejemplo: se enoja por que la ropa no se dobló de la manera correcta, o exagera cuando la pareja tiene un accidente.
  2. Celos sutiles. Percibe a las personas del sexo opuesto como posibles rivales. En ocasiones, los celos no llegan a reclamos directos, pero sí a comportamientos incómodos como comentarios constantes para conocer a los “rivales”, molestias si sabe que la pareja se encontrará en un ambiente similar, etc.
Los celos son también una manifestación de la personalidad controladora: la persona ve a las personas del sexo opuesto como “posibles rivales”.

Los celos son también una manifestación de la personalidad controladora: la persona ve a las personas del sexo opuesto como “posibles rivales”.

  1. Utiliza el sarcasmo o la ironía de forma hiriente. La agresión va creciendo y empieza con comentarios sarcásticos, o hirientes disfrazados de humor. Puede hacer comentarios sobre el físico o desempeño de la pareja.
  2. Realiza acciones sospechosas y da justificaciones raras o incongruentes que a la larga resultan ser mentiras. Las incongruencias pueden ir desde afirmar que no tiene dinero para obtener un préstamo, hasta cubrir infidelidades.
Las justificaciones incongruentes que a la larga resultan ser mentiras son algo característico de una persona controladora.

Las justificaciones incongruentes que a la larga resultan ser mentiras son algo característico de una persona controladora.

  1. Culpa y le guarda rencor a sus padres, jefe o a cualquier persona circunstancia que represente un rol de autoridad o importancia afectiva. Cuando la relación se vuelva más íntima, dejará de culpar a sus padres por su mala fortuna, y se desplazará a la pareja. No reconocer la propia responsabilidad en los problemas indica inmadurez y poca capacidad de resolución de conflicto.

En artículos anteriores se hizo hincapié en la importancia de confiar en las propias sensaciones: si algo te está haciendo sentir mal, lo más probable es que no es adecuado. Tener en cuenta que el noviazgo sirve para conocer a la pareja y comprobar sus actitudes en situaciones favorables y desfavorables nos sirve para evaluar si una persona le viene bien a nuestra vida, y el matrimonio también, así que se vale decir adiós bajo cualquier condición.

La etapa de noviazgo sirve para que la pareja se vaya conociendo mutuamente; es el momento de evaluar si esa persona le viene bien a nuestra vida.

La etapa de noviazgo sirve para que la pareja se vaya conociendo mutuamente; es el momento de evaluar si esa persona le viene bien a nuestra vida.

“Si hay violencia en nuestros corazones, es mejor ser violentos que ponernos el manto de la no violencia para encubrir la impotencia.”

Mahatma Gandhi

Facebook: Psicóloga Jimena Báez

Psicología Clínica/Arteterapia

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