- Nelson Camacho
- José Ruiz Elcoro
- Siempre la sonrisa de Lucy
- Félix Guerrero, Batuta de Oro
- Jesús Gómez Cairo (+)
- Kiko Mendive
- Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba
- La revolución que quiso ser – IX
- Luna, Boleros y Son – II
- Luna, Boleros y Son
- Elena Burke, La Dama del Feeling
- La revolución que quiso ser – VII
- El Joropo Venezolano
Circo y Maroma
Fernando Alberto González
En las oficinas del Partido Rojo, el delegado del comité nacional convoca a reunión urgente donde anuncia que el candidato ―por dedazo― a la Presidencia Municipal es un abogado de ideas liberales y revolucionarias. Carlos Morris y otras personas contienden a diputaciones locales. Por el Partido Azul Empresarial, el licenciado Rufino Manzanares, de ideas conservadoras, decide participar en la contienda. Con actas de nacimiento, nombres distintos, nacionalidad estadunidense y mexicana. Tal condición irregular se descubre, ya siendo candidatos inscritos. Un extranjero en un proceso electoral mexicano constituye ya un delito, no importa.
La publicidad, hábilmente manejada, brinda grandes beneficios. Nosotros, los ciudadanos, platicamos lo que ellos hicieron, bueno y malo. Enfrascados en antagonismos sobre la campaña, los residentes de la ciudad al calor de sus posturas se tornan enemigos ideológicos con distintas visiones políticas del México de hoy. Polarizada la opinión pública sobre lo correcto e incorrecto de la política, se desgarran las ropas en interminables discusiones: la política se ha hecho tediosa, monótona, sin grandes ideas, sólo negocios por hacer.
Un compañero conoce a ambos contendientes; y nos confiesa: “¡Ellos son amigos desde la infancia! ¡Acostumbraban divertirse por toda la ciudad!” Se les veía siempre juntos, en parrandas, viajando a Tijuana a alguna discoteca de moda. Fiestas juveniles, carnes asadas, escuchando música, riendo, compartiendo novias, así pasaron la juventud. Platican los candidatos: “¡No importa quien de los dos gane; somos amigos y eso basta!”
Al escucharlos, ¡balde de agua fría sobre nosotros! Como abrir una puerta que separa dos mundos y ver cosas que se desconocen.
Ni hablar: somos un pueblo sin memoria.
0 comments